Rick Scott intenta reescribir la historia de polémica sobre fraude de $1,700 millones al Medicare

La sabiduría política convencional suele aconsejar a los candidatos que eviten mencionar sus polémicas pasadas.

Pero el senador federal Rick Scott se salió de su camino el jueves para asistir al juicio del ex presidente Donald Trump en Manhattan y recordar a los estadounidenses que él alguna vez dirigió una empresa de salud que recibió la mayor multa por fraude al Medicare en la historia del país.

En una conferencia de prensa a las puertas del tribunal en Manhattan donde se juzga a Trump, Scott comparó los cargos penales contra Trump con la investigación federal por fraude a Medicare y Medicaid que resultó en $1,700 millones en multas contra Columbia/HCA, la empresa de salud que ayudó a convertir a Scott en el senador federal más rico de Estados Unidos.

Anteriormente, en una entrevista en “Fox & Friends”, Scott afirmó que los cargos contra Trump —que está acusado de falsificar registros comerciales para ocultar un pago de dinero a cambio de silencio a una estrella porno— equivalen a una “persecución política”. Dijo que él también había sido víctima de un sistema judicial influenciado políticamente hace más de dos décadas.

“Por cierto. Me pasó a mí”, dijo Scott. “Peleé contra Hillarycare, ¿y adivinen qué pasó cuando peleé contra Hillarycare? La justicia vino tras de mí y nos atacó a mí y a mi empresa”.

Los comentarios de Scott el jueves marcaron un cambio de estrategia para el senador federal en su primer mandato, que ha esquivado los ataques sobre su liderazgo de Columbia/HCA —alguuna vez la mayor cadena de hospitales con fines de lucro en Estados Unidos— desde que entró por primera vez en la escena política como candidato a gobernador de la Florida hace 14 años.

Pero al compararse con Trump, Scott, que aspira a la reelección al Senado este noviembre, también intenta reescribir la historia. El propio Scott reconoció hace años que su empresa había “cometido errores”.

“Estuve al mando e incluso fui cuestionado por las autoridades. Pero eso no es lo que importa”, dijo Scott en un anuncio de campaña de 2010. “Lo que importa es que la empresa cometió errores y, como presidente ejecutivo, asumo mi responsabilidad y aprendo de ello”.

En 2014 el denunciante que ayudó al gobierno federal a investigar a Columbia/HCA describió una empresa con dos juegos de libros contables y dijo que no tenía “ninguna duda en mi mente de que Rick Scott era el líder de una empresa criminal”.

“El fraude en la empresa de Rick Scott perjudicó a adultos mayores, perjudicó a los contribuyentes, perjudicó a todos”, dijo John Schilling, un ex contador de HCA que trabajó con el FBI entre 1996 y 2003, en una conferencia de prensa en 2014. “El fraude estuvo en el ADN de la empresa de Rick Scott desde el principio y él era el padre”.

Joshua Karp, asesor demócrata con un largo historial de trabajo en campañas en la Florida, dijo que las declaraciones de Scott tratan de sacar provecho de las simpatías republicanas por Trump, quien enfrenta docenas de cargos criminales en múltiples jurisdicciones. Una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el mes pasado encontró que casi cuatro de cada cinco votantes republicanos estaban de acuerdo con la idea de que los cargos contra Trump tienen motivaciones políticas.

“Su manual de jugadas no es la coherencia del mensaje”, dijo Karp. “Su manual de jugadas es: di lo que tengas que decir en el momento para anotarte la victoria”.

La ex representante federal Debbie Mucarsel-Powell, que se postula a las primarias demócratas para disputarle a Scott su escaño en el Senado en noviembre, acusó a Scott de hacerle el juego a Trump.

“Tal vez alguien debería recordarle a Scott que en lugar de estar sentado en Nueva York tratando de hacerle el juego a un acusado declarado responsable de abuso sexual, debería estar en el trabajo centrándose en reducir los costos, asegurar la frontera [con México] frontera y proteger la democracia”, dijo Mucarsel-Powell en un comunicado al Miami Herald.

Un portavoz de la campaña de Scott declinó hacer comentarios sobre este artículo, y remitió al Herald a las declaraciones del senador durante su conferencia de prensa del jueves en Nueva York.

Legado corporativo de Scott

A diferencia de Trump, Scott nunca fue acusado de un delito. Sin embargo, el legado de su liderazgo en Columbia/HCA lo ha acompañado a lo largo de su carrera política y ha servido de forraje para sus oponentes, aunque nunca le ha perjudicado.

Fue presidente ejecutivo de la empresa hospitalaria hasta 1997, año en que renunció bajo presión después que agentes federales hicieron pública su investigación sobre el fraude en la empresa mediante la ejecución de órdenes de registro contra hospitales propiedad o anteriormente propiedad de Columbia/HCA.

Según investigadores federales, la empresa hospitalaria “estafaba sistemáticamente” al Medicare, al Medicaid y otros programas federales de asistencia médica, al tiempo que pagaba comisiones ilegales a sus médicos.

Scott negó haber cometido delito alguno y acusó a la administración del entonces presidente Bill Clinton de buscar venganza política por su oposición a una propuesta de reforma sanitaria apodada por los críticos “Hillarycare” en honor a la entonces primera dama Hillary Clinton. En 2003, la empresa aceptó pagar $1,700 millones en lo que entonces era el mayor acuerdo por fraude médico de la historia de Estados Unidos.

La renuncia de Scott también fue lucrativa. Se fue con una indemnización de $10 millones, un contrato de consultoría de cinco años y $300 millones en acciones y opciones. Ahora es el miembro más rico del Senado de Estados Unidos y ha invertido decenas de millones de dólares de su fortuna personal en sus campañas políticas a lo largo de los años.

Los detractores de Scott, tanto demócratas como republicanos, han intentado usar el caso Columbia/HCA en su contra. Uno de los puntos más mencionados es que Scott invocó su derecho a la Quinta Enmienda —que protege a las personas de una posible autoincriminación— 75 veces durante una declaración en 2000 en un caso civil no relacionado con el caso de fraude penal contra Columbia/HCA.

Aunque el propio Scott nunca fue acusado de irregularidades en la investigación del gobierno sobre Columbia/HCA, ha abordado repetidamente el tema en la campaña electoral.

En 2010, durante su primera candidatura a gobernador de la Florida, Scott trató de evitar las preguntas sobre su historial corporativo diciendo que asumía la responsabilidad de los problemas en Columbia/HCA, aunque insistió en que no fue consciente de ninguna irregularidad en ese momento.

En 2014, el entonces gobernador Charlie Crist presentó a Schilling, el ex contador de HCA, a los reporteros para que diera su versión de cómo trabajó con el gobierno federal para investigar el fraude en la empresa de Scott.

Scott hizo una afirmación similar en 2018, cuando se postuló inicialmente al Senado federal, cortando un anuncio diciendo que “asumía la responsabilidad” por lo que sucedió en la compañía hospitalaria y afirmaba que era la marca de un líder.

Scott ganó las tres elecciones.

En declaraciones a la prensa en Nueva York el jueves, reiteró su afirmación de que fue víctima de una investigación federal por motivos políticos.

“Estoy harto”, dijo Scott. “He visto lo que nos pasó a mí y a mi empresa. He hablado con gente de negocios a lo largo de los años, de lo que les ha ocurrido cuando hay persecución política. Y ahora he visto lo que le ha ocurrido al presidente Trump; con todos estos casos. Esto es simplemente ... que no quieren a este tipo en la boleta”.