La potencia de siempre y un boxeo mejor, el Gallo cubano canta un nocaut brutal y hace enojar al campeón en BKFC
El Gallo volvió a cantar tan fuerte como antes. O quizá mejor. Bryan Durán tuvo que esperar largos meses en espera de que su hombro sanase para regresar al círculo de fuego de Bare Knuckle, pero valió la pena la espera, pues el cubano regresó por la puerta grande con un nocaut espectacular.
En una de las peleas más esperadas de la noche, Durán venció por nocaut técnico en el mismo primer asalto a Kasim Ruffin para poner de pie a miles de fanáticos que le siguen con pasión y que le han convertido en una de las atracciones de BKFC en el sur de la Florida.
Durán mejoró su record a 7-1 y esa única derrota se produjo ante el campeón mundial de peso pluma del BKFC, Kai Stewart, que también estuvo presente el sábado y con quien sostuvo un conato de bronca al bajarse del ring, provocando la ira del rey de las 145 libras.
El matancero tuvo unas palabras con Stewart antes de arrojarle un poco de cocacola encima y ser separados por la seguridad del Hard Rock Live del Hotel y Casino Hard Rock en Fort Lauderdale, que evitó un problema mayor y deja sentada una potencial revancha entre ambos.
La primera vez que Steward y Durán pelearon por la faja mundial, el cubano sufrió una lesión en el primer asalto que condicionó el resto de la pelea y aunque trató por todos los medios de llevarse la victoria, las dificultades con su mano derecha le impidieron llegar más lejos.
Ahora, totalmente recuperado, el “Gallo’‘ demostró que ese poder sigue intacto, pero también se le vieron otros elementos de boxeo que ilusionan, pues Ruffin era un buen oponente y puso a prueba a Durán hasta que el pupilo del profesor Eric Castaños desencadenara su ataque brutal.
Faltando apenas un segundo para el final del asalto, Durán conectó con combinaciones a Griffin, quien se fue al piso y obligó al árbitro a detener las acciones, evitándole un castigo mayor y dejando intacta la reputación del ganador como el mejor retador posible para Steward.