Lo que no se vio durante el homenaje a Kobe Bryant
La celebración del legado de Kobe Bryant y su hija, Gianna, durante el primer partido de Los Angeles Lakers dejó imágenes que están dando la vuelta al mundo. Sus camisetas y los dos ramos de rosas colocados sobre los asientos que ambos ocuparon el 29 de diciembre, cuando acudieron a presenciar su último partido de NBA; el concierto de Asher, que puso los pelos de punta a los presentes; la voz de la Mamba Negra, que resonó en las entrañas del Staples Center y movió los corazones de los asistentes; el emotivo discurso de LeBron James o el llanto desconsolado de varios jugadores durante buena parte del homenaje. Sin embargo, hubo otros momentos que pasaron desapercibidos y que también contribuyeron a que la figura de Kobe se perpetúe en el tiempo.
Estos fueron los abrazos de los socios que acuden a cada partido de la franquicia angelina, las anécdotas de las personas que llevan trabajando durante años en el estadio, las impresiones de aquellos periodistas que han pasado toda una vida cubriendo la carrera deportiva de la leyenda de los Lakers. Este viernes supuso la primera oportunidad para que todos ellos coincidieran bajo el mismo techo y comenzaran con su proceso de superación a través de una catarsis grupal que, a modo de terapia, sirvió para recordar al Kobe persona, al humano, no solo a la leyenda. Todos ellos tienen al menos un instante en el que Bryant les ha hecho sentir especial.
“El que te dedicara un gesto, un caluroso saludo o parte de su tiempo era algo muy especial que te alegraba el día. Hacía que se sintieras una persona importante”, afirmó el periodista italiano Zeno Pisani, que trabaja para Sky Italia y es uno de las periodistas internacionales que más veces ha hablado con Kobe. Sheyla Ornellas trabaja para NBA Italia y apenas pudo contener las lágrimas recordando que a ella le empezó a gustar el baloncesto gracias a Bryant.
Pero si hay un periodista habitual en el universo Lakers que aún no puede creer lo sucedido, ese es Mark Medina, ya que fue suya la última entrevista que se le hizo a Kobe antes de su fallecimiento.
“El domingo estaba haciendo la compra y me llegó un mensaje. No lo podía creer, había estado con él tan solo una semana antes”, afirmó a Yahoo! “Todavía estoy en shock, sobre todo porque hablamos de su nueva vida, de su futuro más allá del baloncesto”. El día en que ambos se sentaron en el sofá de la oficina de Kobe en Costa Mesa, ubicado a 96 kilómetros al sur de Los Ángeles, el exjugador le habló de cómo quería convertir en películas los libros para niños que había escrito y cuán motivado estaba con su labor como entrenador del equipo de baloncesto donde jugaba su hija, Gianna.
“Lo verdaderamente importante más allá del juego en sí es cómo entender que su confianza como chicas jóvenes crece tremendamente gracias a la práctica del deporte. Hay que ser muy consciente de eso”, le dijo Kobe una semana antes del accidente. “Por eso creo que entrenar a gente joven es tan importante y una labor que hay que tomarse muy en serio ya que estás ayudando al desarrollo emocional de estas jóvenes”. Antes de marcharse, Medina afirmó que Kobe se había ido demasiado pronto para la labor que le quedaba por hacer.
Zandra lleva trabajando en el estadio desde hace más de una década. Se encarga de la seguridad y agilizar el flujo de asistentes que tienen acceso a la cancha. A dos metros de su posición se sentó Bryant y Gianna el 29 de diciembre. En este primer partido desde el accidente, los dos asientos que ocuparon aquel día sirvieron de homenaje y ella todavía recuerda cómo Kobe le guiñó el ojo a modo de saludo. Pepe Mantilla es un periodista de origen mexicano que lleva comentando los partidos de los Lakers para la radio desde 1993. El último día que Bryant acudió al Staples hace tan solo un mes, la Mamba Negra le gritó “¡amigo!” por la espalda, y se saludaron efusivamente. Hoy, el periodista se arrepiente de no haberle pedido una foto de recuerdo y admite que no ha podido rendir ningún homenaje sobre Kobe en redes sociales.
Gary Martin Zelman se sienta en segunda fila de todos y cada uno de los partidos de los Lakers. Siempre lleva consigo diferentes carteles que muestra de manera constante. Es, si duda, el alma de la fiesta durante los encuentros. Su amplia sonrisa no estuvo presente el viernes, en su lugar, unos ojos enrojecidos de tanto llanto mientras sujetaba dos carteles que conformaban la palabra: “Gigi”. Hay pocos aficionados a los Lakers tan fieles y comprometidos como él, por eso, Gary siente la pérdida de Kobe como si se tratara de un familiar. Otros socios de la franquicia se fundieron en un abrazo con él en una estampa previa al homenaje en la que la familia lagunera curó sus penas en sociedad.
El que no firmó como presente durante la cita fue el jugador de Portland Trail Blazers, Carmelo Anthony. Íntimo amigo de Kobe, éste le prometió que acudiría a ver el partido que disputaron ambos conjuntos. El accidente truncó sus planes y Melo decidió no viajar junto a sus compañeros por “motivos personales”. Damian Lillard sí estuvo presente y reconoció que su compañero está muy afectado por la tragedia. También recordó con Yahoo! un momento que jamás olvidará: el primer partido que jugó contra la Mamba Negra, una figura que había admirado desde sus primeros pasos en el baloncesto.
“El momento que nunca olvidaré es mi primer enfrentamiento contra Kobe de mi carrera. Tampoco el partido del All Star en el que estuvimos sentados hablando durante un buen rato. Nunca olvidaré ese tipo de momentos ni el hecho de que siempre que contacté con él siempre me respondió el teléfono”, sostuvo.
El ambiente en las entrañas al Staples Center fue de catarsis grupal y de celebración. La tristeza se unió al deseo de honorar a un Kobe Bryant cuyos valores, carácter, excelencia y manera de hacer las cosas han trascendido profundamente entre aquellas personas que se sienten afortunados por haber disfrutado de su presencia. Son los pequeños detalles de los que le conocieron en persona los que colmaron de esperanza el estadio, más allá del emotivo homenaje que recibieron el jugador, su hija y el resto de las víctimas. Siempre tendrán presente a Kobe, y lo harán en muchos aspectos de su vida, de día a día.