¿Por qué miles de húngaros prefieren trabajar en Austria? Están provocando un caos fronterizo
Más de 120.000 húngaros trabajan en Austria, principalmente en los sectores de servicios y comercio, atraídos por salarios que duplican los de su país. Este flujo laboral constante ha convertido los cruces fronterizos en puntos críticos, especialmente en Sopron, donde recientemente se han intensificado los problemas de tráfico.
Restricciones en Burgenland generan caos en la frontera
En las últimas semanas, la región austriaca de Burgenland ha cerrado varias carreteras para reducir el tráfico y proteger la tranquilidad de sus residentes. Según testimonios locales, estas medidas han provocado atascos desde primera hora de la mañana. "Muchos conductores toman atajos por el pueblo", explicó un residente, reflejando el impacto en las pequeñas comunidades cercanas al paso fronterizo.
En respuesta, varios municipios austriacos han comenzado a bloquear cruces populares para evitar el paso de vehículos. Una de las restricciones más polémicas se implementó en el cruce entre Ágfalva y Schattendorf, donde los conductores deben adquirir una pegatina obligatoria de 160 euros para pasar. Sin embargo, varios problemas técnicos han impedido su uso, dejando a muchos trabajadores sin alternativa.
Alternativas forzadas y disputa legal en marcha
La falta de accesibilidad ha llevado a que numerosos trabajadores estacionen cerca de la frontera y crucen a pie o en bicicleta para llegar a sus empleos en Schattendorf. Este cambio ha generado críticas y desencadenado una acción legal por parte de un despacho internacional de abogados, que presentó una demanda de compensación contra el municipio.
Alegan que los trabajadores deben caminar más de 30 kilómetros para cruzar, lo que viola sus derechos. No obstante, el Tribunal Provincial austriaco desestimó la demanda en primera instancia, dejando a los afectados sin una solución clara mientras el problema persiste.
Estas restricciones no solo afectan la vida diaria de miles de trabajadores, sino que también generan tensiones entre los países vecinos. Mientras tanto, la necesidad de buscar un equilibrio entre la movilidad laboral y la calidad de vida local sigue siendo un desafío para ambas naciones.