Sin margen de error. Una mala entrada abre la puerta de la derrota a los Marlins en Atlanta

El problema de los Marlins con los Bravos viene desde hace tiempo.

Por esfuerzo, talento e inteligencia la balanza de las victorias se ha inclinado de manera abrumadora de parte de Atlanta, pero el contraste no podía ser mayor esta temporada.

Si el exmanager de Miami, Don Mattingly, definía a los Bravos como el “estandarte dorado’’ de la División Este, Skip Schumaker también ya sabe de primera mano lo que significa jugar contra este equipo, sobre todo como visitante en el Truist Park.

Si en el 2023, los peces solo lograron una victoria en ocho juegos en este estadio, ahora comenzaron la nueva contienda con una derrota 3-0, en el inicio de una serie de tres encuentros antes de regresar a casa para iniciar el viernes otra contra los Nacionales de Washington.

En su quinta salida para los Marlins, Ryan Weathers se marchó con una apertura de calidad tras caminar 5.2 episodios con tres carreras permitidas, seis imparables, tres bases por bolas, pero un solo ponche, muy lejos de los 10 de su salida anterior.

De manera general, Weathers solo tuvo una entrada problemática en la cuarta cuando Travis d’Arnaud, quien muestra un bate caliente por estos días, le conectó un cuadrangular con un hombre en circulación, antes de que David Fletcher le pegara un doble para remolcar la tercera.

Eso fue más que suficiente para que Bryce Elder se ocupara de dominar a la ofensiva de Miami que unos días antes había dado muestras de vitalidad en la serie contra los Cachorros, que al menos no terminó en fracaso sino en empate para el club de Schumaker.

Elder trabajó durante 6.2 de innings sin permitir anotaciones y con ocho indiscutibles a su cuenta, pero su principal éxito no fue regalar ningún pasaporte y mantenerse todo el tiempo por delante en el conteo con una mezcla inteligente de lanzamientos.

Si algo reforzó el resultado de este encuentro es que los abridores de Miami no tienen margen de error por muchas aperturas de calidad que puedan exhibir, especialmente contra un equipo como los Bravos que lidera las Grandes Ligas en porcentaje de embasado (.360), OPS (.846), octavo en jonrones (25) y cuarto en impulsadas (116).

Esto es algo que deberá también tener en cuenta este martes Trevor Roger cuando suba a la lomita contra otro lanzador de puntería como Max Fried, y ante un equipo que temporada tras temporada es más que un verdugo para Miami: es un recordatorio de lo que separa a la grandeza de la medianía.