Tomás Etcheverry venció a Gael Monfils y va por el desafío máximo en el Australian Open: lo espera Novak Djokovic, el N° 1 y el jugador que lo inspiró

Tomas Etcheverry jugó un partido complicadísimo que se enmarcó en una energía especial entre argentinos y franseces
Tomas Etcheverry jugó un partido complicadísimo que se enmarcó en una energía especial entre argentinos y franseces - Créditos: @Louise Delmotte

“Olé, olé, olé; olé, olé, olé, olá...”. El aliento es ensordecedor. Y sigue: “Cada día te quiero más, soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar...”. Y no termina: porque Tomás Etcheverry agarra una remera del bolso y enfila hasta donde está la hinchada y regala la prenda. A cambio le tiran una bandera y se la cuelga del cuello. Sigue, con la euforia al máximo, con las pulsaciones a mil y la respiración atolondrada: “¡Vamos, Argentina!”. Parece el final de un partido de fútbol, pero no lo es: es de tenis, ni más ni menos que el escenario de un Grand Slam. Es la cancha 3 del complejo de Melbourne Park del Australian Open 2024 y entre argentinos y franceses ya nada es lo mismo en el deporte, especialmente desde el Mundial de Qatar 2022. Por eso se “pica” así, por eso Tomás Etcheverry (32° del mundo) festeja como festeja el triunfo sobre el galo Gael Monfils (76°) que se sella con un triple 6-4 y significa el pase a la tercera ronda para enfrentar este viernes a las 5 a Novak Djokovic, el N° 1, el máximo ganador de Grand Slams (24), el dueño de 10 títulos en este escenario... Ni más ni menos.

Lo hecho hasta acá ya representa la mejor actuación histórica del platense de 24 años en el primer torneo grande de la temporada. Y lo es de una manera global. Porque en el estreno venció a otro ex monarca mundial, Andy Murray, por 6-4, 6-2 y 6-2, para redondear uno de los mejores triunfos de su carrera y porque este enfrentamiento con Monfils implicaba otra vara alta con un experimentado y mañoso del circuito, un jugador que despliega show con sus golpes y también con la atmósfera que lo rodea, que obliga al rival siempre a más y que por eso, cada vez que él está en cancha, el clima con el que vibra el público es diferente.

“Te hace jugar un tenis distinto en diferentes momentos del partido, es un jugadorazo”, dice Tomy sobre Monfils al final del encuentro y cuenta por qué el desahogo es total: “Se hacía el cansad... Se hizo como un poco... No sé si estaba dolorido o qué, y ahí me quebró y 5-4 de vuelta... Es difícil, tenés que estar. Estoy muy contento”. Con la adrenalina tiene algunas consideraciones sobre su rival, las empieza a decir, no las dice. Pero se entienden. “Creo que este partido fue más duro que el de Murray”, valora. Y viene Nole.

El año pasado Tomás Etcheverry, el tercer mejor argentino en el ranking de la ATP detrás de Francisco Cerúndolo (21°) y Sebastián Báez (29°), saltó a la élite con una gran actuación en Roland Garros (también la mejor de su carrera en ese Grand Slam), al alcanzar los cuartos de final, instancia en la que finalmente se despidió tras caer ante el ex Top Ten y en ese momento 27° del mundo, el alemán Alexander Zverev por 6-4, 3-6, 6-3 y 6-4. Sin embargo, esa fue la cereza del postre de una mitad de año a la que llegaba con crecimiento sostenido y sobre todo, muchas ganas. Un tiempo antes tuvo la experiencia que lo marcó: enfrentó a Novak Djokovic por primera vez, en el Masters 1000 de Roma. Cayó “apenas” por 7/6 (5) y 6/2 y tuvo este clic: si podía jugarle así al más ganador de la historia, ¿por qué no podría hacerlo con todos? Dicen, los que más lo conocen, que “su” Roland Garros tuvo mucho que ver con esto.

El partido de cuartos de Roland Garros 2023 concretó la mejor actuación de Tomás Etcheverry allí
El partido de cuartos de Roland Garros 2023 concretó la mejor actuación de Tomás Etcheverry allí - Créditos: @THOMAS SAMSON

Hacia fines de 2023, en la segunda ronda del Masters 1000 de París Tomy Etcheverry se las vio con el serbio por segunda vez y se fue eliminado con un 6-3 y 6-2. La tercera ocasión que los verá mano a mano será justamente esta tercera ronda del Australian Open 2024, en un partido que en principio se jugará el viernes. “Obvio que uno siempre quiere jugar un poco más, siempre uno es más exigente, se pueden hacer las cosas un poco mejor seguro. Pero ahora con el entrenador y el equipo vamos a analizar qué se hizo bien y qué mal para, de acuerdo al rival, ir un poquito a la cancha y planificarlo de la mejor manera”, dice ya en la noche australiana Tomás, mientras casi en simultáneo Djokovic cierra su partido ante el local Alexei Popyrin (43°) por 6-3, 4-6, 7-6 (4) y 6-3.

En 2016 Etcheverry consiguió su primer punto ATP y se hizo viral una foto en la que anotó en un papel ese punto y la distancia con el ranking del serbio, justamente. Una idea divertida pero a la vez motivacional para él. Ya no estaba “tan lejos” del tenista N° 1. Cuando lo enfrentó, en 2023, lógicamente le pidió una foto.

Tomás Etcheverry y la selfie con su ídolo Novak Djokovic: se enfrentarán en el Australian Open
Tomás Etcheverry y la selfie con su ídolo Novak Djokovic: se enfrentarán en el Australian Open

El Australian Open los pondrá cara a cara de nuevo. Para el argentino, que no tiene títulos ATP, esta será una nueva oportunidad ante el mejor y con un reto personal más: avanzar más allá de la segunda ronda en este Grand Slam, tras ser eliminado en primera en 2022 y en segunda en 2023. Es la parada más difícil, la que en principio parece una quimera, pero Tomás Etcheverry está en un gran momento, potenciado por el corazón y la garra. “Estaba contenido, tenía la hinchada en contra, pero también mucha hinchada argentina”, explica sobre ese momento desaforado y futbolero post Monfils. La experiencia inmediata lo fortalece: para enfrentar a Djokovic no solo tendrá que tener a mano sus mejores argumentos tenísticos en el mejor día posible (aún así no tendrá nada garantizado), sino también la preparación necesaria para contrarrestar todo lo que implica Nole como gestor de atmósferas. Tenga o no clima futbolero. Porque de eso también conoce mucho.