Jueza federal interroga duramente a funcionarios de Miami-Dade sobre centro de salud mental

Con una sábana atada a un detector de humo, un hombre de 47 años que había sido arrestado por un delito menor de lesiones se suicidó el pasado noviembre en una cárcel de Miami-Dade. No llevaba ni 24 horas en la cárcel.

Esta semana, una jueza federal que se enteró del suicidio llevó a los funcionarios del condado —incluida la alcaldesa Daniella Levine Cava— al tribunal para averiguar por qué sigue sin abrirse un centro de salud mental que ayudaría a mantener a las personas con problemas mentales fuera de las cárceles del condado.

En la audiencia del martes, la jueza del Tribunal Federal de Distrito de Beth Bloom se preguntó en voz alta si el recluso, identificado en el tribunal como D.L., seguiría vivo si el centro estuviera abierto y en funcionamiento. Dijo que el condado afirmaba que el Centro de Salud Mental y Recuperación de Miami, una torre de siete pisos cerca del oeste de Wynwood, estaría totalmente financiado y operativo a principios de 2024. Ella lo había visitado solo cuatro días antes de que D.L. se suicidara.

No quedó satisfecha con la respuesta que obtuvo el martes de Levine Cava: Se espera que abra este año, pero nadie puede asegurarlo.

“Estoy frustrada”, dijo la jueza. “Estoy viendo que podemos hacer un trabajo mucho mejor aquí en el Condado Miami-Dade”.

Dudas sobre el informe federal

El sistema carcelario del condado ha estado bajo supervisión judicial federal durante años debido a un oscuro historial de maltrato a los reclusos, especialmente los que padecen de enfermedades mentales. Los funcionarios del Departamento de Justicia federal que supervisan las cárceles del condado dieron a Bloom un informe positivo en mayo, sugiriendo que la supervisión federal pudiera terminar pronto.

Pero Bloom no podía conciliar el brillante informe con el hecho que hubo otro suicidio.

“No quiero estar aquí en el futuro con otro suicidio”, dijo. “Parece que se trata de un enfoque temporal y no quiero se parte de eso”.

Bloom dijo que la largamente planeada instalación de salud mental, aunque no específicamente requerida bajo el acuerdo de consentimiento entre el condado y gobierno federal, es “una respuesta” a los problemas.

Bloom ha tenido que seguir preguntando, ya que en repetidas ocasiones le han dado respuestas confusas sin fechas concretas: “Tiene que estar abierto. ¿Cuándo se va a abrir?” “¿A qué se debe el retraso? No lo entiendo” “¿Qué hay que hacer? “¿Qué está retrasando la apertura de esta instalación?” “¿Qué más hay que hacer?” “Me gustaría ver si puedo entender cuándo se abrirá esta instalación”. “La pregunta que me hago sin duda es ¿cuándo abrirá esta instalación?” “¿Cuándo cree que esta instalación estará abierta?” “¿Qué puede hacer este tribunal para que esto avance?”

Levine Cava dijo que tal vez “no haya sido completamente clara” sobre la complejidad del proyecto, pero afirmó que sigue previendo una apertura para finales de año, aunque “no puedo garantizarlo”. Y si abre en 2024 como estaba previsto, dijo que sería con “alguna programación”, pero no un uso completo de las 208 camas para las que está diseñado el centro en 2200 NW 7 Ave.

Bloom fijó otra audiencia para el 25 de octubre a las 3 p.m. para obtener una actualización. Para entonces, el condado habrá aprobado un nuevo presupuesto y debe estar cerca de una fecha de apertura. Los funcionarios federales de derechos civiles también habrán vuelto a visitar las cárceles del condado para verificar de nuevo el cumplimiento del decreto de consentimiento de 2013.

El centro fue propuesto hace años por el juez del tribunal penal del condado Steve Leifman, quien llevó a Bloom y a otros a la visita el pasado noviembre. La idea, que expresó de nuevo en el tribunal el martes, es que los posibles arrestados serían desviados al centro para dar una vuelta a su vida, en lugar de estar entrando y saliendo de las cárceles del condado. Cree que el centro también pudiera hacer mella en la población sin hogar, ayudando a recuperarse a las personas con problemas y enfermedades mentales graves.

