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El zape a Sergio 'N', el reflejo emocional de todo un país por el cruel asesinato de un perro en México

Sergio 'N' | FOTO: CUARTOSCURO.COM
Sergio 'N' | FOTO: CUARTOSCURO.COM

En todo el país ha causado indignación la cruel muerte del perro Scooby, que fue arrojado a un cazo de aceite caliente en Tecámac, Estado de México. El presunto responsable, Sergio N, fue detenido en el domicilio de un familiar, en Coyoacán. Pasaron pocas horas desde que el video se hizo rival en redes sociales hasta la detención del sujeto, del que ahora se ha sabido que anteriormente trabajó como policía en la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, pero ya fue destituido.

Todo quedó grabado en una cámara de seguridad. Había entrado primero a la carnicería y, de acuerdo con el testimonio del carnicero, Sergio N le profirió amenazas y lo amagó con un arma. Al salir del negocio, Sergio N tomó al perrito y lo lanzó violentamente adentro del cazo. El can murió por las fuertes quemaduras que padeció. Con la toma de su rostro y de las placas, se tuvieron los elementos para poder dar con su paradero.

En su detención, que fue ampliamente esperada en redes sociales, hubo un hecho que llamó la atención. Naturalmente, la prensa estaba presente en el operativo, a la espera de que el sujeto saliera y hacer las fotografías y la cobertura informativa correspondientes. En ese momento, cuando Sergio N era trasladado a una camioneta, un reportero le lanzó un zape. En los diferentes videos que han circulado se puede ver el momento en el que el reportero acerca su mano y, entre todo el tumulto, alcanza a dar el golpe.

Enseguida, el sujeto volteó enojado mientras los policías piden que lo dejen entrar al vehículo. El hecho fue muy reconocido en Twitter y mereció todo tipo de comentarios: pidieron que, por ejemplo, se le diera el Premio Nacional de Periodismo y también se dijo que era lo menos que se podía hacer. Y es que el enojo popular no podría ser más grande ante las crueles escenas que se han viralizado en redes. El sujeto ya fue vinculado a proceso por Maltrato Animal.

Su abogado pidió a la jueza que se le diera libertad bajo fianza, pero esa opción fue negada porque la letrada apeló a los hechos que ya son conocidos por todos: “qué mínima intervención se le puede dar a un tipo que arroja a un perro a un cazo con manteca hirviendo”. De acuerdo con información de El Universal, el acusado lloró durante su audiencia y se dijo arrepentido de los hechos. Por otro lado, el agente del ministerio público pidió a la jueza que no se accediera a dejarlo en libertad, pues así se pondría en riesgo la integridad del carnicero, a quien había amenazado en primera instancia.

La proclama generalizada se ciñe a un castigo ejemplar: que exista un precedente claro de las consecuencias que puede enfrentar alguien que incurra en maltrato animal. En el Estado de México las penas por maltrato animal van de los tres a los seis años. Además, al sujeto en cuestión se lo podrían sumar otros delitos, como la presunta extorsión que estaba realizando en el establecimiento.

De acuerdo con reglas no escritas, un reportero no puede interferir en los hechos y debe mantenerse al margen. Sin embargo, en este caso la indignación no podría ser más grande y puede decirse que la reacción al tener a Sergio N enfrente, después de saber lo que había pasado, es lo mínimo que cualquier otra persona habría hecho. También se han hecho fuertes solicitudes en redes sociales para que el asunto no quede impune ni se olvide de manera exprés.

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