La polémica con Israel hunde a Lula en una tormenta polémica: críticas de aliados y pedidos de impeachment
BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, no solo enfrenta desafíos en el ámbito diplomático, sino que también está enfrentando un desgaste interno como consecuencia de sus polémicas declaraciones en los que comparó los ataques israelíes en la franja de Gaza con el Holocausto nazi.
Las controvertidas declaraciones del mandatario brasileño provocaron fricciones dentro del gobierno, con partidos aliados que integran la base oficialista, e inclusive pedidos de apertura de impeachment de la oposición en el Congreso.
Reuni-me com o primeiro-ministro da Autoridade Palestina, @DrShtayyeh, sobre a situação de Gaza. Falamos da necessidade da solução de dois estados e ele agradeceu a solidariedade e apoio do Brasil para um cessar-fogo imediato na região e o fim dos ataques que estão matando civis… pic.twitter.com/vcJAsMRRqT
— Lula (@LulaOficial) February 17, 2024
“Lo que está sucediendo en Gaza con el pueblo palestino no existe en ningún otro momento histórico. En verdad, existió cuando Hitler resolvió matar a los judíos”, dijo Lula el domingo en Etiopía, generando una ola de cuestionamientos y la declaración de “persona non grata” por parte de Israel debido al caso de posible banalización del Holocausto.
Los señalamientos a Lula en Brasil llegaron de parte de aliados próximos, con lugares importantes en la estructura del gobierno.
“Hamas provocó eso [la guerra], porque fue a Israel a ejecutar una montaña. Es una comparación sin ningún sentido. Me parece lamentable, porque no es un genocidio”, dijo Carlos Siqueira, presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB), al periódico O Globo. El PSB es el partido del vicepresidente, Geraldo Alckmin, y encabeza dos ministerios.
La insatisfacción con el presidente en el Parlamento está encabezada por la numerosa bancada evangélica.
“Verbalizaciones desequilibradas, además de no representar el pensamiento de la mayoría de los brasileños, comprometen la política internacional de forma innecesaria”, dijo en una nota este lunes el grupo, que nuclea a 203 de los 512 diputados, entre ellos decenas de partidos de la base oficialista.
La organización “Judíos por la democracia”, que apoyó a Lula en la campaña presidencial de 2022 en la que derrotó al exmandatario Jair Bolsonaro, calificó los dichos como “indefendibles”, en una nota crítica divulgadas en redes sociales.
Las declaraciones de Lula fueron “un gesto que solo trajo problemas, tanto en la diplomacia como en la política doméstica”, advirtió a LA NACION el analista Maurício Santoro, profesor de relaciones internacionales y colaborador del centro de estudios político-estratégicos de la Marina brasileña.
El episodio generó una cita al ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, para dar explicaciones en el Congreso.
Vieira confirmó este martes que comparecerá en la comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento a principios de marzo, según confirmó LA NACION.
“Hablá más, Lula”, dijo, por su parte, Fabio Wajngarten, vocero de Bolsonaro, que compartió en X una nota periodística sobre el impacto negativo -81% según el artículo- de los comentarios en redes vinculados a los dichos del mandatario.
Fala mais Luuula.
🤡🤡🤡🤡 pic.twitter.com/uCTdNOOESb— Fabio Wajngarten (@fabiowoficial) February 19, 2024
A diferencia de Lula, Bolsonaro promovió una política de alineamiento de Brasil con Israel. El ultraderechista llegó inclusive a promover el traslado de la capital brasileña de Tel Aviv a Jerusalén, un proyecto replicado recientemente por el mandatario argentino, Javier Milei.
El bolsonarismo intentará inflar la repercusión negativa de los dichos y explotarlos políticamente el próximo domingo, cuando el expresidente hablará en la avenida Paulista de San Pablo, en un acto convocado contra el avance del Supremo Tribunal Federal en las investigaciones en su contra.
Para Santoro, Lula “regaló a la oposición” un asunto para cerrar filas contra él.
La declaración en Etiopía se sumó a otros tropiezos de Lula sobre asuntos internacionales, como cuando igualó las responsabilidades entre Rusia y Ucrania por esa guerra o minimizó las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, que calificó como “narrativas”.
Casi un centenar de diputados de la oposición firmaron en la cámara baja un pedido de impeachment presentado por la oposición. Decenas de diputados de partidos de la base oficialista como el Partido Progresista (PP) del presidente de Diputados, Arthur Lira, y Republicanos, firmaron el pedido.
El ministro de Relaciones Institucionales de Lula, Alexandre Padilha, dijo que los pedidos de juicio político “no avanzarán” por ser “descalificados”.
El excanciller Celso Amorim, principal asesor de la presidencia en asuntos internacionales, volvió a defender el martes la declaración del presidente.
“Sacudió al mundo y desencadenó un movimiento de emociones que puede ayudar a resolver una cuestión que la frialdad de los intereses políticos fue incapaz de hacerlo”, insistió en diálogo con el diario Folha de S. Paulo.
Pero para Santoro la actitud de Lula enciende una “señal de alerta”. “Juntó a movimientos conservadores, evangélicos, la comunidad judía y varios grupos que no son necesariamente de oposición, pero quedaron indignados con los dichos”, explicó.
“No está ganando nada con su comportamiento, nadie va a votarlo por su posición sobre Palestina, pero está alejando a moderados y liberales de centro-izquierda que podrían apoyarlo si adoptase una posición más blanda”, concluyó el profesor.