Sergio N y el fracaso de los exámenes psicológicos a los policías en Ciudad de México

Sergio N, el hombre que lanzó al perro Benito a un cazo de aceite hirviendo en Tecámac, trabajaba como policía en la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Después de que el video de los hechos se dieran a conocer, la dependencia a cargo de Omar García Harfuch anunció la destitución del elemento. La reacción fue rápida y no podía ser de otro modo: ante la condena social, el actuar de las autoridades estuvo, al menos una ocasión, a la altura de los hechos en todos los rubros —también la detención se dio en un día, luego de la viralización en redes sociales—.

Pero no del todo. Porque una cosa fue actuar reactivamente, en el caso de la SSC, y otra haberlo prevenido. Sí, el comportamiento de un tipo así en la calle no puede adivinarse. Nadie pensaría que una persona puede arrojar a un perro en un cazo. Pero no era alguien común y corriente: era policía. Por lo tanto, la pregunta es inmediata: ¿por qué fallaron los exámenes psicológicos que evaluaron la personalidad del sujeto?

Al respecto se ha expresado Arturo Berlanga, director de AnimaNaturalis, una ONG dedicada a la protección de los derechos animales. "(Quedó clara) la evidente y nula evaluación dentro de la secretaría de Seguridad Ciudadana a sus elementos con el tema de salud mental. Evidentemente una persona que hace algo así no está bien. Evidencia a la SSC con sus exámenes y controles de salud mental de sus elementos, porque son las personas que están para protegernos", expresó en entrevista con Aristegui Noticias.

También recordó que el maltrato animal no es nuevo, pero que sí hay un alarmante incremento en los métodos de sufrimiento. “Siempre ha habido maltrato, sin embargo, de cinco a siete años para acá vemos más casos de extrema crueldad. La violencia hacia los animales es un detonante de violencia social. El problema no es la falta de un marco regulatorio, hay leyes de protección animal. El problema es que no se cumple“, explicó. Además de que hay legislaciones a nivel estatal que son muy débiles en cuanto a penalización, como los casos de Aguascalientes y Sinaloa.

En ese sentido, se puede retomar el estudio doctoral de Leticia Martínez, diputada capitalina, en el que señaló que el 71% de mujeres que acudieron a un albergue, tras haber vivido episodios de violencia junto a sus parejas masculinas, destacaron que sus mascotas habían sido asesinadas previo al los episodios de violencia. "El que maltrata a un animal no va a tardar en maltratar a alguien de la sociedad. El maltrato animal es un foco rojo. El maltrato animal es la antesala a la violencia social”, menciona Martínez como una de sus conclusiones.

El propio Harfuch reconoció que durante su gestión han sido separados de sus cargos 330 policías. Sí, se reacciona, pero algo sigue fallando, porque también él dijo que Sergio N había aprobado control y confianza. Entonces, dentro de los parámetros de la SSC, cumplía para tener su cargo, pero no fue sino hasta que su conducta quedó evidenciada que se notó la falla. La interrogante es plenamente válida y debería ocupar no sólo a la institución en la que laboraba, sino a todas las demás encargadas de tareas de Seguridad Pública.

¿Realmente son funcionales o estrictos los exámenes que se hacen para saber si alguien es apto? Después de los hechos quedan muchas preguntas en el aire. Por ahora, Sergio N se encuentra detenido, sin libertad bajo fianza, y enfrenta dos acusaciones: una por maltrato animal y otra por tentativa de homicidio hacia el dueño de la carnicería.

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