Margus Tsahkna, canciller de Estonia: “Ucrania debe empujar junto con nosotros la agresión del Kremlin de vuelta a Rusia”

El ministro de Exteriores de Estonia Margus Tsahkna
El ministro de Exteriores de Estonia Margus Tsahkna - Créditos: @ministerio de Relaciones Exteriores estonia

Si hay un país que mira con especial preocupación a la guerra en Ucrania, ese es Estonia. Desde que Vladimir Putin lanzó su despiadada invasión a Ucrania en 2022, el país europeo comenzó una meteórica carrera para fortalecer sus defensas y reforzar, junto con sus aliados de la OTAN, la frontera de 294 kilómetros que comparte con Rusia, su principal amenaza.

Para el ministro de Relaciones Exteriores estonio, Margus Tsahkna, no cabe duda de que si el Ejército de Moscú logra tomar Kiev, el siguiente objetivo del Kremlin en los próximos cuatro años será avanzar sobre las fronteras de un miembro de la alianza transatlántica. Para evitarlo solo existe una fórmula: apoyar a Ucrania para que logre hacer retroceder a Rusia a sus límites originales. No hay margen para concesiones.

Si Putin obtiene esa supuesta ‘paz’ ocupando los nuevos territorios, sería como una luz verde para todos aquellos que quieren usar la fuerza para cambiar las fronteras. Esto no es algo que podamos permitir que suceda”, dijo Tsahkna en una entrevista con LA NACION. “Estamos en una situación como en Europa en 1938. Necesitamos apoyar a Ucrania, y entonces probablemente evitaremos todo lo que pasó después. No quiero que volvamos a Munich”, en referencia a la claudicación de las potencias europeos ante las pretensiones de Adolf Hitler.

El ministro de Defensa argentino Luis Petri junto al canciller de Estonia Margus Tsahkna en Buenos Aires
El ministro de Defensa argentino Luis Petri junto al canciller de Estonia Margus Tsahkna en Buenos Aires - Créditos: @presidencia

Durante su visita a Buenos Aires la semana pasada, la primera parada de su gira por Sudamérica, Tsahkna mantuvo reuniones de alto nivel con el canciller Gerardo Werthein y el titular de Defensa, Luis Petri, en materia de digitalización y ciberseguridad, en donde discutió el plan de paz del presidente ucraniano Volodimir Zelensky. La Argentina importa, según declaró a este medio, porque todos los países deben apoyar a Ucrania para defender “el orden mundial que acordamos”. “El derecho internacional está siendo atacado y si Putin tiene éxito, nos hará daño a todos globalmente”, afirma.

Ante el desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca el año próximo, que prometió resolver la guerra en Ucrania “en 24 horas” y apuntó contra los aliados de la OTAN durante la campaña, Tsahkna, exministro de Defensa de Estonia, afirmó que Europa debe continuar como hasta ahora con su aumento del gasto militar y destacó que la alianza seguirá siendo una unión crucial para la estabilidad mundial, sin importar quién gobierne Estados Unidos.

–¿Cuál es el propósito de este viaje y cuáles son sus objetivos en su visita a la Argentina?

–Estonia junto con la Argentina estamos liderando el proceso del Plan de Paz de Diez Puntos del presidente [ucraniano Volodimir] Zelensky, específicamente el punto número cinco, que trata sobre la integridad territorial y la restauración de la Carta de las Naciones Unidas. Esta es la parte más importante de la iniciativa de paz que el presidente Zelensky presentó hace ya más de dos años. Y la integridad territorial es algo que ambos compartimos como preocupación, porque ya hemos sido testigos de demasiadas iniciativas [de paz] que se han iniciado sin Ucrania. No puede haber ningún tipo de iniciativa de paz sin Ucrania. La Argentina ha sido muy clara desde el primer día respecto de las resoluciones de las Naciones Unidas que apoyan a Ucrania, pero también a nivel internacional en cuanto a que el derecho internacional es muy importante y debe respetarse. No puede haber ninguna oportunidad para que nadie cambie las fronteras utilizando la fuerza militar. Y eso es exactamente lo que está sucediendo ahora en Ucrania. Este es el principal tema que estamos discutiendo. Por supuesto, también la cooperación bilateral, porque Argentina está realizando muchas reformas en este momento. Vemos cooperación a nivel de digitalización porque Estonia es el país número uno en el mundo en cuanto a digitalización. Tenemos el 99% de nuestros servicios públicos en línea. Y probablemente somos el país más experimentado en digitalizar nuestro sector público, pero también en defender nuestros datos y nuestros sistemas, porque estamos bajo constantes ciberataques de Rusia, Corea del Norte y muchos otros grupos internacionales. Compartimos también las reformas y los recortes en el gasto público, porque pasamos la misma situación que está viviendo la Argentina. Durante la última crisis económica en 2007 y 2008, tuvimos que reducir mucho el gasto público y reformar los servicios públicos, el mercado laboral y muchas otras áreas. Nuestro gobierno está haciendo lo mismo ahora porque la economía no está creciendo en Estonia. Aunque somos países muy diferentes en tamaño –nosotros somos 1,3 millones de personas– los problemas son algo similares.

