Lepra en Florida, sarampión en Londres, sífilis en Irlanda… ¿Retrocedemos al XIX?

Enfermedades que parecen de otra época y que vuelven a aparecer con fuerza

Ciencia y caridad de Pablo Picasso representando la enfermedad de la tuberculosis
Ciencia y caridad de Pablo Picasso representando la enfermedad de la tuberculosis

El 08 de mayo de 1980 fue una fecha extraordinaria en la historia de la humanidad. En el marco de la trigésimo tercera Asamblea Mundial de la Salud, la OMS declaró oficialmente que “el mundo y todos sus habitantes se han librado de la viruela”. El avance de la ciencia, la perseverancia en un programa de vacunación y la colaboración internacional habían logrado erradicar una enfermedad que “había asolado al ser humano durante más de 3000 años y que, solo en el siglo XX, había acabado con la vida de 300 millones de personas”.

Era la primera vez que la medicina conseguía erradicar una enfermedad mortal y muchos pensaron, con demasiado optimismo, que aquel hito tan solo era el primer paso y que otras lacras mortales serían las siguientes. Sin embargo, han pasado más de 40 años desde aquel día de mayo y la viruela sigue siendo la única enfermedad que hemos logrado erradicar por completo.

Obviamente no podemos negar que el panorama médico actual ha mejorado. La esperanza de vida sigue subiendo, sobre todo por la caída de la mortalidad infantil, las condiciones higiénicas son mucho mejores y, aun así, seguimos asistiendo a escenarios médicos más propios de la época Victoriana que del siglo XXI. ¿Cómo es posible que algunas enfermedades, como el sarampión o la lepra, estén regresando con fuerza a pesar de que contamos con una vacuna o un tratamiento efectivo?

La pregunta es compleja y no tiene una respuesta única. Un reciente artículo en Político analiza las principales causas y destaca factores clave como la caída de las tasas de vacunación infantil, cambios en el comportamiento y hábitos alimenticios, la resistencia bacteriana a nuestros antibióticos y, por supuesto, el calentamiento global están creando “una tormenta perfecta en la que enfermedades peligrosas, que se creía relegadas a épocas pasadas, han regresado a países que anteriormente prácticamente las habían eliminado”.

El doctor Edward Jenner y la primera vacunación en James Phipps, un niño de ocho años el 14 de mayo de 1796 | Pintura de Ernest Board, Wikipedia CC
El doctor Edward Jenner y la primera vacunación en James Phipps, un niño de ocho años el 14 de mayo de 1796 | Pintura de Ernest Board, Wikipedia CC

Brotes de sarampión en Europa

El regreso del sarampión es el hecho más inexplicable de todos los enumerados en este artículo simplemente porque contamos con una vacuna segura y altamente efectiva desde hace décadas. Una sola dosis ofrece una eficacia de alrededor del 93% y con dos dosis se eleva hasta el 97%. Al igual que con la viruela, contar con una vacuna tan eficaz hizo pensar a muchos que el sarampión sería la siguiente enfermedad en desaparecer.

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Sin embargo el sarampión es un virus de transmisión aérea altamente contagioso y requiere que un porcentaje muy alto de la población esté vacunado para detener su avance… y eso no ha ocurrido. De hecho, las tasas de vacunación están descendiendo y esto tiene importantes consecuencias: “en los últimos años, el Reino Unido, Grecia, la República Checa y Albania han perdido su estado libre de sarampión, y en febrero de 2023 , ya se registraron 900 casos de sarampión en la región europea, superando el número total de 2022.

Hace tan solo una semana la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido lanzó una alerta en la que advertía que Londres podría ver decenas de miles de casos de sarampión debido a los bajos niveles de vacunación. Estas tasas de vacunación contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) en el Reino Unido se encuentran en su nivel más bajo en una década, con aproximadamente uno de cada diez niños sin protección cuando comienzan la escuela primaria.

La lepra podría volver a ser endémica en Florida

La lepra es una grave enfermedad de la piel causada por una bacteria (Mycobacterium leprae) que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Su nombre nos recuerda pasajes bíblicos y lugares sórdidos pertenecientes a épocas pasadas que ya deberían estar olvidadas. En el año 2000 la Organización Mundial de la Salud eliminó la lepra como problema de salud pública ya que logramos reducir su tasa de prevalencia a menos de un caso por 10.000 habitantes y, sin embargo, en los últimos años parece volver con fuerza sorprendiendo con brotes importantes en países desarrollados que cuentan con recursos para hacerle frente.

