Hunter Biden enfrentará juicio por un caso de tenencia de armas

Hunter Biden con su esposa, Melissa Cohen, y su hijo, Beau, el viernes. Hace un año, parecía improbable que fuera a juicio por los cargos de posesión de armas a los que se enfrentará a partir del lunes. (Haiyun Jiang/The New York Times)
Hunter Biden con su esposa, Melissa Cohen, y su hijo, Beau, el viernes. Hace un año, parecía improbable que fuera a juicio por los cargos de posesión de armas a los que se enfrentará a partir del lunes. (Haiyun Jiang/The New York Times)

El lunes comenzará en Delaware uno de los dos juicios en los que el hijo del presidente de EE. UU. se defenderá.

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Hunter Biden será juzgado el lunes en Delaware por cargos relacionados con armas de fuego a poca distancia de la sede de campaña de su padre en Wilmington, menos de una semana después de la condena por delito grave del expresidente Donald Trump en Nueva York.

Hace un año, parecía improbable que el joven Biden fuera a juicio por los cargos de posesión de armas a los que se enfrentaba a causa de una solicitud de armas de fuego que, según los fiscales, fue falsificada, o por cargos más graves de no pagar impuestos por actividades empresariales en el extranjero en una época en la que consumía drogas y alcohol en exceso y gastaba abundantemente.

Pero el acuerdo de culpabilidad, que le ofrecía cierta inmunidad judicial y no incluía penas de prisión, se vino abajo en julio. La jueza del caso rechazó el acuerdo, para regocijo de los aliados de Trump en el Congreso que trataron de echar por tierra ese acuerdo y han presentado los problemas legales de Hunter Biden como equivalentes a los del candidato presidencial de su partido para 2024 en un esfuerzo por hacer un juicio de destitución al presidente Biden.

Sin embargo, es el hijo —y no el padre— quien será juzgado dos veces en un año electoral. El lunes deberá presentarse en el cuarto piso del juzgado de la jueza Maryellen Noreika cuando comience la selección del jurado a las 9 a. m. en un juicio que se espera dure entre tres y cinco días. El otro, que comenzará en septiembre, se refiere a una serie de delitos fiscales relacionados con la omisión de presentar declaraciones durante varios años.

(Haiyun Jiang/The New York Times)
(Haiyun Jiang/The New York Times)

En septiembre pasado, un gran jurado federal acusó a Biden de tres delitos graves: mentir a un vendedor de armas con licencia federal, hacer una declaración falsa en la solicitud federal de armas de fuego que se utiliza para seleccionar a los solicitantes y poseer un arma obtenida ilegalmente durante 11 días, del 12 al 23 de octubre de 2018.

“Hunter Biden poseía un arma de fuego a sabiendas de que era un usuario ilegal o adicto a algún estimulante, estupefaciente o cualquier otra sustancia controlada, en violación de la ley federal”, dijeron los fiscales.

De ser declarado culpable, Biden podría enfrentarse a una pena de hasta 25 años de prisión y 750.000 dólares de multa. Pero los delincuentes no violentos sin antecedentes y que no han sido acusados de utilizar el arma en otro delito rara vez son condenados a penas graves de prisión por estos cargos. De hecho, los expertos jurídicos dicen que es más probable que la sentencia incluya un elemento central del acuerdo original: la inscripción obligatoria en un programa de desvío de armas de fuego destinado a reducir las tasas de encarcelamiento por los delitos de armas menos graves.

También es posible que las partes lleguen a otro acuerdo, mucho más limitado que el primero, aunque el equipo jurídico de Biden cree que los fiscales están decididos a llevar el caso a juicio para evitar acusaciones de trato preferente.

Tras intensas indagaciones y acusaciones infundadas, los republicanos en el Congreso aún tienen que demostrar que el presidente Biden se benefició de los negocios de su problemático hijo con una empresa energética ucraniana. Por ahora, han abandonado su objetivo declarado de impugnar al presidente, de quien afirman, sin pruebas, que es el líder de la “familia del crimen Biden”.

