El programa de la CDU propone un giro a la derecha en inmigración y un fuerte apoyo a Ucrania
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Alemania ha hecho público su programa para las elecciones anticipadas del próximo año, en el que aboga por una postura de línea dura en materia de inmigración, gasto en defensa y seguridad y recortes fiscales. El partido, liderado por el exbanquero Friedrich Merz, parece bien posicionado para volver al poder, ya que en los últimos sondeos lidera a las demás formaciones alemanas con cerca del 30% en intención de voto.
Según su programa electoral, la CDU pretende conducir a Alemania más a la derecha, sobre todo en materia de inmigración, donde propone una ruptura no solo con el Gobierno actual, sino con Angela Merkel, la antigua líder del partido, que gobernó Alemania durante 16 años.
Entre otras medidas, la CDU reclama ahora una política de asilo más estricta y una congelación 'de facto' de las admisiones de asilo en la frontera. Estas políticas pueden ser difíciles de aplicar, ya que las normas europeas impuestas por la Convención de Ginebra establecen que los países de la UE tienen la obligación de examinar las solicitudes de asilo una vez que el solicitante se encuentra en suelo europeo.
Los funcionarios de fronteras pueden denegar la entrada a los solicitantes si suponen un peligro para la población, pero la Comisión Europea tiene la prerrogativa de intervenir. Sin embargo, países como Grecia y Polonia llevan varios años rechazando inmigrantes sin interferencias de Bruselas.
El manifiesto de la CDU también propone abolir la protección subsidiaria para los solicitantes de asilo, que también está consagrada en la legislación europea en virtud de la Convención de Ginebra. El partido afirma que quiere que la ley se modifique a nivel europeo, lo que supondría que Alemania se sumaría a un pronunciado giro a la derecha en política de migración y asilo que se ha extendido por los Estados miembros de la UE.
Junto a estos planes, la CDU afirma que quiere designar a más países como "seguros" para deportar a los inmigrantes de forma más eficaz; estudiar la externalización de los procedimientos de asilo a terceros países; y reducir las prestaciones económicas a los solicitantes de asilo a los que se les ha dicho que abandonen Alemania.
El partido argumenta que sus políticas son "urgentemente necesarias" para frenar la inmigración, alegando que la "afluencia" de personas a Alemania es "excesiva". Al mismo tiempo, propone acelerar la tramitación de visados para trabajadores cualificados extranjeros, de los que Alemania necesita más con urgencia.
Por otra parte, el manifiesto promete revertir la popular política de doble nacionalidad introducida por el anterior Gobierno, en virtud de la cual los ciudadanos pueden tener más de un pasaporte por primera vez en la historia de Alemania. En lugar de conceder la nacionalidad a los ciudadanos, el partido propone cursos de integración y considera que el pasaporte alemán es "el final de la integración, no el principio".
Defensa y seguridad
La CDU promete inyectar al Ejército "al menos" el 2% del producto interior bruto (PIB) del país, manteniendo así a Alemania en línea con la obligación de gasto en defensa de la OTAN, al tiempo que mejora la cooperación en materia de adquisiciones de defensa con el resto de Europa. "Estamos equipando a la Bundeswehr para que vuelva a ser plenamente capaz en materia de defensa", proclama el manifiesto de la CDU.
El Gobierno de Olaf Scholz, ahora en quiebra, ya ha alcanzado el umbral del 2%. Sin embargo, a pesar del impulso dado a la modernización militar tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, las fuerzas armadas alemanas fueron calificadas de anticuadas y en retroceso en una evaluación anual publicada a principios de febrero de este año.
La CDU ha insistido en su apoyo a Ucrania, incluido el suministro continuado de armas, y Merz se está promocionando a sí mismo como aún más duro con Rusia que Scholz, diciendo que potencialmente permitiría al asediado país utilizar misiles Taurus para atacar objetivos dentro de Rusia, algo a lo que el canciller saliente se ha negado rotundamente.
Sin embargo, Merz dijo este martes en una rueda de prensa para presentar el manifiesto que un país en guerra no puede convertirse en miembro de la OTAN, lo que implica que podría ser más pragmático en su apoyo a Ucrania si se convierte en canciller. En el ámbito nacional, Merz ha propuesto reforzar la seguridad equipando los "puntos calientes y peligrosos" con cámaras de vídeo y programas de reconocimiento facial, limpiar las mezquitas donde se practica el "odio y el antisemitismo" y combatir el extremismo tanto de izquierdas como de derechas.
Recortes fiscales y reformas en materia de bienestar
En cuanto a la tambaleante economía alemana, que lleva dos años de escaso crecimiento, el manifiesto de la CDU culpa al anterior Gobierno de haber llevado al país "a la recesión".
El partido propone reducir el impuesto de sociedades al 25%, suprimir el impuesto de solidaridad alemán, aumentar el tipo impositivo máximo a 80.000 euros y reducir el IVA en la hostelería. El programa político también afirma que el partido mantendría el "freno a la deuda" de Alemania, consagrado constitucionalmente, que restringe los déficits presupuestarios estructurales para limitar la deuda pública. Los llamamientos de Scholz a reformar el freno abrieron profundas divisiones en su Gobierno de coalición y, en última instancia, contribuyeron a acelerar su colapso.
Para financiar los cambios, Merz ha propuesto cambios radicales en el sistema de prestaciones de Alemania, abogando por un nuevo sistema de "seguridad básica" que sustituya al actual, según el cual los desempleados adultos reciben como mínimo 402 euros al mes. El partido afirma que retirará las prestaciones a los adultos que "no estén dispuestos a trabajar", pero el manifiesto no aclara cómo se llegará a esa determinación. La CDU afirma que, en su lugar, ofrecerá más apoyo a quienes busquen trabajo, incluidos cursos de idiomas y centros de empleo más eficientes.