Con transición en marcha, Trump pone la mira en un blanco habitual: la inteligencia de EEUU

El candidato presidencial republicano y expresidente, Donald Trump, mira una pantalla de video en un evento de campaña en el Salem Civic Center, el sábado 2 de noviembre de 2024, en Salem, Virginia. (AP Foto/Evan Vucci)

WASHINGTON (AP) — Por mucho tiempo, Donald Trump ha visto con recelo a los servicios de espionaje de Estados Unidos, acusándolos de intentar socavar su primer mandato y sus campañas. Ahora que volverá a la Casa Blanca, sus promesas de reformar las agencias de inteligencia lo ponen en vías de enfrentarse con una de las partes más secretas y poderosas del gobierno.

Para la CIA y otras agencias de inteligencia, el inicio del segundo mandato de Trump es una manera de reiniciar una relación, a menudo desafiante, con un mandatario que en el pasado las ha descrito como lo más profundo del “Estado profundo”, la etiqueta de Trump para los miles de empleados federales de carrera que realizan el trabajo del gobierno, sin importar quién sea el presidente.

Su regreso al poder le da a Trump una oportunidad de cumplir las promesas de limpiar la casa de funcionarios que, en su opinión, han intentado desafiar su liderazgo y criticar sus acciones.

Las implicaciones de la relación con las agencias de espionaje no podrían ser mayores, y casi seguramente se reflejarán en los nombramientos de Trump para los puestos más altos.

Funcionarios y exfuncionarios de inteligencia también buscan pistas que indiquen si Trump utilizará la inteligencia de Estados Unidos para formar sus decisiones de política exterior y seguridad nacional, o si hará realidad los temores de los críticos, a quienes les preocupa que pudiera divulgar secretos clasificados o usar el trabajo de inteligencia contra los estadounidenses.

“Si sigue comprometido con saldar deudas y limpiar la casa, ello tendrá un impacto en la agencia. Vamos a perder gente, y se producirá este temor: ‘¿Qué me puede causar problemas, políticamente?’”, dijo Douglas London, un veterano de 34 años de la CIA que ahora escribe sobre el trabajo de inteligencia y enseña en la Universidad de Georgetown.

London dijo que, en su experiencia, los funcionarios de inteligencia trabajan arduamente para evitar cualquier apariencia de partidismo y anteponen sus juramentos constitucionales a la política.

“No hay mucho que los funcionarios de la agencia puedan hacer”, agregó London, “aparte de mostrar: ‘Estamos aquí, estamos en tu equipo, estamos aquí para apoyarte’”.

Trump señaló sus intenciones el día después de ganar su segundo mandato.

“Desecharemos a todos los actores corruptos de nuestro aparato de seguridad nacional y de inteligencia, y hay muchos de ellos”, dijo Trump en un video publicado la semana pasada. “Los departamentos y agencias que han sido utilizados como armas serán completamente renovados”.

Para evitar cualquier dificultad con el presidente electo, las agencias de inteligencia enfatizan su misión no partidista y su utilidad para cualquier nuevo presidente que busque entender un mundo que se ha complicado por las guerras en Ucrania y Oriente Medio, y por la creciente asociación entre China, Rusia, Corea del Norte e Irán.

Los funcionarios de inteligencia no han indicado si Trump ya recibió una sesión informativa de inteligencia, pero la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado donde dice que el organismo sigue un procedimiento estándar para los nuevos presidentes que data de la elección de Dwight Eisenhower.

“La ODNI actúa de acuerdo con la tradición, establecida desde 1952, de proporcionar reportes de inteligencia al presidente electo”, escribió la oficina.

Durante su periodo en la Casa Blanca o en la campaña electoral, Trump ha sido todo, menos tradicional, y ha mostrado una animosidad hacia las agencias de espionaje de la nación nunca vista desde Richard Nixon, quien creía que la CIA y otras agencias buscaban socavar su presidencia.

Trump se ha quejado a menudo de la CIA y de otras agencias de espionaje, acusándolas de trabajar para socavar su primer mandato y de tratar de evitar que retomara la Casa Blanca. También ha culpado a los funcionarios de inteligencia por cuestionar su relación con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Trump recibió menos reportes de inteligencia como presidente que cualquier otro comandante en jefe reciente. En 2021, el presidente Joe Biden sugirió que Trump ya no debería recibir las sesiones informativas de inteligencia estándar dadas a los expresidentes, calificándolo de “errático”.

Trump también fue acusado de manejar indebidamente documentos clasificados en su finca de Mar-a-Lago, un caso que permanece estancado en los tribunales y que los fiscales buscan concluir tras la elección.

La victoria le da a Trump todo un mandato para llevar a cabo su visión de seguridad nacional e inteligencia, dijo Elbridge Colby, quien fue subsecretario adjunto de Defensa durante el primer gobierno de Trump.

Colby dijo que las guerras en Oriente Medio y Ucrania, junto con la creciente rivalidad de China, muestran que Trump no tiene tiempo para ser delicado con las agencias de seguridad nacional e inteligencia del país, a las que comparó con el Titanic dirigiéndose hacia un iceberg.

“Si giras el Titanic 90 grados, la gente va a caer de sus literas, y los candelabros y la vajilla se van a romper”, dijo Colby el domingo en el programa de internet de Tucker Carlson. “Pero ahí es donde estamos... El presidente Trump se postuló contra el sistema”.

Las elecciones de Trump para dirigir la CIA y otras agencias de espionaje probablemente ofrecerán las primeras pistas sobre sus intenciones.

Entre las personas mencionadas como posibles directores de la CIA están John Ratcliffe, el exdirector de inteligencia nacional de Trump, y Kash Patel, un asistente de Trump que trabajó en el Departamento de Defensa y en el Consejo de Seguridad Nacional en el primer mandato del ahora presidente electo.

Patel ha mencionado francamente su deseo de usar el gobierno para contraatacar a los críticos de Trump y a aquellos que se opusieron a su campaña de 2020.

“Saldremos a buscar a los conspiradores, no sólo en el gobierno, sino en los medios de comunicación”, en relación con los comicios de 2020, dijo Patel en el podcast de Steve Bannon el año pasado. Trump y sus aliados han afirmado repetidamente que esa elección fue robada, de lo cual no existen pruebas.

Un portavoz de Patel declinó hacer comentarios. En un comunicado, un portavoz del equipo de transición de Trump dijo que el presidente electo revelará sus nombramientos administrativos a medida que se decidan, pero no ofreció ninguna fecha para un anuncio.

___

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.