El lugar en el mundo en el que el pan y los huevos son artículos de lujo

Pan, huevos o leche son algunos de los alimentos básicos que se pueden encontrar en prácticamente cualquier hogar del mundo. Sin embargo, no es el caso de Nagorno Karabaj. En esta región, de mayoría étnica armenia, pero situada en Azerbaiyán, son bienes de lujo a los que las familias no pueden acceder.

Para entender lo que ocurre hay que viajar 100 años atrás, hasta 1923, cuando los soviéticos entregaron el control de este territorio a las autoridades azeríes, conformándose como una entidad autónoma dentro de la República Soviética de Azerbaiyán.

Pero Nagorno Karabaj, poblado hoy en día por unos 150.000 armenios, defendió entonces y defiende ahora que pertenece a la Gran Armenia, lo que ha causado gravísimos enfrentamientos en las últimas décadas. Y es que ni Azerbaiyán lo permite, al considerar la región como una parte indisoluble de su territorio, ni la comunidad internacional lo reconoce. De esta manera, es un Estado fantasma, que ha expresado su voluntad de ser independiente, pero no lo ha conseguido de forma práctica.

Desde hace siete meses, las autoridades de Azerbaiyán han bloqueado el corredor de Lachín. Este paso es la única fuente de comunicación por carretera entre el territorio y Armenia, por lo que la situación para los miles de habitantes de esta región montañosa es desesperada, ya que no están recibiendo ni alimentos ni medicinas.

De esta manera, el azúcar, los huevos e incluso el pan se han convertido en bienes prohibitivos para los habitantes porque no pueden acceder a ellos. Directamente, han desaparecido casi por completo de la mesa, tal y como cuenta la agencia de noticias IPS.

Hay continuos cortes de agua, luz y gas y el transporte público lleva semanas sin funcionar debido a la falta de combustible. La situación la sufren especialmente los más vulnerables, esto es, los ancianos y los niños.

Varias de estas personas de avanzada edad se han desmayado después de pasar horas en una larga cola para obtener un kilo de patatas con el que poder alimentarse. Los artículos de higiene femenina o para los bebés brillan por su ausencia y los abortos espontáneos han aumentado de una forma importante.

Solo en julio, el número de casos se ha multiplicado por tres. Las embarazadas no tienen acceso a una dieta equilibrada y las vitaminas y medicinas son imposibles de encontrar, por lo que hay que recurrir a remedios tradicionales ante cualquier eventualidad.

Por ejemplo, cuando un niño de tres años tuvo fiebre, se la bajaron con baños fríos ante la ausencia de medicamentos para combatirla. La salud mental también es fuente de preocupación, ya que los menores viven inmersos en un clima bélico que les puede dejar secuelas de cara al futuro.

Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea o Reino Unido ya le han pedido a Azerbaiyán que reabra el corredor y permita el tráfico humanitario o civil, pero de momento se mantiene cerrado. Recientemente, las autoridades armenias enviaron un convoy de ayuda humanitaria, pero fue bloqueado y los azeríes lo calificaron como "una provocación" y "un ataque a la integridad territorial".

En lugar de reabrir Lachín han propuesto una ruta alternativa que discurre por Azerbaiyán, pero los habitantes de Nagorno Karabaj la han rechazado al considerarla demasiado peligrosa.

Así pues, el conflicto se mantiene y no se aprecia un final cercano. Y los peor parados de esta situación son los residentes de esta región, que están sufriendo la falta de alimentos necesarios para su supervivencia.

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