Tensión en Serbia tras la prohibición de un festival que promovía la cultura de Kosovo

Tensión en Serbia tras la prohibición de un festival que promovía la cultura de Kosovo

La policía serbia ha prohibido un festival que promueve el intercambio cultural con Kosovo tras una concentración de manifestantes de extrema derecha a las puertas del recinto.

En un comunicado, la Policía de Belgrado aduce motivos de seguridad para impedir la celebración del festival, y afirma que quiere evitar "peligros para la seguridad de las personas y el orden públicos a mayor escala".

"No a la rendición"

En el comunicado de la Policía también se decía que se había prohibido la protesta contra el festival, en la que decenas de extremistas de derecha se reunieron frente al recinto del festival, ondeando banderas serbias y pancartas que decían "no a la rendición".

Varios funcionarios del Gobierno serbio han criticado duramente el festival en los últimos días, calificándolo de antiserbio.

Aunque el festival se ha celebrado alternativamente en Serbia y Kosovo durante la última década, la prohibición de este año en Serbia ilustra un endurecimiento general de la postura del Gobierno hacia sus críticos.

El festival Mirëdita, cuyo nombre significa "hola" en albanés y serbio, está organizado por grupos de jóvenes de Serbia y Kosovo, y debía inaugurarse el jueves con un espectáculo teatral de Kosovo.

Según la página web del festival, el evento, que debía durar dos días, tiene como objetivo "enriquecer las perspectivas regionales y fomentar la cooperación y la consolidación de la paz".

La prohibición del festival se produjo un día después de que el responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, afirmara que no se había avanzado en las conversaciones mantenidas en Bruselas para aplicar un acuerdo entre Belgrado y Pristina.

Josep Borrell.
Josep Borrell. - Virginia Mayo/Copyright 2024 The AP. All rights reserved.

El presidente serbio, Aleksandar Vučić, y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, se habían reunido para debatir un plan respaldado por la UE para normalizar las relaciones.

Sin embargo, varias cuestiones pendientes, incluida la exigencia de Pristina de que Belgrado entregue a los presuntos organizadores del atentado de Banjska, impidieron seguir avanzando.

Tras las reuniones, Borrell afirmó que la Unión Europea seguirá haciendo todo lo posible para normalizar las relaciones entre Belgrado y Prístina.

"Kosovo no estaba preparado para esto, Kosovo no estaba dispuesto a hacer esta reunión trilateral. Serbia estaba dispuesta a hacerlo, pero se necesitan dos para bailar el tango y nosotros necesitamos dos para sentarnos a la mesa para continuar el diálogo", añadió Borrell.