La “nueva realidad” de Pinamar: hoteles más caros, el “fantasma” de Brasil y una tendencia que resurge
PINAMAR (Enviado especial).– Otra temporada atípica. El dólar planchado, la fuerte caída de real en Brasil –se devaluó más del 21% durante el año– y el encarecimiento de destinos locales resultó en que un gran contingente de turistas argentinos se alejaran de la costa atlántica y migraran hacia otras localidades balnearias del exterior como Florianópolis o Punta del Este. Frente a este panorama, los pronósticos de los principales referentes del sector turístico, hotelero y gastronómico de este destino oscilan entre un “milagro ” de último momento y la imposición de una realidad aplastante para esta nueva temporada de verano, que se extiende durante enero.
Sin embargo, esta realidad parece contrastar con el sector inmobiliario que prevé una ocupación del 90 por ciento.
“Hay silencio. La preocupación se siente en el aire”, resume Pedro Marinovic, secretario de la Asociación Empresaria Gastronómica y Hotelera de Pinamar (Aehgp). Desde la entidad que nuclea a alrededor de 170 establecimientos distribuidos a lo largo del partido, anticiparon a LA NACIÓN que proyectan un 65% de ocupación promedio en materia hotelera, cifras muy por debajo de los números alcanzados en años anteriores. Tal y como ocurrió para el mismo período a principios de año, adelantan también que volverá a ser protagonista una tendencia que se popularizó a comienzos de la era Milei: turismo espontáneo y estadías cortas –de entre tres y cuatro días–.
“La demanda es mucho menor por obvias razones. Una de ellas es el real barato. Pero más importantes fueron las subas descomunales que se sucedieron este 2024. Solo a modo de ejemplo, los hoteles sufrieron aumentos en la tarifa de luz del 800%, y el gas pasó a estar un 645% más caro. En promedio, en la provincia de Buenos Aires, todo aumentó casi un 600%”, remarca Marinovic. Fuentes consultadas por este medio detallaron que un exclusivo hotel sobre el frente marítimo de Pinamar recibió una factura de 14 millones de pesos por suministro eléctrico. “Todo esto impactó en el precio del alojamiento. Tuvimos que subir el valor en un 100%. Y lo bajamos un 30% ahora para vender. Vamos a tener problemas para afrontar costos a fin de mes. Así que, a esta altura, aceptamos rupias con tal de que vengan”, ironiza el secretario de la Aehgp.
Un pronóstico similar elabora Fabián Salvucci, titular de las filiales en Pinamar y Cariló de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT): “Creemos que la ocupación estará muy por debajo de valores históricos. Hicimos un relevamiento esta semana y los números nos dan un poco por encima del 50%. Dependeremos probablemente de escapadas, permanencias cortas de tres o cuatro días. No aspiramos a que sea un verano brillante, que rogamos por que sea lo mejor posible”.
Insiste en que la variable precios fue el principal motivo por el que los argentinos mutaron en sus tradiciones de veraneo: “Con el dólar estancado y los aumentos mes a mes, incrementamos valores y lo hicimos por debajo del promedio de inflación anual –que acumula una variación del 112%–. Hoy estamos más caros en dólares que el año pasado. Esta desventaja competitiva hizo que muchos se decidieran por irse a destinos como Brasil. Pasamos de ser un país barato a ser un país caro. Esta es la nueva realidad que debemos afrontar y el motivo por el cual muchos deciden veranear afuera. En este contexto actual, apuntamos a maximizar beneficios a como dé lugar”.
Lucas Ventoso, secretario de Turismo de la ciudad balnearia, se muestra un tanto más optimista. En diálogo con este medio, apunta contra el “impulso irrefrenable de opinar sobre la temporada antes de que comience y dictar una sentencia al respecto”. “Lo normal sería hacer un diagnóstico sobre cómo se viene todo una vez haya empezado. Todavía no empezó. Todo puede cambiar. Las cosas van a variar mucho. No tenemos la bola de cristal. Hay que esperar y ver qué sucede finalmente”, dice.
En una clara apuesta al turismo local, expone algunos de los “puntos débiles” que sufren localidades balnearias en el exterior y podrían ser ventajosos para la costa atlántica: “Durante la última semana surgió información real de noticias de playas contaminadas en Brasil, robos y accidentes. Es la realidad de lo que pasa en el país vecino. Siento que es información que muchas familias van a tener en cuenta al momento de tomar una decisión de dónde ir a disfrutar de sus vacaciones”.
Y si bien afirma que los hoteles han perdido competitividad tras realizar un incremento del 100% en sus valores, aclara: “La cuestión de los precios excede a Pinamar. No es algo que ocurra únicamente acá. Es una pérdida de competitividad a nivel nacional”. Más adelante, profundiza en el por qué: “Los costos de la energía, gas y luz de establecimientos subieron diez veces en pesos. El que pagaba 200.000 pesos, ahora paga dos millones. No hay formar de transferir esa parte. La rentabilidad no es la misma que antes”.
Con la intención de poner en valor la ciudad que gestiona el intendente Juan Ibarguren, Ventoso destaca para cerrar: “Pinamar es un destino familiar. Contás con ambulancias, te brinda seguridad, tenés un hospital, atención pública. Te da una tranquilidad que no existe en otro lado. Es un plus que tenemos y el turista lo tiene en cuenta”.
“Todo completo”
En el sector inmobiliario, la dinámica parece ser otra. “Este año, esperamos una ocupación cercana al 90%, reflejando la confianza de nuestros visitantes en un destino que nunca defrauda. Con turistas provenientes de Buenos Aires, Rosario, La Plata, Santa Fe y hasta lugares más distantes como Tucumán y Santiago del Estero, Pinamar demuestra su capacidad de atraer a un público diverso que busca la mezcla perfecta de naturaleza y elegancia”, detalla Robertino Castelbajac de Marcel Gestión Inmobiliaria.
El diagnostico de Stella Vignau, de la inmobiliaria que lleva su nombre y abarca tanto Pinamar como Cariló, se mantiene en la misma línea: “Ninguna temporada es como la anterior. Pero en el negocio de los alquileres vemos un verano prometedor. Para la mayoría de los casos, salimos a mercado con los mismos valores del año pasado, y en gran porcentaje los cierres fueron exitosos. Para la primera quincena de enero, arrancando los últimos días de diciembre, está todo completo”.
“A pesar de esta alta demanda, contamos con oportunidades para quienes decidan sumarse a último momento y disfrutar de nuevas opciones de alojamiento, gracias a que se finalizaron diversos desarrollos inmobiliarios a tiempo para esta temporada. Ofrecemos también una versatilidad única que se adapta a todos los bolsillos”, destaca.
Para Juan Ignacio Serra, presidente de la Asociación Empresaria Gastronómica y Hotelera de Pinamar, el éxito dependerá de dos factores: “Las estadías cortas van a ser un punto decisivo para este verano. Dependemos de la espontaneidad de la gente, esa tendencia que marcó a fuego el pasado enero y parece repetirse. Por otro lado, es importante que el clima nos juegue a favor, algo que parece estar asegurado. Tendrá gran influencia en la decisión de los argentinos de dónde pasar sus vacaciones”.