–Entonces, teniendo estas cosas en común, ¿cómo ve, desde su perspectiva europea, al gobierno de Javier Milei?

–Tiene una visión y un plan: cómo controlar el gasto público, cómo hacer los procesos más transparentes para la gente y también más eficientes. Y esto es exactamente lo que vemos como país líder en digitalización. De hecho, podemos hacer que los servicios públicos sean más accesibles para las personas, sin importar dónde vivan. Pero también estoy profundamente agradecido por las posiciones tan claras a nivel internacional, respecto del derecho internacional, y la Carta de las Naciones Unidas. Vemos lo que está sucediendo con la agresión rusa contra Ucrania, lo que pasa en Medio Oriente, en África. Vemos a China esperando sus oportunidades económicas y políticas. Ahora vemos a los soldados norcoreanos dentro de Rusia peleando. Es un gran caos y necesitamos cooperar para resolver esto. Y me alegra mucho que la Argentina tenga este liderazgo tan claro sobre la importancia del derecho internacional y el orden que acordamos en 1945. Necesitamos tener relaciones cercanas entre la Argentina y la OTAN, y esto es algo que es definitorio para Estonia. Una posición muy importante es la membresía en la OTAN. Nosotros no nos centramos solo en nuestra región. Vemos que Rusia podría invadir a un país de la OTAN en los próximos tres o cuatro años. Ucrania está luchando en lugar de nosotros y por todos nosotros, porque sabemos que Rusia ya tiene planes para aumentar sus capacidades al otro lado de nuestras fronteras también. Necesitamos terminar con esta agresión: a nivel militar, en cuanto a los principios de integridad territorial, y en cuanto a la rendición de cuentas. Los crímenes de liderazgo, como los crímenes de agresión, deben ser juzgados. Y la Argentina lo comparte.

–¿Cuál es la verdadera solución para la invasión rusa a Ucrania?

–La verdadera solución es que la comunidad internacional apoye a Ucrania a nivel militar como a nivel económico y [exija] rendición de cuentas. Pero también necesitamos trabajar en las Naciones Unidas y en otras organizaciones internacionales. La cuestión principal es, por supuesto, que Ucrania debe empujar junto con nosotros la agresión rusa de vuelta a Rusia. Pero también estamos defendiendo el orden que acordamos. El derecho internacional está siendo atacado y si Putin tiene éxito, nos hará daño a todos, globalmente. Y ya vemos que estos países maliciosos se están reuniendo y están cooperando mucho más, no solo en Ucrania, sino en otras crisis y conflictos. Necesitamos empujar a Rusia de vuelta a Rusia. Necesitamos terminar esta guerra como terminamos la Segunda Guerra Mundial, con un tribunal internacional. Fue el último conflicto en Europa y lo terminamos de manera adecuada. Estamos haciendo muchos avances con el uso de los activos rusos congelados en Europa. Y también los países del G–7 han decidido usar las ganancias de esos activos congelados para apoyar a Ucrania con 50.000 millones de dólares. Hemos hecho muchas cosas, pero aún no es suficiente. Y, por supuesto, espero que no haya ninguna restricción para que Ucrania use las armas, las capacidades de largo alcance o de ataque profundo. Porque Ucrania tiene todo el derecho de protegerse. Pero en su mayoría, entiendo que desde el otro lado del mundo, a veces es difícil para las personas entender lo que está sucediendo. Tal vez para muchos esto sea solo un conflicto en Europa. No es solo eso. Los estonios lo sabemos muy bien porque fuimos ocupados durante 50 años por la Unión Soviética; perdimos una quinta parte de nuestra población. Y exactamente lo mismo está sucediendo ahora. Sabemos sobre la deportación de niños [ucranianos a Rusia], sabemos sus nombres y son más de 20.000. Estamos trabajando arduamente para recuperarlos. Sabemos sobre los asesinatos, las violaciones. Es horrible lo que está sucediendo en el territorio. Es una cuestión de integridad territorial. Si Putin obtiene esa supuesta “paz” ocupando los nuevos territorios, sería como una luz verde para todos aquellos que quieren usar la fuerza para cambiar las fronteras. China está esperando. Corea del Norte está esperando. Irán está esperando. Esto no es algo que podamos permitir que suceda.

