Le Pen, Wilders y sus aliados se reúnen en Bruselas para crear un supergrupo de extrema derecha en la UE

Le Pen, Wilders y sus aliados se reúnen en Bruselas para crear un supergrupo de extrema derecha en la UE

Los líderes de los partidos de derecha más radicales de Europa se reunieron este miércoles en Bruselas para debatir cómo unir a la fracturada derecha de la Unión Europea tras sus avances en los principales campos de batalla electoral nacionales en las elecciones europeas.

La francesa Marine Le Pen -cuyo partido Agrupación Nacional tiene ahora la mayor delegación en el Parlamento Europeo tras conseguir 30 escaños en los comicios de la semana pasada, se reunió con el líder del partido ultraderechista italiano Matteo Salvini. Ambos habían disputado durante años el liderazgo de la derecha radical europea. Era una primera reunión aclaratoria antes del encuentro de líderes pertenecientes al grupo parlamentario Identidad y Democracia (ID).

Se espera que Geert Wilders, cuyo grupo de extrema derecha Partido por la Libertad, alcanzó recientemente un acuerdo de coalición para cogobernar en Países Bajos; Tom Van Grieken, líder del partido belga Interés Flamenco y André Ventura, líder del partido portugués Chega!, se unan a las conversaciones, en las que también estarán representados partidos de extrema derecha checos, austriacos y daneses.

En un comunicado, la Liga afirmó que Salvini y Le Pen habían hablado de unir al "centro derecha" europeo, a pesar de que sus partidos están considerados como algunos de los más radicales de Europa.

La casi imposible Gran Ultra Coalición

En declaraciones a la prensa antes de la reunión, André Ventura -cuyo partido Chega! irrumpió en la escena política portuguesa en las elecciones legislativas anticipadas de marzo- dijo que aunque ID estaba integrado y alineado como grupo, también buscaba activamente expandirse.

Identidad y Democracia está en negociaciones más amplias para formar un gran bloque de derechas que luche contra la corrupción, contra la inmigración ilegal y para controlar nuestras fronteras

"Si estas conversaciones conducen a buen puerto, estaremos dispuestos a participar en ellas. Si no lo hacen, también estaríamos muy contentos en el grupo ", añadió.

Los partidos de extrema derecha del Parlamento Europeo están actualmente divididos en dos bandos: Identidad y Democracia y Conservadores y Reformistas Europeos, que albergan a partidos como Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, y Vox, de España. Aunque no salieron tan reforzados como se esperaba en las elecciones europeas de la semana pasada, podrían convertirse en la tercera o incluso la segunda fuerza política del Parlamento Europeo si se fusionaran.

La pelota está en el tejado de Meloni

En declaraciones a 'Euronews', Tom Vandendriessche, eurodiputado belga del partido Identidad Flamenca, declaró: "Ahora estamos en conversaciones con todos los partidos políticos. Ahora estamos en conversaciones con todos nuestros amigos y socios".

"Nosotros, como identidad Flamenca, estamos abiertos a cualquier debate sobre la ampliación del grupo", añadió.

Días antes de las elecciones europeas, Marine Le Pen declaró al diario italiano 'Corriere della Sera' que estaba buscando el respaldo de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para unir su propio grupo ID con el ECR de Meloni en un supergrupo de extrema derecha.

El movimiento se considera arriesgado para Meloni, que ha forjado una estrecha relación con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y podría perder la oportunidad de cimentar su influencia en el escenario de la UE si se abre a fuerzas más radicales.

La decisión de Macron

La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de convocar elecciones legislativas anticipadas también ha cambiado radicalmente lo que está en juego, ya que Marine Le Pen ve su oportunidad de hacerse con el control de la Asamblea Nacional e instalar a su protegido Jordan Bardella, de 28 años, como primer ministro de Francia.

Esto podría dar al partido de Le Pen aún más poder de atracción en los intentos de formar un supergrupo de extrema derecha.

El partido Ley y Justicia -Fidesz- de Viktor Orbán tampoco tiene techo político en el Parlamento Europeo y podría reforzar ese supergrupo con 11 escaños.

Profundas discrepancias sobre Ucrania y el sentimiento prorruso

Pero unir a estas fuerzas radicales es más complejo de lo que parece. Una cuestión en particular, el conflicto de Ucrania, ha puesto de manifiesto una profunda división en la derecha europea.

Algunos partidos del grupo ID, en particular el Partido Austriaco por la Libertad, se consideran prorrusos y se oponen al apoyo militar y financiero de la UE a Kiev.

Alternativa para Alemania también fue expulsada del grupo el mes pasado a raíz de una serie de escándalos, entre ellos las acusaciones de que sus miembros habían sido pagados por una operación de influencia rusa para difundir propaganda a favor del Kremlin en Europa.

En los últimos tiempos, los partidos del grupo ID han intentado suavizar su postura en cuestiones clave como el apoyo a Ucrania y el sentimiento antieuropeo.

En una entrevista concedida a Euronews el mes pasado, Anders Vistisen, portavoz de la campaña europea de ID, criticó duramente a la Unión Europea por no haber "dado un paso al frente" a la hora de proporcionar a Kiev la ayuda militar y el equipamiento que necesita para resistir la invasión rusa.

Ya no airean la opción de salir de la Unión Europea

Líderes como Le Pen y Wilders también se han retractado de anteriores sugerencias de que abandonarían el bloque de los 27 si llegaran al poder en su país.

En vísperas de las elecciones legislativas anticipadas en Francia, el partido de Le Pen se ha distanciado incluso de sus homólogos de la derecha radical, como Reconquista, de Éric Zemmour, mientras intentaba asegurarse la lealtad de sus socios de centro-derecha.

Las fuerzas centristas y de izquierdas han advertido a las fuerzas tradicionales de centro-derecha de Europa de que no se dejen seducir por socios radicales, advirtiéndoles de que podría tener consecuencias devastadoras para Ucrania y para la propia estabilidad geopolítica de Europa.