Hugo Chávez dijo en 2010 que disolver la Asamblea Nacional es un golpe de estado

Quizás la gota que ha colmado la copa de muchos observadores de Venezuela tuvo lugar este jueves, cuando el Tribunal Supremo de la nación sudamericana anunció que asumiría las funciones de la Asamblea Nacional.

Argumentando la decisión, el Supremo consideró que la Asamblea se encontraba en “desacato” de sentencias anteriores del propio tribunal.

La ira local e internacional no es para menos, pues la movida de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que anunció que asumirá todas las competencias correspondientes de la Asamblea, marca la usurpación de las funciones del órgano legislativo y el fin de la separación de poderes.

O, dicho de otra manera, se trataría de un “autogolpe”.

No sólo lo dicen los opositores al gobierno de Nicolás Maduro, sino que incluso, el fallecido líder de la “Revolución Bolivariana”, Hugo Chávez Frías, lo consideraba así.

En el no tan lejano año 2010, cuando la oposición aún era minoritaria en la Asamblea Nacional, Chávez declaró en una de sus numerosas comparecencias televisivas que disolver el parlamento nacional equivalía a un golpe de estado.

Por suerte existen los medios digitales como Youtube, donde quedaron inmortalizadas las declaraciones del locuaz Chávez.

“Lo que ya están planteando es lo mismo que el 11 de abril, siendo minoría quieren ahora disolver la Asamblea Nacional, porque es la única forma, la única forma en que la Asamblea Nacional no pueda legislar es que se disuelva, están planteando un golpe de Estado”, dijo.

Quizás la fiscal general Luisa Ortega recordó las declaraciones del fallecido líder cuando admitió este mismo viernes que el fallo del Supremo constituye una violación del orden constitucional.

Las tensiones entre el gobierno de Maduro y la Asamblea están en su punto álgido desde que en diciembre de 2015 la oposición recuperó por primera vez en 15 años el control de la Asamblea Nacional.

Ya desde hace mucho, la sede del parlamento venezolano se había convertido en una especie de ring de boxeo, donde no ha faltado nada: desde gritos hasta trifulcas que han dejado a varios legisladores lesionados.

De momento, el fallo del Supremo se mantiene, en medio de la indignación de la comunidad internacional que, ahora sí, parece dar pasos concretos: el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski anunció el retiro de forma indefinida a su embajador en Caracas, mientras Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, convocará a una reunión urgente para invocar la Carta Democrática.

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