Las reticencias entre los aliados debilitan la estrategia de EE.UU. para proteger el mar Rojo

El presidente estadounidense, Joe Biden, el primer ministro británico, Rishi Sunak, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el primer ministro japonés, Kishida Fumio, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte.

TÚNEZ.- Durante la última semana, se puso de manifiesto hasta qué punto Estados Unidos se encuentra aislado en todo lo relacionado con la guerra de Gaza. En el Consejo de Seguridad de la ONU, retrasó varios días la aprobación de una descafeinada resolución que pide un incremento de la ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza para terminar absteniéndose. Se quedó solo, ya que incluso su más fiel aliado histórico, el Reino Unido, votó a favor. Pero es quizás aún más significativo que a Washington le cueste encontrar aliados para poner en marcha una operación para proteger el Mar Rojo de los ataques de los hutíes, una milicia yemení pro-iraní.

Durante las últimas semanas, los hutíes atacaron con drones y misiles balísticos a una decena de barcos que se dirigían hacia el Canal de Suez. Los hutíes justificaron esos ataques como un acto de solidaridad con los palestinos, puesto que los barcos atacados presuntamente tendrían alguna relación con Israel, que continúa su ofensiva en la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamas del 7 de octubre.

Como consecuencia, las principales navieras de alcance global han decidido evitar cruzar el Canal de Suez, que concentra un 12% del comercio mundial. Ahora, sus navíos deben seguir una ruta alternativa bordeando el continente africano, un cambio que propiciará un retraso de unos diez días en la llegada de las mercancías, así como un encarecimiento de las importaciones.

Las fuerzas hutíes abordando el buque de carga Galaxy Leader el domingo 19 de noviembre de 2023.
Las fuerzas hutíes abordando el buque de carga Galaxy Leader el domingo 19 de noviembre de 2023.

Estados Unidos anunció la semana pasada la creación de una anémica coalición internacional para desplegar una operación naval en el Mar Rojo. La operación, llamada “Guardián de la Prosperidad”, debía estar formada por nueve países, la mayoría, estrechos aliados europeos, como Francia, España e Italia. De la lista, llamó la atención que el único país de la región fuera Bahréin, sede de la Quinta Flota de Estados Unidos, y que incluyera a las Seychelles, unas islas paradisíacas con sólo 100.000 habitantes.

Sin embargo, en los últimos días varios de estos países se retiraron o matizaron su participación. Entre ellos, Francia, Italia y, sobre todo, España, lo que provocó tensiones diplomáticas entre Washington y Madrid, e incluso una llamada telefónica de Joe Biden al presidente Pedro Sánchez.

Joe Biden y Pedro Sánchez se saludan durante su reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, el viernes 12 de mayo de 2023. (AP Foto/Susan Walsh)
Joe Biden y Pedro Sánchez se saludan durante su reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, el viernes 12 de mayo de 2023. (AP Foto/Susan Walsh)

A esta altura, todavía no está claro qué países formarán finalmente parte de la coalición y cuál será el rol concreto de cada uno, ya que el Pentágono asegura que una docena de países más quieren participar de forma anónima y, por lo tanto, se deberían añadir a los ya incluidos en la lista hecha pública.

Se sospecha que entre los Estados que prefieren guardar su anonimato figuran las tres potencias regionales árabes: Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Las tres son aliadas tradicionales de Estados Unidos y, además, se ven directamente perjudicadas por los ataques de los hutíes en el mar Rojo, sobre todo Egipto, que cada año ingresa unos 10.000 millones de dólares gracias a las tasas que pagan las naves por cruzar el Canal de Suez, y que en la actualidad sufre una grave crisis financiera.

La UE se une a la operación Guardián de la Prosperidad en el mar Rojo
La UE se une a la operación Guardián de la Prosperidad en el mar Rojo - Créditos: @EUNAVFOR

Según los expertos, dos razones explican su posición. En primer lugar, su proximidad a Yemen y el miedo a convertirse en blanco de la ira de los hutíes. Uno de los líderes del movimiento, Mohamed al-Bukhaiti, advirtió que mantendrán sus ataques pese a la creación de la coalición internacional, y que responderían “a cualquier agresión con operaciones militares sin precedentes”. Vistos los precedentes, sus amenazas no deben tomarse a la ligera.

Esta imagen de satélite suministrada por Maxar Technologies muestra al buque Galaxy Leader cerca de las costas de As Salif, Yemen, en el mar Rojo, el martes 28 de noviembre de 2023. El buque fue capturado por combatientes hutíes el 19 de noviembre. (Imagen satelital ©2023 Maxar Technologies vía AP)
Esta imagen de satélite suministrada por Maxar Technologies muestra al buque Galaxy Leader cerca de las costas de As Salif, Yemen, en el mar Rojo, el martes 28 de noviembre de 2023. El buque fue capturado por combatientes hutíes el 19 de noviembre. (Imagen satelital ©2023 Maxar Technologies vía AP)

De hecho, Arabia Saudita ya sufrió en su territorio varios ataques letales de los hutíes con drones y misiles. El más sofisticado tuvo como blanco el principal pozo petrolífero de la petromonarquía, desnudando ante el mundo entero las defensas antiaéreas saudíes. Por esta razón, Riad optó por un cambio de política, y está en ahora conversaciones con la milicia pro-iraní para sellar el fin de su participación en la guerra de Yemen, iniciada en 2015. Emiratos Árabes Unidos, todavía con presencia en el conflicto yemení, se encuentra en una situación similar.

La otra razón es la creciente hostilidad que suscita Washington entre la opinión pública árabe, inflamada por la extrema brutalidad del Ejército israelí y la complicidad de Biden. Si bien siempre ha habido una notable diferencia entre el grado de solidaridad con los palestinos entre la calle árabe y sus gobernantes, sobre todo después de que Estados Unidos e Israel sellaran una alianza de acero en 1967, este foso nunca había sido tan profundo.

El Representante Alterno de Estados Unidos para Asuntos Políticos Especiales ante las Naciones Unidas Robert A. Wood vota en contra de exigir el cese del fuego en Gaza (Charly TRIBALLEAU / AFP)
El Representante Alterno de Estados Unidos para Asuntos Políticos Especiales ante las Naciones Unidas Robert A. Wood vota en contra de exigir el cese del fuego en Gaza (Charly TRIBALLEAU / AFP) - Créditos: @CHARLY TRIBALLEAU

Y es que Israel lanzó los bombardeos más intensos justo cuando varios Estados de la región habían firmado la normalización con el Estado hebreo, como Emiratos Árabes Unidos, o estaban planeando hacerlo, como Arabia Saudita. Para cualquier líder árabe, una foto de sus militares actuando juntos a los norteamericanos es tóxica.

Según un sondeo en Túnez, con unas conclusiones extrapolables a toda la región, un 40% de la población tenía una imagen favorable de Estados Unidos justo antes de la guerra. Semanas después, la cifra había caído hasta el 15%. En cambio, la imagen de potencias rivales, como China e Irán, mostraba la tendencia opuesta. Con estos datos en la mano, y con el recuerdo de las primaveras árabes aún en la retina, no es de extrañar que algunos regímenes árabes prefieran mantener las distancias con la Casa Blanca.