Héctor Herrera, el jugador que ya quería retirarse y ser pescador, pero confiaron en él y aprovechó

Héctor Herrera en el partido entre México y Argentina en Qatar 2022. (ANP via Getty Images)
Héctor Herrera en el partido entre México y Argentina en Qatar 2022. (ANP via Getty Images)

Héctor Herrera es uno de los jugadores mexicanos más destacados en los últimos veinte años. Aunque en la época reciente su nivel bajó, no hay duda de que alcanzó los estándares más altos que se le pueden pedir a un futbolista: trascender en Europa y en Copas del Mundo. Él lo hizo, principalmente, en el Porto y también en el Atlético de Madrid. Qatar 2022 no fue un gran Mundial para su registro, y tampoco para el Tri, pero en Brasil 2014 y Rusia 2018 había dado grandes exhibiciones ante rivales de primer orden.

Su carrera se edificó de una manera extraña. Debutó en Primera División a los 21 años (nació en 1990), una edad en la que todavía era joven, pero a la que muchos futbolistas no llegan con sueños: después de los veinte ya se dice que son viejos y que no escalarán más. No fue su caso, pues pegó un salto estelar desde la Segunda División (tercera en los hechos) hasta el máximo circuito, como si fuera una película.

Desde entonces supo consolidarse paso a paso y no hubo duda: era un jugador no sólo para primera, sino con calidad de exportación. Vale recordar que la Segunda División era, en realidad, la tercera (y la tercera era la cuarta), pues en esa época la auténtica Segunda División era llamada Liga de Ascenso.

Eso lo supo ver Efraín Flores, entrenador que lo descubrió casi por casualidad. Flores dirigió a clubes como Chivas y Pachuca, y a nivel formativo también trabajó en esas instituciones y en Atlas. Es considerado uno de los gurús del futbol de fuerzas básicas en México. En un podcast para el canal Lavolpismo, del entrenador Ricardo La Volpe, otro experto en futbol base, Flores recordó cómo fue que encontró a Herrera y la sorpresa que se llevó con él.

"Yo llegué a media temporada (Clausura 2011), termina la temporada y le dijo a Jesús Martínez: ' se va el equipo a vacacionar, yo me quedo a trabajar con la 17, la 20, con la Segunda División. Ahí detecto al Zorrito Herrera. Estaba ahí arrinconado. El mismo Zorro dice: 'si no vienen ustedes, yo me iba a ir a pescar a Rosarito (su ciudad)'". Además de Héctor Herrera, Flores descubrió a Miguel Herrera Equihua y Dieter Villalpando, que hicieron una larga carrera en la Liga MX. "De una visoria de una semana", recuerda Flores, sobre el tiempo que le llevó rescatar a esos talentos.

Flores destacó que, anteriormente, las divisiones inferiores, como la Segunda o Tercera, servían para madurar talentos que ya no tenían lugar en los equipos sub-20 y tampoco en el primer equipo. Hoy eso ha quedado lastrado por la mecánica del futbol mexicano en la que no hay ascensos ni descensos. La competitividad se ha perdido. Basta recordar que Herrera pasó de tercera, adonde jugaba con Tampico Madero, a ser titular con Tuzos prácticamente de manera inmediata. Y también llegó al Tri rápidamente: en agosto de 2012, un año después de su debut, ya era medallista de oro en los Olímpicos de Londres.

En su opinión, Flores dice que, pese a todo, se siguen formando jugadores de muy buen nivel en México, pero que tampoco llegan porque el cupo de extranjeros ha aumentado progresivamente, en lugar de reducirse, un asunto que ya era debatido cuando había sólo cinco lugares para jugadores foráneos. Herrera fue un ejemplo de que sí, en México hay talento, pero hay que buscarlo y tener paciencia al hacerlo.

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