Márquez aceptó la oferta de la selección mexicana para salir de su zona de confort

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Salir de su zona de confort y buscar un crecimiento en su carrera como entrenador fueron los motivos que orillaron a Rafael Márquez a dejar su puesto con el Barcelona B para aceptar un lugar como asistente en la selección mexicana, dijo el ex capitán de la selección el martes.

Márquez, de 45 años, fue nombrado asistente de Javier Aguirre de cara al Mundial del 2026, cuando él tomaría el rol de entrenador para la Copa del Mundo del 2030.

“En mi vida nunca me ha gustado estar en una zona de confort”, dijo Márquez en un comunicado en sus redes sociales oficiales. “Busco siempre un crecimiento y estos dos años en Barcelona Athletic me han ayudado a darme cuenta de que hay una pasión y una idea que debo seguir puliendo a base de mucho trabajo”.

Márquez y Aguirre serán presentados el 1 de agosto en sus cargos. El “Vasco” releva a Jaime Lozano, quien fue cesado luego de poco más de un año en el cargo luego de quedar fuera en la primera fase de la Copa América.

“Han sido muchos días analizando la decisión sobre un nuevo reto. Me ha sido muy difícil tomar la decisión de dejar el Barcelona y emprender un nuevo compromiso”, explicó el ex zaguero central.

Márquez disputó cinco Copas del Mundo, todas como capitán. A su retiro luego de Rusia 2018 fue dirigente en el Atlas y luego emigró a Barcelona para comenzar a dirigir al equipo B con el cual alcanzó la fase final en sus dos temporadas al frente.

“Agradezco la gran oportunidad que me brindó el Barcelona. Al presidente Joan Laporta, directivos, staff, jugadores y trabajadores del club, espero haber cumplido con los objetivos y expectativas marcadas”, explicó el mexicano.

Márquez tuvo una etapa gloriosa de siete años con el equipo blaugrana en la cual ganó cuatro títulos de liga y dos Ligas de Campeones.

“Como ya sucedió en mi etapa de jugador en el club, nuevamente espero que no sea un adiós si no un hasta pronto”, añadió.

Márquez había dicho recientemente que sus dos metas próximas como entrenador eran dirigir al Barcelona o a la selección mexicana, que por ahora es una promesa que se podría hacer realidad dentro de dos años.

“Este nuevo reto lo afronto con la responsabilidad que se merece ante un compromiso tan importante como es jugar un Mundial en casa y el otro poder transmitir todos mis conocimientos, mis valores y mi pasión por el fútbol a todos los que formaremos parte de esta nueva etapa”, concluyó.