San Francisco abrazando a un leproso, Museo del Prado
San Francisco abrazando a un leproso, Museo del Prado

En un reciente informe de los célebres CDC (Centros de control de enfermedades de EEUU) se alerta de que Florida ha sido testigo de una alta incidencia de casos de lepra que contribuyen a la evidencia de que “la lepra se ha vuelto endémica en el sureste de los Estados Unidos”. Los propios CDC confiesan que el número de casos se ha duplicado en la última década en esos estados debido a una mala gestión por parte de las autoridades sanitarias, sobre todo teniendo en cuenta que la lepra cuenta con un tratamiento lento pero eficaz. Antiguamente los leprosos se enviaban a lugares aislados para mantenerlos en cuarentena alejados de la población, pero en la actualidad la lepra es una enfermedad curable. Se utiliza un coctel de tres medicamentos (dapsona, rifampicina y clofazimina) durante varios meses con un tratamiento que consigue matar al patógeno y curar al paciente.

La sífilis se extiende en Europa

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria (Treponema pallidum). Históricamente ha causado millones de muertes pero, actualmente, se puede tratar con una sola inyección penicilina si se detecta a tiempo. Si no se trata debidamente la enfermedad progresa por etapas y puede llegar a dañar gravemente el corazón, el cerebro u otros órganos vitales.

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Se dice que, a finales del siglo XVIII, uno de cada cinco londinenses jóvenes tenía sífilis pero, afortunadamente, la llegada de los primeros antibióticos consiguió disminuir las tasas de contagios. En nuestros días, esta antigua enfermedad parece que regresa con fuerza puesto que la encuesta epidemiológica anual más reciente del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades muestra que los casos en la Unión Europea están en una trayectoria ascendente. La Agencia de Seguridad de la Salud del Reino Unido está registrando picos masivos nuevamente con 8.692 casos en 2022, el número anual más alto desde 1948.

La enfermedad de los reyes ahora es de todos

Tradicionalmente la gota se consideraba una enfermedad de ricos, nobles y reyes, un doloroso peaje que pagar por los festines medievales de carne roja, marisco y alcohol. En nuestros días la dolencia de los reyes ha dado un giro radical y afecta a las clases menos pudientes. Los casos aumentan en todo el mundo pero destacan Estados Unidos y Canadá con los aumentos más altos en las estimaciones de prevalencia de gota entre 1990 y 2017.

La gota ya no es la enfermedad de los reyes | imagen “Festín burlesco” del pintor flamenco Jan Mandijn.
La gota ya no es la enfermedad de los reyes | imagen “Festín burlesco” del pintor flamenco Jan Mandijn.

Si tenemos en cuenta que los factores de riesgo para sufrir de gota son obesidad, presión alta, diabetes, mala alimentación o consumo de alcohol no parece que esta enfermedad vaya a desaparecer. Al contrario, los informes indican que va en aumento.

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El calentamiento global favorece la expansión de la malaria

En nuestros días asociamos la malaria con países y regiones tropicales, con pocos ingresos y malas condiciones higiénicas, sin embargo en el siglo XIX era frecuente encontrar miles de casos en Francia, Italia o Inglaterra. En Europa se logró frenar la malaria gracias a un potente programa de postguerra que incluía rociado de insecticidas, drenaje de pantanos y terapia con medicamentos. El calentamiento global está jugando en nuestra contra y los mosquitos del género Anopheles que actúan como vectores de la malaria están encontrando cobijo en hábitats cada vez más al norte.

La tuberculosis sigue ahí… e incluso crece

En un informe publicado el año pasado la Organización Mundial de la Salud advertía de que “la tuberculosis vuelve a propagarse por el mundo”. Por primera vez en dos décadas los contagios aumentaron a nivel global y una de las causas directas de este crecimiento fue la pandemia de COVID.

En definitiva vivimos en un mundo repleto de paradojas. Mientras que la medicina y los tratamientos avanzan como nunca antes, asistimos a un aumento de enfermedades que podrían estar erradicadas. Contamos con vacunas eficaces y seguras pero no llegan a todo el mundo o encuentran oposición en grupos ridículos antivacunas que afectan al resto de la población. En economía se suele decir que “los éxitos pasados no garantizan éxitos futuros” y quizá deberíamos aplicar ese dicho a otros aspectos de nuestra sociedad. Haber logrado importantes avances en sanidad, medicina o farmacología no nos asegura que, si nos descuidamos, resurjan antiguos problemas que ya pensábamos resueltos.

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Referencias científicas y más información:

Ashleigh Furlong “5 Victorian-era diseases that are back in the West” Politico.eu

European Centre for Disease Prevention and Control “Syphilis - Annual Epidemiological Report

Centers for disease control and prevention CDC “Locally Acquired Malaria Cases Identified in the United States

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