Pero el espectáculo del juicio a Hunter Biden, y el momento en que sucederá, crea importantes dificultades a la campaña del presidente Biden, que trata de maximizar el efecto de la condena de Trump sin la distracción de tener a un miembro de la familia en juicio días después de que Trump fuera designado oficialmente delincuente.

También promete ser un calvario personal insoportable para el presidente. El fiscal especial que supervisa la acusación, David C. Weiss, ha señalado que va a ventilar algunos de los secretos más vergonzosos de la familia Biden llamando a la exesposa de Hunter Biden, Kathleen Buhle, quien está enzarzada en una larga batalla legal con él por pensión alimenticia, según los fiscales.

Uno de los principales adjuntos de Weiss, Leo P. Wise, ha presentado documentos judiciales que indican que también planea llamar a Hallie Biden, la viuda del hermano de Hunter Biden, Beau. Ella estuvo saliendo con Hunter Biden cuando él compró un arma en 2018 mientras estaba en plena adicción a las drogas.

Los cargos de armas están relacionados con si, cuando compró una pistola .38, Biden mintió en un formulario estándar emitido por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés). Los fiscales dicen que afirmó falsamente que no estaba consumiendo drogas en ese momento.

Biden tuvo la pistola menos de dos semanas, según ha declarado, antes de que Hallie la tirara a un contenedor, temerosa de que la utilizara para hacerse daño.

Es relativamente inusual que se presenten cargos por posesión de armas de fuego contra un delincuente no violento como Biden, a menos que la estrategia se utilice como palanca para obtener una confesión sobre otros delitos, como el tráfico de drogas, han dicho fiscales y exfiscales.

Los funcionarios de la ATF que revisaron inicialmente el formulario de Biden creían que el caso no habría sido procesado si se hubiera tratado de otra persona, sobre todo porque Biden había tomado medidas para tratar su adicción, según un antiguo funcionario que habló bajo condición de anonimato para discutir los detalles de la investigación.

Biden lleva años sobrio y ha escrito sobre su lucha contra la adicción al crack y la dependencia del alcohol en sus memorias, que probablemente se utilizarán como prueba en sus dos juicios. Desde que se rompió el acuerdo de culpabilidad, se ha sometido a pruebas de drogas y las ha superado, según su abogado Abbe Lowell.

La forma en que Biden planea pagar su poderosa y costosa representación legal en ambos juicios sigue siendo una incógnita.

Su principal benefactor, quien ya ha desembolsado casi 7 millones de dólares en préstamos al hijo del presidente, ha dicho a sus asociados que se está quedando sin liquidez. Ello ha agravado una escasez crónica de efectivo que ya ha dejado a los abogados de Biden trabajando con poca o ninguna remuneración. Los esfuerzos para crear un fondo de defensa legal no han prosperado.

La jueza Noreika, designada por Trump, ha indicado en sentencias preliminares que quiere que el procedimiento se mueva rápidamente y se centre estrictamente en las acciones de Biden en el momento en que completó la solicitud de armas de fuego.

También ha dictaminado que los abogados de Biden no pueden referirse al hecho de que las autoridades locales se negaron a procesarlo cuando se recuperó el arma. También impidió que Weiss, al presentar pruebas en Delaware, hiciera referencia alguna al caso fiscal.

El mes pasado, el juez federal de Los Ángeles que preside el caso fiscal acordó aplazar el inicio de ese juicio de finales de este mes al 5 de septiembre, dando a los abogados de Biden tiempo para prepararse.

Aunque la decisión supuso un alivio para el hijo del presidente Biden, sitúa en la recta final de la campaña electoral un juicio que probablemente pondrá de relieve los esfuerzos de Hunter Biden por sacar provecho del nombre de su familia.

Biden se ha declarado inocente de los cargos de evasión de impuestos, de no presentar y pagar impuestos y de presentar una declaración de impuestos falsa o fraudulenta.


Glenn Thrush
cubre el Departamento de Justicia. Se unió al Times en 2017 después de trabajar para Politico, Newsday, Bloomberg News, The New York Daily News, The Birmingham Post-Herald y City Limits. Más de Glenn Thrush

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