Decenas de personas mueren en la Franja de Gaza tras una operación israelí a gran escala
Una operación israelí a gran escala ha provocado la muerte de decenas de personas este miércoles en el norte de la Franja de Gaza. Tres hospitales podrían cerrar en esa zona tras un año desde el inicio de la guerra de Israel contra Hamás. En ese periodo, las ofensivas israelíes han matado a más de 42.000 palestinos, según informó el Ministerio de Salud de Gaza, que añadió que más de la mitad eran mujeres y niños.
Al norte, la contienda continúa su avance en el Líbano. Hezbolá -que se ha atribuido posteriormente el ataque- ha lanzado dos misiles que han matado a dos personas en la localidad israelí de Kiryat Shmona. El grupo militante dijo que había atacado "una concentración de fuerzas enemigas". Ofir Yehezkeli, el alcalde en funciones de la ciudad, señaló que los fallecidos eran una pareja que paseaba a sus perros.
También este miércoles se han registrado una serie de apuñalamientos en la ciudad israelí de Hadera, en el que seis personas han resultado heridas. El atacante fue abatido, según afirmó la Policía.
Israel dice haber destruido más de 200 "objetivos militares"
Horas antes, el martes por la noche, Hezbolá lanzó una salva de unos 180 cohetes contra Israel, mientras el líder en funciones del grupo militante pronunciaba un discurso en el que prometía que seguiría luchando. Los cohetes lanzados por el grupo militante respaldado por Irán llegaron hasta la ciudad portuaria de Haifa, en el norte de Israel, hiriendo a una mujer y llevando a las autoridades israelíes a advertir a los residentes del norte de la ciudad que permanecieran en sus casas. El Ejército israelí dice haber destruido más de 200 "objetivos militares", tanto en Gaza como en el Líbano
El líder en funciones del grupo, el jeque Naim Kassem, insistió en que la capacidad militar de Hezbolá permanecía intacta a pesar de las semanas de bombardeos israelíes que han acabado con múltiples figuras de alto rango. Hablando por vídeo en un lugar no revelado, Kassem dijo que Hezbolá nombraría pronto a un nuevo líder para sustituir a Hasan Nasralá, muerto en un ataque israelí selectivo contra el centro de Beirut. En el discurso, Kassem afirmó que Hezbolá respaldaba los esfuerzos del presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, por alcanzar un alto el fuego.
Posteriormente, el grupo hizo pública una declaración en la que aclaraba que, sin embargo, no aceptaría un alto el fuego en Líbano sin la correspondiente pausa en las hostilidades en la Franja de Gaza, que lleva un año sufriendo los devastadores bombardeos de las fuerzas israelíes. Kassem insistió en que el compromiso de Hezbolá con el pueblo palestino seguía siendo "firme".
En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un comunicado dirigido al pueblo libanés que Hezbolá era "más débil de lo que ha sido en años" e insistió en que Israel había matado al sustituto de Nasralá, sin ofrecer un nombre. El Ejército israelí afirmó haber desplegado una cuarta división en el sur del Líbano, en una aparente ampliación de su incursión terrestre, que lanzó la semana pasada.
Israel afirmó que seguirá luchando contra Hezbolá hasta que decenas de miles de residentes israelíes desplazados como consecuencia de las hostilidades puedan regresar a sus hogares en el norte.