PUNTA DEL ESTE (Enviada especial).– Para ir a una pizzería en Manantiales hay que hacer cola, aunque una no tan larga como la que se debe hacer para ingresar en alguna de las principales cafeterías de la zona o para pagar en la caja del supermercado. Ayer, con carritos llenos y vacíos, aprovechando una mañana de cielo plomizo y una llovizna que iba y venía, los argentinos se movían entre las góndolas de Punta del Este como hormigas desorientadas. Algunos agarraban champagne de primera marca (US$26,60), fideos importados (US$3,83) y gaseosas (US$3,60 la botella de litro y medio). Los precios son iguales a los del año pasado en dólares, pero para los argentinos, debido a la diferencia cambiaria, son más amigables e incluso, en algunos casos, especialmente en rubros como la decoración y la indumentaria, más baratos que los de la Argentina.

“Estamos comprando una picadita para hoy. El año pasado no lo hubiese hecho, miraba los precios con mucha atención. Ahora estamos mucho más liberados”, dijo Cristián Domínguez, un empresario argentino de 52 años, que veranea en la casa de un familiar con su mujer y sus dos hijos. Abría la heladera de quesos con dificultad, intentando que no se resbalaran las dos baguettes y el salame que cargaba bajo el brazo.

Los precios uruguayos en alimentos y gastronomía no son baratos para los argentinos. Pero la diferencia con los precios de Buenos Aires se achicó y eso genera una sensación de relajamiento entre los turistas consultados por LA NACION, entre los cuales la mayoría veranea seguido en la costa esteña. Un grupo de jóvenes que cada año pasan los primeros días de verano en Punta del Este comentó que, a diferencia de otras temporadas, esta vez no se trajeron las bebidas alcohólicas de Buenos Aires, sino que optaron por comprarlas en Uruguay. Si bien algunas bebidas tienen precios iguales o similares a los de Argentina, en el caso del fernet, una de las más populares entre argentinos, sí hay diferencia, aunque es menor a la de temporadas anteriores: allá cuesta aproximadamente $12.000 argentinos y acá el equivalente a más de $15.000 argentinos.

La entrada a las fiestas de Año Nuevo para los adolescentes y jóvenes sale, al igual que en los años anteriores, entre US$100 y US$150, mientras que para las fiestas de los días previos y posteriores oscila entre los US$50 y los US$70. “Son fiestas caras. Pero, cuando lo pensás, una fiesta te sale lo mismo que una remera de marca de Buenos Aires”, destacó una entrevistada de 25 años que prefirió resguardar su identidad, mientras caminaba ayer por la tarde por las atascadas veredas de La Barra, donde la congestión de personas era similar a la de la avenida contigua, donde había un embotellamiento de autos de al menos una cuadra de extensión.

Mientras que en las calles y en los supermercados de Punta del Este hay personas que afirman no mirar los precios, otros sostienen todo lo contrario. “Punta del Este sigue siendo caro para nosotros. La idea es cocinar todas las noches, porque comer afuera se hace difícil. Todos los años, incluido este, estamos gastando 300 dólares por día”, expresó Gastón, un argentino que se dedica al comercio exterior y veranea junto a su mujer y dos hijos en La Brava.

El día de playa

Los precios del día de playa varían según los paradores y las playas, las cuales recién hoy, debido a la tan esperada salida del sol, comenzaron a coparse de gente. En un puesto de La Brava, un choclo cuesta US$3,5; un pancho o un churro con dulce de leche, US$3; un licuado, US$8, y una porción de aros de cebolla, US$7.

En un parador de lujo ubicado a pocos metros, un porrón de cerveza nacional sale US$8 dólares y un café con leche, US$6. Mientras que en las cafeterías de moda de La Barra y Manantiales el café varía entre US$3,5 y US$5,3, gama de precios que los clientes consideran iguales a los de las cafeterías de especialidad porteñas.

Los más jóvenes parecen ser los más cautelosos con los gastos. Un grupo de cinco amigas de 27 y 28 años, entre las que se encuentra Sofía Ezcurra, se mostraron sorprendidas al ver el ticket de la compra de supermercado que acababan de realizar, pero al hacer cálculos consideran que hubiesen gastado una cifra menor, aunque similar, en Buenos Aires. Hicieron una compra completa para los próximos cinco días y gastaron alrededor de 400 dólares, es decir unos 80 dólares por persona. La más sorprendida fue Camila, quien vive en España. “Allá el supermercado es mucho más barato”, sostuvo.

Lo más barato y lo más caro de Punta

Entre los rubros con precios más bajos en relación con la Argentina, los turistas destacan la decoración y la indumentaria. “Hoy me compré una jarra de acrílico grande y muy linda en un bazar, y me salió $8000 argentinos. En Buenos Aires una así me hubiese salido por lo menos el doble”, dijo a LA NACION la maquilladora Guadalupe Díaz, de 36 años, mientras hacía la fila de más de diez personas en un supermercado de la avenida Roosevelt, junto a su pareja y su hija de dos años, que lloraba.

Laura, una argentina de 28 que prefirió resguardar su apellido, destacó que para los argentinos comprar ropa en Uruguay es barato. “Para comparar, una camisa de lino en Zara Argentina sale unos $100.000; acá, en un localcito de La Barra, sale US$80 y además podés hacer el tax free”, apuntó.

Lo más caro, dicen los turistas, es la nafta. Mientras que el litro de súper sale en las YPF que funcionan la ciudad de Buenos Aires $1108 argentinos, en las sucursales de Ancap de Punta del Este sale $1750 argentinos; la nafta premium sale en YPF $1370 y acá, $1812. No es el caso del gasoil, reveló Domínguez. “Cargué combustible y, como mi auto es gasolero, me salió más barato que en la Argentina”, sumó.

Cómo pagan los argentinos

Entre los turistas argentinos hay cierto consenso sobre la manera más conveniente de abonar sus gastos durante la temporada de Punta del Este. Coinciden en que conviene pagar con tarjeta los consumos en gastronomía y hotelería, mientras que lo demás es mejor hacerlo en pesos uruguayos, en efectivo.

“A pesar de que sacaron el Impuesto País, el dólar tarjeta tiene un recargo del 30%. Yo prefiero pagar todo el supermercado en efectivo”, detalló Guillermo Ortiz, de 60 años, quien pensó como estrategia previa al verano comprar dólares en Buenos Aires y luego, en Punta del Este, cambiar los dólares a pesos uruguayos y abonar las compras en efectivo.

A la vez, debido a que durante este verano, al igual que durante los anteriores, aquí hay tasa cero para la hotelería y devolución del IVA para la gastronomía pagando con tarjeta extranjera, los turistas más conocedores de economía y finanzas recomiendan abonar con tarjeta en restaurantes y cafeterías.