A los republicanos les gusta Rubio para secretario de Estado. Ya se habla de sucesores

Quizá Donald Trump haya descartado a Marco Rubio en su búsqueda de compañero de fórmula, pero republicanos siguen viendo al senador federal como uno de los principales aspirantes a otro algo cargo en una futura administración de Trump.

Varios republicanos de la Florida están presentando a Rubio como posible candidato a secretario de Estado si Trump gana la Casa Blanca en noviembre, argumentando que su profunda experiencia en política exterior, y su relación amistosa con Trump, lo convierten en el principal aspirante a ocupar el cargo de principal diplomático del país.

Faltan casi cuatro meses para las elecciones, e incluso los aliados de Trump dicen que el ex presidente aún está lejos de finalizar un posible gabinete. Pero Rubio, vicepresidente de la Comisión de Inteligencia y de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, tiene tanto la experiencia como las habilidades en política exterior para dirigir el Departamento de Estado, dijeron republicanos al Miami Herald.

Emilio González, ex administrador municipal de Miami y ex director del Servicio de Aduanas e Inmigración (USCIS) bajo la presidencia de George W. Bush, calificó a Rubio de “eminentemente cualificado” para el cargo.

“El senador Rubio ha desarrollado una increíble experiencia internacional”, dijo González. “Ha sido muy coherente a lo largo de los años en cosas como el excepcionalismo estadounidense, los derechos humanos internacionales, la promoción de la democracia en todo el mundo”.

La oficina de Rubio declinó hacer comentarios. Un portavoz del senador dijo a principios de esta semana después que Trump eligió al senador JD Vance como su compañero de fórmula que Rubio estaba centrado en su papel en el Senado y en ayudar a los republicanos a ser elegidos en noviembre.

En declaraciones al Herald, Brian Hughes, asesor principal de la campaña de Trump, calificó a Rubio de “gran partidario y amigo” de Trump, que “seguirá desempeñando un papel en este movimiento hasta noviembre”. Declinó especular sobre posibles cargos en el gabinete en una hipotética administración de Trump.

“Especular sobre cualquier cosa más allá de noviembre es un juego en el que no participaremos, y decisiones como estas las tomará el presidente Trump después que ganemos el 5 de noviembre”, dijo Hughes.

Rubio fue considerado uno de los principales aspirantes a ser el compañero de fórmula de Trump este otoño, pero finalmente fue descartado en favor de Vance. Personas familiarizadas con las deliberaciones dijeron que la decisión del ex presidente se redujo, en parte, a su estatus de lugar de residencia y el de Rubio: Ambos residen en la Florida, y una disposición de la 12da Enmienda de la Constitución federal prohíbe a los electores votar tanto por un presidente por un vicepresidente de su estado de residencia.

Eric Trump, uno de los hijos del ex presidente, dijo a republicanos de la Florida en un desayuno al margen de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee el martes que su padre también sintió una cierta “química” con Vance, escritor y capitalista de riesgo que solo lleva un año y medio en su primer mandato en el Senado.

‘UN ACLOPAMIENTO NATURAL’

Para Rubio, que se postuló infructuosamente a la nominación presidencial republicana hace ocho años, la decisión de Trump supuso un revés en su búsqueda de un cargo ejecutivo. Pero algunos republicanos dijeron que un trabajo diplomático resaltaría mejor sus fortalezas y el papel del sur de la Florida en los asuntos internacionales.

Kevin Cabrera, comisionado de Miami-Dade que trabajó en la campaña de Trump en 2020, dijo que la experiencia de Rubio en América Latina enviaría una señal a los hombres fuertes en lugares como Cuba, Venezuela o Nicaragua si fuera seleccionado para dirigir el Departamento de Estado.

“El régimen de Castro, el régimen de Maduro, el régimen de Ortega; sería su peor pesadilla”, dijo Cabrera.

González dijo que ser hijo de inmigrantes cubanos le daría a Rubio “una visión muy singular para ser secretario de Estado”.

Mientras que gran parte de la discusión nacional sobre diplomacia se ha centrado en las relaciones de Washington con países como China o Rusia, el representante estatal de la Florida Alex Rizo, presidente del Partido Republicano de Miami-Dade, dijo que una potencial administración de Trump tendría que cultivar y construir sobre sus lazos con los países latinoamericanos, especialmente si Trump espera abordar grandes desafíos políticos como la inmigración ilegal o la epidemia de opioides.

Durante el primer mandato de Trump, Rubio ayudó a dar forma a parte de la política de su administración hacia Cuba.

“Si el presidente tiene éxito en su candidatura, y creo que lo tendrá,, creo que [Rubio] sin duda formará parte del gabinete del presidente y muy probablemente será secretario de Estado”, dijo Rizo. “Se ve su conocimiento del mundo, se ven los cargos que ha ocupado en el Senado. Es algo natural para él”.

UN REGALO PARA DESANTIS

Aunque el ascenso de Rubio a secretario de Estado sigue siendo un escenario hipotético que depende de una serie de circunstancias, incluida la victoria de Trump en noviembre, la posibilidad ya ha disparado las conversaciones sobre quién sucedería al senador.

Dos personas familiarizadas con el pensamiento del ex presidente dijeron que es reacio a sacar a Rubio del Senado, porque le daría al gobernador de la Florida, Ron DeSantis, anteriormente su rival por la nominación presidencial del Partido Republicano en 2024, la oportunidad de nombrar a un reemplazo.

Si Rubio renuncia al Senado para ocupar un cargo en el gabinete de Trump, DeSantis tendrá la oportunidad de nombrar a quien quiera para ese escaño, incluso a sí mismo. Tras el fracaso de la contienda presidencial de DeSantis este año, se espera que vuelva a aspirar a la Casa Blanca en 2028. Querrá seleccionar a un aliado incondicional que le ayude en esa contienda.

DeSantis se ha mostrado previamente desinteresado en volver al Congreso, según tres fuentes familiarizadas con su manera de ver las cosas, que no son identificadas para que que pudieran hablar con más libertad. Pero ahora que Vance es el inmediato favorito presidencial republicano para 2028, esas fuentes creen que DeSantis considerará nombrarse a sí mismo para el escaño del Senado en caso de que Rubio renuncie. En el Senado, sigue siendo un candidato presidencial viable, incluso si fracasa de nuevo u opta por retrasar su próxima campaña.

La oficina de DeSantis no respondió a una solicitud de declaraciones.

Existe un precedente para que DeSantis nombre a su jefe de gabinete y asesor político de confianza, James Uthmeier, para el escaño de Rubio en el Senado.

Cuando el entonces republicano Charlie Crist era gobernador en 2009, nombró a su jefe de gabinete y principal asesor político George LeMieux para el escaño del senador Mel Martínez después de que este renunciara. Lemieux decidió entonces no postularse a las elecciones, lo que permitió a Crist hacer campaña para ganar el escaño, una contienda que finalmente ganó Rubio.

La procuradora general de la Florida, Ashley Moody, y el ex presidente de la Cámara de Representantes José Oliva también se han barajado como posibles candidatos al Senado, aunque se cree que ambos están más interesados en postularse como candidatos a gobernador en 2026.

No fue posible contactar con Moody para que hiciera comentarios.

Oliva, un republicano de Miami Lakes que respaldó a DeSantis durante su primera candidatura a gobernador en un momento en que DeSantis tenía poco apoyo entre la élite política de Tallahassee y estaba 15 puntos abajo en las encuestas, desestimó las conversaciones sobre un posible nombramiento como “una hipótesis sobre una hipótesis”.

“Es demasiado pronto para nada de eso”, dijo.