“Se ha tardado mucho tiempo en llegar a este punto”, dijo en la audiencia del martes, advirtiendo que lo que se necesita para abrirlo es “liderazgo”.

Lo que queda por hacer

La renovación del edificio, que ha costado más de $51 millones, está casi terminada, pero Levine Cava explicó a la jueza que el centro aún necesita una cocina y mobiliario. Y un operador, y un plan de funcionamiento. Y la Comisión condal debe votar sobre un presupuesto y adjudicar un contrato a un operador.

La comisionada Raquel Regalado ha accedido a patrocinar la legislación del condado, dijo.

Levine Cava señaló que, incluso sin el centro abierto, el condado ha sido considerado por los funcionarios federales de derechos civiles “en cumplimiento sustancial” de un decreto de consentimiento sobre la mejora de la atención a los reclusos con enfermedades mentales.

“Estoy orgullosa de los progresos realizados y lamento cualquier pérdida de vidas o lesiones graves”, afirmó.

El suicidio más reciente llamó la atención de Bloom. El 3 de junio ordenó a los funcionarios del condado que comparecieran ante el tribunal para explicar porqué el centro no está abierto y qué están haciendo “para evitar nuevos suicidios y abordar adecuadamente el tratamiento de las personas con problemas de salud mental”.

Bloom leyó lentamente la cronología del recluso D.L. La oficina del forense del condado dijo al Miami Herald que el nombre del recluso es Daniesqui Lache Rodríguez. Tenía antecedentes de abuso de alcohol y “parecía ebrio”. Pero dijo al personal del Centro Correccional Turner Guilford Knight que no estaba contemplando el suicidio y que nunca antes había intentado quitarse la vida.

Parecía ansioso, con “problemas familiares, económicos y de vivienda”, según un informe presentado al tribunal. Fue ingresado en una unidad de desintoxicación.

Al día siguiente, tras comparecer ante el tribunal, dijo a la enfermera que el juicio “no había ido bien y que le dolía el estómago”, según el informe. La enfermera le ofreció pastillas contra la acidez y ejercicios de respiración, media hora de observación y ponerse en contacto con un terapeuta. Él le dijo que “no estaba loco” y rechazó sus ofertas.

Menos de cuatro horas después, lo encontraron colgado de la sábana en su celda.

Su suicidio fue uno de los dos ocurridos en las cárceles de Miami-Dade en 2023, informó un portavoz de la prisión. El año anterior, cinco reclusos se suicidaron. No ha habido suicidios en la cárcel este año, dijo el portavoz Juan Diasgranados.

Bloom dijo que el suicidio anterior de 2023 implicó a un recluso en libertad laboral que entró en un baño, se quitó los pantalones y se ahorcó con la ropa, mientras estaba bajo el control del departamento correccional de Miami-Dade.

Había recibido una mala noticia de la que nadie se había dado cuenta, según le dijeron a Bloom. Pero en este caso, el recluso dijo al personal de la cárcel que había tenido una mala mañana en el tribunal.

Leifman dijo a la jueza Bloom en la audiencia del martes que Rodríguez podría no haber cumplido los criterios para el centro de salud mental propuesto. Pero, dijo, cuando el centro abra y reduzca la población carcelaria del condado, los empleados de la cárcel podrán hacer mejor su trabajo, un escenario que ayudaría a un recluso como él.

Aunque el condado revisó el suicidio de Rodríguez y determinó que no podía haberse evitado, se implementaron algunos cambios, según un informe al tribunal federal: los reclusos con factores de riesgo serán atendidos por un profesional de la salud mental justo después de sus comparecencias ante el tribunal, aunque rechacen la ayuda, y no serán recluidos de inmediato en una celda. Se instalaron cámaras en el alojamiento de desintoxicación, y la ropa de cama de esa unidad es ahora “segura contra el suicidio”. Se añadió una ventana adicional a las puertas de las celdas de la unidad de desintoxicación.