Yahoo Noticias La peligrosa palabra en la historia de un asesinato que pudo cimbrar a la 4T de AMLO
El empresario Eugenio Garza Sada fue asesinado el 17 de septiembre de 1973 en un intento de secuestro y para conmemorar ese acontecimiento, Pedro Salmerón Sanginés, ahora exdirector del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), publicó un texto en su blog titulado “El asesinato de Eugenio Garza Sada” en el que se refiere al empresario como “uno de los más notables y emprendedores industriales del país” y señala que “a pesar de su fortuna, era un hombre modesto y austero”.
El texto de Pedro Salmerón causó polémica en el medio empresarial por el relato que hizo sobre el evento en el que fue asesinado Eugenio Garza Sada.
“Su muerte fue resultado de la profunda división que experimentó la sociedad mexicana desde los años sesenta, cuando muchos jóvenes que veían canceladas las posibilidades de participación y transformación pacífica de un sistema político vertical y autoritario, buscaron cambiar las cosas por la vía violenta. En su lucha contra el estado y el sistema capitalista, identificaron a los empresarios nacionales como sus enemigos, de ahí que no fuera nada raro que planearan secuestrar a Garza Sada.
“Un comando de valientes jóvenes de la Liga Comunista 23 de Septiembre intentó raptarlo, se desató una balacera en la que perdieron la vida don Eugenio y sus escoltas, Bernardo Chapa y Modesto Hernández, y dos de los guerrilleros”.
La frase que empleó Pedro Salmerón para referirse a los secuestradores como “comando de valientes jóvenes” fue comentado de diversas maneras en las redes sociales y causó indignación.
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El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) publicó un comunicado de prensa en el que descalificó la expresión de Salmerón, señaló que “No es valiente quien busca privar a una persona de su libertad y no es valiente quien planea un secuestro para financiar armamento ilegal para actividades ilícitas. Tampoco es valiente quien asesina a un hombre de bien o quien se escuda en la violencia como vía de cambio”.
Para el CCE “Es incomprensible que un funcionario público, un representante del gobierno mexicano, enaltezca la violencia como forma de expresión.” (Notimex, 20 de septiembre de 2019)
Ante la reacción empresarial, a la que se unió el Instituto Tecnológico de Monterrey, fundado por Eugenio Garza Sada, y algunos medios que se manifestaron contrarios a la apreciación, Salmerón renunció al INEHRM. En su cuenta de Twitter publicó: “Si mi presencia, mi estilo y talante (evidentes en este texto) pueden ser contradictorios con la reconciliación de la República, pongo el cargo de director del INEHRM a disposición del Presidente y hago de este texto mi renuncia formal al mismo”.
De las reacciones que desató su texto, responsabilizó a los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, por promover un linchamiento mediático al lado del CCE, diversos medios y algunos senadores. (La Jornada, 21 de septiembre de 2019)
La polémica que desató la expresión de Pedro Salmerón puso en evidencia cómo permanecen, después de casi cincuenta años, resentimientos sociales motivados por determinaciones políticas que dividieron al país en la década de los setenta del siglo pasado.
De la muerte de Eugenio Garza Sada los empresarios de Nuevo León responsabilizaron a Luis Echeverría por haber creado un clima político adverso para el sector privado.
En el sepelio de Garza Sada el orador fue el empresario Ricardo Margáin Zozaya, en su discurso dijo: “Sólo se puede actuar impunemente cuando se ha perdido el respeto a la autoridad, cuando el Estado deja de mantener el orden público…
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“Urge que el gobierno tome, con la gravedad que el caso demanda, medidas enérgicas, adecuadas y efectivas, que hagan renacer la confianza en el pueblo mexicano. Unos desean invertir sus capitales, pero temen hacerlo. Otros, los industriales y comerciantes, quisieran fortalecer su confianza en el futuro de la patria. Los más se preguntan, con legítimo derecho, hacia dónde va la nación y cuál será el porvenir que les espera a nuestros hijos”. (El Financiero, 20 de septiembre de 2019)
El historiador Pedro Salmerón tuvo la intención de conmemorar la muerte de Eugenio Garza Sada, pero olvidó que como funcionario el lenguaje de las expresiones públicas debe ser prudente. Una sola palabra lo llevó a la renuncia y cuestionó la veracidad del discurso presidencial de pacificación del país. Su visión ideológica se hizo presente en una sola frase y reactivó heridas históricas que al Estado mexicano le llevó décadas reparar
No todo es negativo, ahora el gobierno de López Obrador podrá apreciar el alcance y oportunidad de su propuesta de pacificación, cuando pide perdón y olvido, y reconsiderar su discurso que divide al país entre conservadores, neoliberales, adversarios y los de su bando, autodenominados demócratas y revolucionarios.
