Proyecto ecológico, primero con el que exmilitares buscan reparar crímenes del conflicto en Colombia

BOGOTÁ (AP) — Un grupo de 46 exmilitares intentará reparar el daño causado por crímenes de guerra y lesa humanidad sembrando árboles nativos en un corredor ambiental que fue escenario del conflicto armado colombiano, como parte del primer proyecto del Sistema Restaurativo del Tribunal de Paz que entró en funcionamiento el martes.

“Quiero agradecer a las víctimas por su generocidad para permitir que obren iniciativas restaurativas como opción de justicia”, dijo Henry William Torres Escalante, quien fue un mayor general y reconoció haber participado en casos de “falsos positivos”.

Como Torres Escalante, los otros 45 exmilitares han aceptado su responsabilidad en ejecuciones extrajudiciales en las que algunas unidades del Ejército presentaron a civiles como guerrilleros vencidos en combate para mostrar resultados positivos y obtener beneficios.

Los exmilitares comparecen ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que fue creada para juzgar y sancionar los crímenes del conflicto interno tras un acuerdo de paz firmado en 2016 por el Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la que fuera la guerrilla más antigua de Latinoamérica.

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La JEP puede juzgar a exguerrilleros, agentes del Estado, de la fuerza pública y terceros civiles que sin formar parte de grupos armados hayan estado vinculados al conflicto. En caso de que digan la verdad sobre sus crímenes, los victimarios pueden recibir sanciones que no implican cárcel, pero sí un componente restaurativo en el que tratarán de reparar a las víctimas y la sociedad con proyectos.

Con el proyecto ecológico los exmilitares realizarán de manera anticipada trabajos que podrán ser tomados en cuenta como parte de las sanciones que les imponga el Tribunal para la Paz, indicó la entidad en un comunicado. Hasta el momento la JEP no ha emitido sus primeras sentencias.

“Hago un reconocimiento a los comparecientes por su voluntad férrea de mantenerse en sus compromisos y recorrer este largo camino que los trae hasta aquí”, aseguró el magistrado Roberto Vidal, presidente de la JEP, durante el lanzamiento del proyecto.

El proyecto llamado “Siembras de Vida” funcionará en el sur de Bogotá en terrenos que hacen parte del corredor ambiental de Chingaza y Sumapaz —el páramo más grande del país— en donde hubo presencia de grupos armados ilegales. Las FARC lo consideraban estratégico en su plan para llegar al poder por las armas, al ser la entrada a la capital del país.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, mostró su apoyo a los esfuerzos de paz y recordó que en la ciudad hay más de 370.000 víctimas del conflicto armado colombiano.

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“Las víctimas muchas veces preferimos la verdad, ejercicios como estos, para poder superar el dolor que tuvimos y no quedarnos en la incertidumbre de saber qué pasó, quién fue el responsable”, aseguró el alcalde, cuyo padre, Luis Carlos Galán, fue asesinado en 1989 cuando aspiraba a la presidencia y tras enfrentar a los cárteles del narcotráfico.

Los exmilitares sembrarán especies nativas como arrayán, salvio negro y garrocho. También deberán evitar el ingreso de especies invasoras al corredor ambiental. Trabajos que tendrán horarios y serán monitoreados por la JEP.

“Es una paz en la que tiene sentido que los responsables siembren árboles que como el nuestro se talaron por la violencia”, aseguró durante el lanzamiento del proyecto Cindy Paola Jiménez Carvajal, víctima del conflicto armado que vive en el sur de Bogotá.

La JEP pondrá en funcionamiento otros dos proyectos restaurativos en Antioquia, al noroeste del país, centrado en la educación en el riesgo de minas antipersonal; y en Nariño, fronterizo con Ecuador, de construcción de infraestructura que beneficiaría al pueblo indígena Awá.