PRD, el eclipse total del Sol Azteca: de la hazaña de Cárdenas al declive y agonía tras el abandono de AMLO
Todo lo que empieza acaba. Hoy casi llega al final de su camino el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado en 1989 bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas, que logró la hazaña de conjuntar la voluntad de diversas fuerzas políticas, con visiones políticas e ideológicas diversas, que habían accedido a la institucionalización de su vida después de la Reforma Política de 1977, promovida por Jesús Reyes Heroles.
El PRD fue la plataforma desde la cual los grupos de izquierda accedieron al Poder Legislativo, inicialmente. Posteriormente conquistarían posiciones electorales de nivel local y estatal, hasta gobernar algunas entidades. Su organización sustentó en dos ocasiones la candidatura a la presidencia de Cárdenas. En otras dos la de Andrés Manuel López Obrador. Su avance en los procesos electorales dio sentido a su lema “La esperanza de México”.
Fue característica del PRD la práctica de la democracia interna que, debido a la conformación y diversidad ideológica de sus integrantes, con derecho a voz y voto, generó debates prolongados sin posibilidad real de acuerdos, debido a la fortaleza de sus liderazgos y visión propia, lo que se convirtió en división interna. A ésta circunstancia se le conoció como “conflicto entre tribus”, cuya consecuencia fue la proyección de una mala imagen ante los electores y su alejamiento del partido.
El declive y agonía del PRD no es solo por no haber alcanzado en las elecciones del 2 de junio el 3% de votación para mantener su registro. El proceso de su desaparición empezó hace años y se precipitó, hasta llegar al momento actual, desde que López Obrador lo abandonó, se sacudió a los liderazgos internos y formó su propia organización, Morena, a la cual se incorporaron muchos de los militantes, inconformes, que no alcanzaban oportunidades para satisfacer sus expectativas de acceso al poder.
Según el secretario de Finanzas del PRD, Manuel Cifuentes, en el cargo de 2015 a la fecha, los liderazgos que emigraron a Morena promovieron “una campaña de rechazo en nuestra contra, no obstante que nacieron y se hicieron en el PRD. La percepción que se generó entre los ciudadanos fue de alejamiento del partido nos empezamos a conformar con el trabajo de escritorio y dejamos el territorio a un lado”. (Animal Político, 18 de junio de 2024)
Asimismo, dice Cifuentes, el PRD dejó de formar nuevos liderazgos, atraer nuevos perfiles, e inició la concertación de alianzas en los recientes procesos, a ir en apoyo de otros partidos y agregarse a iniciativas que contradecían su origen, como la Alianza por México, con Peña Nieto.
Los liderazgos exitosos del PRD, que lo pusieron en el espectro político como una opción real para generar el cambio en México, se fueron. Su fundador Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, Alejandro Encinas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y otros. Cedieron el control a Jesús Ortega y Jesús Zambrano (los Chuchos) quienes al frente del partido no fueron capaces de detener el declive y por subsistencia, accedieron a alianzas que terminaron por convertirse en la pérdida del registro federal.
El resultado final es que el PRD, en las elecciones del 2 de junio, recibió el rechazo de los ciudadanos. No alcanzó el 3% que necesitaba para mantenerse en el juego político federal. En el caso de los diputados llegó al 2.43%; para el Senado de la República 2.31%; y para la presidencia 1.86%. El Instituto Nacional Electoral le notificó que perdería el registro, aunque el dictamen final lo pronunciará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en agosto.
El Sol Azteca se eclipsó, no está totalmente apagado, mantiene influencia en 13 estados, donde los electores le otorgaron legisladores locales y algunos municipios, ahí mantiene su registro a nivel local, podrá participar en elecciones de gobernadores, diputados y presidentes municipales en Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México, Michoacán, Morelos, Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Tabasco, Tlaxcala, Zacatecas, Sonora y San Luis Potosí.
El INE rechazó, el pasado 7 de junio, la solicitud del PRD de abrir las urnas para contar la totalidad de los votos, con la esperanza de llegar al 3% para conservar el registro. Esa posibilidad podría estar en la votación total efectiva que pronunciará el TEPJF en agosto, que será cuando se quitarán votos nulos y votos por candidaturas no registradas y se recalcularán los porcentajes.
El último presidente nacional del PRD fue Jesús Zambrano, al reconocer la pérdida de su registro dijo: “Me duele, pero me toca decirlo a mí, ya no existe más el PRD. Fue fundamental en el proceso de transición democrática, ese PRD que construimos hace 35 años ya no existe más como tal. No puedo ocultar mi tristeza por lo que está pasando, pero hasta aquí llegamos para cerrar un ciclo y yo espero que con todo lo que significa todo este capital político que acumulamos y contribuimos a formar parte, tenemos con qué iniciar un nuevo ciclo”. (Animal Político, 16 de junio de 2024)
El PRD llegó al final del camino en los procesos políticos federales. Los errores de sus dirigentes de última generación, sus malas determinaciones y la visión endogámica de los “chuchos” lo sacaron del juego en el que llego a ser parte fundamental en la coyuntura de creación de la democracia en México. De Sol a llamarada.
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