Crece la tensión en Venezuela: Machado denunció un atentado en su contra y Maduro advirtió sobre un “baño de sangre”
BOGOTÁ.- La “furia bolivariana”, término acuñado por Nicolás Maduro para dar nombre a la persecución y hostigamiento contra la oposición democrática, aumenta de forma proporcional a la cercanía del trascendental 28 de julio, fecha de las elecciones presidenciales en Venezuela. Agentes revolucionarios atacaron los vehículos de la caravana de la líder opositora María Corina Machado sólo horas después de que el “hijo de Chávez” advirtiera sobre la posibilidad de que una derrota electoral provoque un derramamiento de sangre en el país.
ALERTA MUNDIAL
Esta madrugada cometieron un atentado contra mí y mi equipo en Barquisimeto, estado Lara. Nuestros carros fueron vandalizados y cortaron la manguera de los frenos.
Agentes del régimen nos siguieron desde Portuguesa y rodearon la urbanización donde pernoctamos.
La… pic.twitter.com/D40gXm9lsT— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) July 18, 2024
“Si la derecha engañara a la población en Venezuela podría haber un baño de sangre y una guerra civil porque este pueblo no se dejará quitar la patria ni los derechos sociales”, clamó el mandatario en anteanoche, extremando aún más sus discursos ante la evidencia de su derrota en las urnas.
La estrategia presidencial prosiguió este jueves, durante una visita al barrio de Petare, en el este de Caracas. En una conversación relajada e informal dentro de una vivienda, Maduro aseguró que en 2015, tras la victoria electoral de la oposición en las elecciones parlamentarias, evitó una revolución armada, “porque el pueblo quería salir a las calles. Yo he evitado que hubiera una guerra civil aquí, una revolución popular y armada como en el siglo XX. Si la derecha fascista llega al poder sería inevitable”.
Maduro también ha acusado a la oposición democrática de planear “un apagón eléctrico para cambiar el voto del pueblo”. Venezuela sufre desde hace 14 años una crisis eléctrica sistémica, que mantiene con apagones intermitentes a distintas zonas del país.
La explicación presidencial es, como poco, rocambolesca: si el pueblo vota por la oposición, como indican todas las encuestas independientes, ese mismo pueblo se levantaría por su amor a la revolución, inexistente en la actualidad. El último sondeo, hecho público por Delphos, una de las encuestadoras más acreditadas, mantiene un 59,1% de intención de voto para el embajador Edmundo González Urrutia, frente al 24,6% del mandatario.
Delphos va más allá y ha preguntado a la gente sobre si el cambio es una necesidad en el país. Así lo ha confirmado el 71,3% de los encuestados.
El asedio revolucionario volvió a centrarse en las últimas horas en Machado, tras una nueva concentración multitudinaria en la Venezuela más profunda y un día después de la detención de su jefe de seguridad, el exoficial de Policía Milciades Ávila.
La líder opositora lanzó una alerta mundial después de que en la madrugada “cometieran un atentado contra mí y mi equipo en Barquisimeto, estado Lara (a tres horas de Caracas). Nuestros autos fueron vandalizados y cortaron la manguera de los frenos”.
Machado mostró en videos y fotografías el estado de los vehículos y acusó directamente a agentes del régimen, quienes “nos siguieron desde Portuguesa y rodearon la urbanización donde pernoctamos, viniendo de Portuguesa hacia Caracas”.
La pintada “No + Bloqueo”, realizada con pintura blanca, cubría buena parte del lado derecho del vehículo. “La campaña de Maduro es la violencia y es responsable de cualquier daño a nuestra integridad física. No nos detendrán”, aseguró Machado.
“Esto es indetenible y cada amedrentamiento nos une y fortalece más. Este 28 de julio vamos a ganar con votos y cuidaremos cada uno de ellos”, plasmó la Plataforma Unitaria en su comunicado de condena al “atentado en contra de nuestra líder”.
Reclamo de Washington
Estados Unidos, que actualmente negocia directamente con la autoridades bolivarianas, exigió la liberación inmediata de Ávila y de los casi 80 detenidos durante la campaña. En las últimas horas Voluntad Popular, el partido del exprisionero político Leopoldo López, denunció la desaparición de uno de sus dirigentes del estado Miranda, junto a Caracas. Se trata de Freddy Cimino, de quien nada se sabe desde la noche del miércoles.
En los pasillos políticos de Caracas se debate sobre la última estrategia de Maduro, que mezcla represión y amenazas muy gruesas. La mayoría de los observadores consideran que el chavismo busca infundir el terror entre los votantes para restar apoyos a González Urrutia, pero tampoco descartan una operación de última hora.
De acto en acto, múltiples a lo largo del día, Maduro tampoco se ahorra sus diatribas internacionales. “Quieren una tragedia para gritar la suspensión de las elecciones. Saldrían los gringos, el malparido de Milei [Javier, presidente de la Argentina], el Noboa [Daniel, presidente de Ecuador], para que suspendieran las elecciones. Yo les digo a todos ellos: estamos preparados, nervios de acero, calma y cordura. Llueve, truene o relampaguee habrá elecciones presidenciales el 28 de julio en Venezuela”.
Haciendo oídos sordos a los improperios que llegan desde Caracas, los gobiernos de Ecuador, Costa Rica, República Dominicana y Panamá realizaron un “encarecido llamado” a las autoridades de Venezuela para que cumplan con la Carta Democrática Interamericana y con los acuerdos firmados en Barbados entre el gobierno y la oposición para que el 28 de este mes los comicios sean libres, justos y transparentes.
Machado recogió el guante de los cuatros países latinoamericanos para exigir al régimen que el proceso electoral “se desarrolle sin violencia política y respetando la soberanía popular expresada a través del voto”.