–¿Qué opina sobre el proyecto de paz que propusieron Lula da Silva y Xi Jinping?

–Hay muchas iniciativas de paz diferentes, y son como las buenas historias. Todo el mundo habla de la Carta de las Naciones Unidas y de la integridad territorial. Pero luego empiezas a comprender que existe algún tipo de entendimiento de que otros países pueden llegar a un acuerdo sobre Ucrania pero sin incluir a Ucrania [en la negociación]. Y esto lo conocemos perfectamente. En 1939, cuando Molotov y Ribbentrop hicieron el pacto en Europa y simplemente no nos consultaron a nosotros, ni a los lituanos, ni a Letonia, Polonia, etc. Así que no podemos permitir que otros países simplemente tomen decisiones por encima de los ucranianos. Por lo tanto, si se desea tener una paz justa y duradera esto sólo puede suceder junto con los ucranianos, pero también junto con Europa, porque ahora estamos construyendo una nueva arquitectura de seguridad para nuestra región. Debe haber, además, sólidas garantías de seguridad. Y vemos muy claramente que la plena pertenencia a la OTAN es la única garantía de seguridad que funciona en nuestra región, porque la neutralidad para los países vecinos de Rusia es sólo una luz verde para la agresión. Ya hemos sido testigos, en 2008 en Georgia, en 2014 en Ucrania, y luego hubo un acuerdo de Minsk, pero no garantizaba nada. Así que estamos seguros de que si no hay una paz sólida y justa con Ucrania, Rusia continuará la agresión, no sólo en Ucrania, sino tal vez en Estonia, Lituania, en Polonia, en los países vecinos. Putin no se detendrá, eso debe quedar muy claro.

–¿Cómo ve el futuro de este conflicto bajo la presidencia de Trump?

–Para nosotros Estados Unidos es un país líder de la OTAN. Creo que antes de las elecciones mucha gente decía muchas cosas en Estados Unidos, pero yo era ministro de Defensa en el momento en que Trump entró por primera vez a la presidencia... Aún así, sin importar quién es presidente, nosotros debemos hacer nuestra parte. Debemos invertir más en nuestra defensa como Europa, y Estonia está haciendo mucho para eso. Ahora estamos dedicando el 3,4% del PBI a defensa y en los próximos años se puede aumentar hasta el 5% del PBI y además de eso, acabamos de lanzar el programa sobre capacidades adicionales, porque nos preparamos para la invasión rusa dentro de quizás tres o cuatro años, para estar preparados y ser disuasorios. La UE debe invertir más en defensa, exactamente lo que han dicho todos los presidentes de EE.UU, esperamos al menos un 2,5% para el futuro. No importa quién sea el presidente de Estados Unidos, el vínculo transatlántico será muy importante y lo que suceda con Ucrania seguirá siendo una prioridad absoluta. Debemos trabajar con el presidente.

Un hombre circula en bicicleta frente a la oficina de correos destruida por un ataque aéreo ruso en Kurájove, en la región ucraniana de Donetsk, el 7 de noviembre de 2024
Un hombre circula en bicicleta frente a la oficina de correos destruida por un ataque aéreo ruso en Kurájove, en la región ucraniana de Donetsk, el 7 de noviembre de 2024 - Créditos: @Anton Shtuka

–¿Considera posible un escenario con Estados Unidos fuera de la OTAN?

–No. No creo que eso vaya a suceder. No es útil ni práctico para ninguno de nosotros, ni para Estados Unidos ni para Europa, y ésta es una cuestión mucho más complicada.

–Además del aumento del gasto, ¿qué otras medidas está llevando adelante Estonia para reforzar sus defensas?

