¿Qué futuro tienen las bases militares rusas en Siria?

La base aérea rusa de Jmeimim, en el oeste de Siria.

Un mes después de la caída del régimen de Bashar al Asad, el redespliegue de las fuerzas rusas presentes en Siria desde 2015 sigue en fase de negociación. Aliado del antiguo régimen, el Kremlin quiere conservar sus dos bases militares cerca de Tartús y Latakia, muy estratégicas en la región.

Por la enviada especial de RFI cerca de la base aérea de Jmeimim, Manon Chapelain

A la entrada de la base aérea de Jmeimim, cerca de Latakia, se alza un enorme póster de Vladimir Putin. A sus pies, soldados rusos caminan de un lado a otro, agitando los brazos. Una decena de combatientes de Hayat Tahrir al Sham (HTS) les hacen frente, con cañones antiaéreos apuntando en su dirección. Es difícil obtener información. Hay órdenes de no hablar con los periodistas.

Un combatiente, Abu Haidi, accedió finalmente a hablar: “Todavía hay rusos dentro. Lo normal es que se vayan a finales de mes, quizá a principios del mes que viene. También hay muchas armas y artillería dentro. Están empezando a descargar. Convoyes de seis o siete autos salen de aquí varias veces al día. También están saliendo aviones militares, civiles, de carga y helicópteros. Imagino que se dirigen al puerto de Tartús, pero no estoy seguro”, dice.

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Una hostilidad palpable

En total, una docena de soldados del HTS rodean la base. La mayoría de ellos son hostiles a los rusos y proceden de Idlib, una bolsa rebelde bombardeada desde hace tiempo por Moscú. Las miradas son oscuras, la hostilidad es palpable y están preparados para un altercado en cualquier momento.


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