Yahoo Noticias Por qué la inteligencia artificial necesita a las mujeres
La respuesta más evidente a la interrogante que plantea el título de este texto es que las mujeres son la mitad de la humanidad.
Este artículo fue producido por la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe en exclusiva para Yahoo en Español.
La respuesta más evidente a la interrogante que plantea el título de este texto es que las mujeres son la mitad de la humanidad. Uno de los avances tecnológicos más disruptivos de la historia, como es la inteligencia artificial (IA), no será completo si no las incluye.
Se habla mucho de las posibilidades que plantea esta tecnología, así como de los dilemas éticos que puede suponer para áreas como la docencia, la medicina o el periodismo, entre otras. Y muchas instituciones de prestigio están abocadas a debatirlos.
Pero quizá se olvida en este debate que el desarrollo de estas tecnologías, desde los algoritmos hasta los dispositivos que nos permiten interactuar con ellas, ocurren en un entorno social, político y económico muy específico.
Es decir, una inteligencia artificial desarrollada y alimentada por esta sociedad, dará como resultado un conjunto de conocimientos, conceptos e ideas similares a los que imperan fuera de ella.
Y si en ese mundo ‘real’ solo el 22% de quienes trabajan en inteligencia artificial son mujeres, y además persisten brechas de género sociales, culturales, salariales y laborales, la tecnología solo servirá para perpetuar desigualdades.
La poca representación de las mujeres en el diseño de aplicaciones de inteligencia artificial, y la persistencia de los sesgos de género en los conjuntos de datos, refuerzan los estereotipos de género que estigmatizan a las mujeres y las dejan fuera de estos avances.
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Es cierto que la inteligencia artificial presenta oportunidades para la igualdad de género en el lugar de trabajo y en la sociedad. Sin embargo, también hay retos clave derivados de sus efectos que deben tomarse en cuenta.
Hará falta enfatizar en el reciclaje y la mejora de las cualificaciones de las trabajadoras, estimular a que ingresen más mujeres en carreras científicas y técnicas, mucha más investigación en los efectos prácticos de la aplicación de esta tecnología sobre las disparidades de género.
Y, naturalmente, será necesario también que se estudie a conciencia de qué manera estas herramientas pueden ayudar a reducir las desigualdades de género en el mundo ‘real’ y en el futuro desarrollo de la propia inteligencia artificial.
Aumentar la cantidad de mujeres en inteligencia artificial será clave para que su desarrollo sea inclusivo y potencialmente sea motorizado por muchas empresas, universidades y gobiernos, y no como ahora, con unos pocos actores dominantes
El cambio no ocurrirá solo, hay que diseñarlo. Si se la utiliza como una oportunidad para abordar el sesgo y la discriminación, la inteligencia artificial puede impulsar el camino a la igualdad.
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