–Tenemos nuevos planes regionales de la OTAN adoptados en la Cumbre de Vilna y eso significa que, literalmente, no le daremos ni un metro de territorio de la OTAN a nadie. Entonces, si hablamos de Rusia, tendremos las capacidades reales de contraatacar desde el primer segundo. No sólo en Estonia, sino en toda la región. También tenemos nuevos miembros como Finlandia y Suecia. Estamos haciendo mucho, pero esperamos que nada suceda y que la disuasión funcione. Pero también lo que veo en el escenario internacional es que Putin está utilizando el miedo a la escalada. No creo que Putin use el arma nuclear porque entonces quedaría fuera del juego. Así que simplemente está aprovechando esta oportunidad y no debemos tener miedo de eso. Sólo necesitamos apoyar a Ucrania, contraatacar e invertir mucho para estar preparados. Nada bueno viene normalmente del este, pero no tenemos miedo.

–¿Y la gente de Estonia está preparada?

–Lo están. Si venís a Estonia podrás ver que no hay miedo porque estamos protegidos, más que nunca. Somos miembros de pleno derecho de la OTAN, desde hace 20 años en la UE. Entrenamos a nuestros soldados, tenemos tropas de nuestros aliados en el terreno, como Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos e Islandia, y el pueblo estonio tiene mucha confianza en el significado [de la alianza militar]. Somos personas muy prácticas. Ya dijimos, hace más de 15 años, que Putin es un agresor y que debemos estar preparados. Y lamentablemente teníamos razón.

Tropas de la OTAN en Estonia
Tropas de la OTAN en Estonia - Créditos: @ministerio de Defensa Estonia

–Si Ucrania acaba completamente invadida por Rusia, ¿Estonia tiene un plan B?

–Tenemos únicamente un plan: hacer que Rusia regrese a su territorio apoyando a Ucrania tanto como podamos. Estonia ha prometido que dará alrededor del 0,25% de su PBI durante los próximos cuatro años en apoyo militar a Ucrania. Aunque, si todos los aliados hicieran lo mismo, Ucrania no tendría ningún problema con el apoyo militar y podría ganar la guerra. Así que en este momento sólo tenemos un plan y el proyecto de paz del presidente Zelensky, que sigue siendo válido. Por supuesto, la situación en el campo de batalla es difícil, y también veo que las diferentes narrativas falsas comienzan a difundirse. No se trata sólo de la cuestión del territorio ucraniano. Es mucho, mucho más. Ahora estamos en Europa en el año 1938, antes de la reunión de Múnich, cuando [el exprimer ministro del Reino Unido Neville] Chamberlain volvió a Gran Bretaña seguro de que habría paz. Todavía tenemos la oportunidad de evitar todo lo que pasó después de eso, si podemos recordar la Segunda Guerra Mundial con todas estas atrocidades, y si toda la gente del mundo y los aliados más importantes entienden eso; no podemos tener miedo. Simplemente debemos decidir y debemos apoyar, porque somos mucho más fuertes que Rusia. Así que ahora mismo necesitamos apoyar a Ucrania, y entonces probablemente evitaremos todo lo que pasó después del 38. No quiero que volvamos a Munich. Sabemos que este mundo estará aún más dividido que nunca entre países democráticos y no democráticos y agresivos. Por eso debemos luchar por la democracia, porque cualquier tipo de acuerdo [que beneficie a Putin] podría significar una amenaza para nosotros. Así que no queremos que esto vuelva a suceder y contraatacaremos, y no solos, pero es mucho más eficiente y mucho más barato, decir cínicamente, luchar y apoyar a los ucranianos que están luchando ahora mismo, en lugar de esperar a que la agresión tal vez llegue a nosotros. No se trata sólo de nuestra región, es para todos. Porque todas las demás naciones que son agresivas están observando con mucha atención lo que sucederá. Qué pasará con la Carta de las Naciones Unidas, qué pasará con el orden que acordamos en 1945, qué pasará con el principio de integridad territorial que estamos trabajando junto con la Argentina. Todo el mundo me pregunta desde Estonia por qué estamos trabajando con la Argentina, el otro lado del mundo. Es porque compartimos los mismos valores, y dependemos de eso. No hay nada más sobre la mesa; lo que está en juego es este orden mundial y podemos evitar perderlo todo.