López Obrador y su primera demostración de poder a través de Morena

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En los más de 40 años que tiene la Reforma Política en México ha sido constante el encarecimiento de los procesos electorales por dos motivos, el primero es el financiamiento del sistema electoral integrado por el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder del Judicial de la Federación y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la segunda causa es el
financiamiento que reciben los partidos; ambos factores hicieron del proceso electoral el más costoso del mundo.

Los procedimientos diseñados para dirimir las controversias y la preocupación del Estado porque no intervenga dinero privado en los partidos, ocasionaron que estos organismos disfrutaran de recursos, en ocasiones de miles de millones de pesos, que los convirtieron en fuente de corrupción de sus dirigentes.

El resultado de las pasadas elecciones tiene entre sus efectos el reacomodo de las fuerzas políticas y en este proceso, los que antes eran relevantes pasaron a segundo, tercer o cuarto lugar.

Morena es el nuevo partido dominante al tener la mayoría en el Congreso de la Unión y de las gubernaturas, con lo que podrá modificar las leyes, de acuerdo a su conveniencia e interés, que de inmediato sucederá con el financiamiento para los partidos y la previsible disminución de los recursos que se destinen al INE.

La presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, comentó que su partido renunciará a la mitad del total de financiamiento que recibirán el próximo año que es superior a los mil 500 millones de pesos, como lo instruyó el virtual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

De inmediato los legisladores de Morena actuaron para reducir 50 por ciento el financiamiento destinado a los partidos. La propuesta será impulsada en septiembre y tiene previsto que para 2019 los recursos para la operación regular de los institutos políticos, estimados en 4 mil 713 millones de pesos, se reduzcan a 2 mil 356 millones de pesos, con lo que se lograría un ahorro de 2 mil 350 millones de pesos. (Reforma, 26 de julio de 2018)

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La diputada por Morena, Alicia Barrientos Pantoja, presentó ante el pleno de la Comisión Permanente un proyecto de decreto para modificar el Artículo 41 de la Constitución a fin de reducir los recursos a los partidos.

Por su parte la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, afirmó que se aprobará la reforma para reducir el financiamiento, aunque los demás partidos no lo quieran. “Vamos a utilizar la mayoría para lograr votaciones a favor del país”.

Comentó que, así como habrá un gobierno federal austero, se buscaran partidos austeros y un Congreso de la Unión con reducción de gastos.

En la exposición de motivos, de la iniciativa de Morena se dice que el “objetivo de esta reforma es recomponer el sistema de financiamiento público de la democracia electoral y esto pasa necesariamente por reducir los montos de los gastos permanentes de los partidos políticos, disminuyendo a su vez el costo excesivo de las campañas”. (La Crónica, 26 de julio de 2018)

La reforma de Morena no solo afectará el financiamiento para los partidos, también va a revisar el funcionamiento de los órganos electorales en los estados, llamados Oples. Yeidckol Polevnsky comentó: “Los Oples son controlados por los gobernadores, no puede seguir esto. El INE no hace caso sobre ese control. Vamos a ver qué se hace con ellos, será una siguiente reforma, luego de la
reducción de prerrogativas”.

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Llama la atención lo pronto que actúa Morena, brazo electoral del próximo gobierno, siguiendo las instrucciones de Ya Sabes Quién, para consolidarse como partido dominante y para ello, lleva a cabo la reforma que restará recursos financieros a sus adversarios con lo que hará más difícil su operación cotidiana, les quitará competitividad y su movilidad en el territorio nacional será menor.

Con esta primera reforma Morena no irá a la conciliación con los otros partidos, tiene la fuerza suficiente para imponer su voluntad e interés, será el primero de los “mayoriteos” necesarios para que el gobierno de López Obrador modele el país según su particular visión de la “realidad”.

Por lo que corresponde al INE, parece que se fraguó “una vil venganza” pues en la reforma que plantearán los legisladores de Morena, se le quitarán recursos.

El representante de Morena ante el INE, Horacio Duarte, comentó: “Lo que queremos es que todos los partidos tengan una disminución en el financiamiento público para las actividades ordinarias y para las actividades de campaña, pero también incluiría el tema de revisar el funcionamiento financiero de los órganos electorales”.

El sexenio que empezará el 1 de diciembre ya da muestras de hacia dónde se dirige el próximo gobierno y su partido. Conviene no olvidar, Andrés es Morena. Como no acordarse del genio político de Cárdenas que fortaleció la figura presidencial por medio del control del partido. Ahora lo copia el Virtual.