Guerra en Medio Oriente: crece el escepticismo sobre la capacidad de Israel para desmantelar a Hamas

Militares israelíes en un operativo en la Franja de Gaza
Militares israelíes en un operativo en la Franja de Gaza - Créditos: @FUERZAS DE DEFENSA DE ISRAEL (FD

NUEVA YORK.- De pie ante un telón de fondo gris decorado con logotipos de Hamas y emblemas que conmemoran el sangriento ataque del 7 de octubre a Israel, Osama Hamdan, el representante de la organización en el Líbano, expresó no tener preocupación por que su facción palestina sea expulsada de Gaza.

“Nosotros no estamos preocupados por el futuro de la Franja de Gaza”, dijo recientemente en una concurrida conferencia de prensa en sus oficinas en los suburbios del sur de Beirut. “El único tomador de decisiones es el pueblo palestino”.

Así, Hamdan desestimó uno de los objetivos clave de Israel desde el inicio de su asalto a Gaza: desmantelar la organización política y militar islamista que estuvo detrás de la masacre de unas 1200 personas y que aún mantiene a más de 100 rehenes.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfatizó repetidamente ese objetivo, incluso enfrentando una creciente presión internacional para reducir las operaciones militares. La administración de Joe Biden ha enviado funcionarios de alto nivel a Israel para impulsar una nueva fase de la guerra centrada en operaciones más específicas en lugar de destrucción generalizada.

Y críticos tanto dentro como fuera de Israel han cuestionado si resolver destruir una organización tan arraigada fue alguna vez realista. Un exasesor de seguridad nacional israelí calificó el plan de “vago”.

“Creo que hemos llegado a un momento en el que las autoridades israelíes tendrán que definir más claramente cuál es su objetivo final”, declaró el presidente francés, Emmanuel Macron, este mes. “¿La destrucción total de Hamas? ¿Alguien cree que eso es posible? Si es eso, la guerra durará 10 años”, advirtió.

Desde que surgió por primera vez en 1987, Hamas sobrevivió a intentos repetidos de eliminar a su liderazgo. La estructura misma de la organización fue diseñada para absorber tales contingencias, según especialistas políticos y militares. Además, las tácticas devastadoras de Israel en la guerra de Gaza amenazan con radicalizar a un segmento más amplio de la población, inspirando nuevos reclutas.

Los analistas ven que el resultado más óptimo para Israel probablemente consiste en degradar las capacidades militares de Hamas para evitar que el grupo repita un ataque tan devastador. Pero incluso ese objetivo limitado se considera una tarea formidable.

Hamas tiene sus raíces en la ideología de que el control israelí sobre lo que considera tierras palestinas debe ser combatido por la fuerza, un principio que probablemente perdurará, según los expertos.

Una vista aérea muestra a los palestinos llorando a sus familiares muertos en un ataque israelí nocturno contra el campo de refugiados de Al-Maghazi, durante un funeral masivo en el hospital Al-Aqsa en Deir Al-Balah, en el sur de la Franja de Gaza, el 25 de diciembre de 2023
Una vista aérea muestra a los palestinos llorando a sus familiares muertos en un ataque israelí nocturno contra el campo de refugiados de Al-Maghazi, durante un funeral masivo en el hospital Al-Aqsa en Deir Al-Balah, en el sur de la Franja de Gaza, el 25 de diciembre de 2023 - Créditos: @MAHMUD HAMS

“Mientras ese contexto esté presente, estarás lidiando con alguna forma de Hamas”, estimó Tahani Mustafa, analista principal de la causa palestina en el grupo de expertos International Crisis Group. “Suponer que podés simplemente desarraigar una organización así es fantasía”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron esta semana que eliminaron a aproximadamente 8000 combatientes de Hamas, de una fuerza estimada de entre 25.000 y 40.000. Sin embargo, no está claro cómo se está llevando a cabo el recuento. Según el Ejército, alrededor de 500 se rindieron, aunque Hamas negó que todos fueran de sus filas.

En ocasiones, el Ejército presentó informes de progreso positivos sobre sus objetivos, describiendo como “inminente” el control total de las áreas del norte de Gaza, donde comenzó su ofensiva terrestre a finales de octubre. Sin embargo, Netanyahu admitió el domingo que la guerra “nos está cobrando un costo muy alto”, ya que el Ejército anunció que 15 soldados habían muerto en las últimas 48 horas.

Michael Milshtein, exoficial de inteligencia senior de Israel, criticó las declaraciones de algunos líderes israelíes que retratan a Hamas como si estuviera en un punto crítico, y dijo que eso podría crear “falsas expectativas” sobre la duración de la guerra.

El Ejército israelí distribuyó recientemente volantes en Gaza ofreciendo dinero por información que conduzca al arresto de cuatro líderes de Hamas. Prometió 400.000 dólares por Yahya Sinwar, el líder de Hamas en Gaza, y 100.000 por Mohammed Deif, jefe de su ala militar, las Brigadas Ezzeldin Al-Qassam. Ambos son considerados los arquitectos del ataque del 7 de octubre.

Mohammed Deif, comandante de Hamas
Mohammed Deif, comandante de Hamas - Créditos: @archivo

Las recompensas parecen ser otra indicación de que Israel está teniendo dificultades para eliminar al liderazgo de Hamas.

Se cree que la élite del grupo se refugia, junto con la mayoría de sus combatientes y los rehenes restantes, en túneles profundos. Aunque el Ejército israelí afirmó que demolieron por lo menos 1500 pozos, los expertos consideran que la infraestructura subterránea está en gran medida intacta.

Se estima que los túneles, construidos durante 15 años, son tan extensos, con cientos de kilómetros de longitud, que los israelíes los llaman el “Metro de Gaza”.

“Hamas está resistiendo bastante bien este asalto”, dijo Tareq Baconi, un autor que escribió un libro sobre el grupo. “Todavía está demostrando que tiene una capacidad militar ofensiva”.

Giora Eiland, un general retirado y exjefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, explicó que Hamas demostró la capacidad de reemplazar rápidamente a los comandantes asesinados por otros igualmente capaces y devotos. “Desde un punto de vista profesional, debo dar crédito a su resistencia”, manifestó. “No veo señales de colapso ni en las habilidades militares de Hamas ni en su fuerza política para seguir liderando Gaza”, añadió.

Hamas tiene sus raíces en los Hermanos Musulmanes, que nacieron en Egipto en 1928 como un movimiento religioso de reforma social, pero a menudo se lo ha culpado de fomentar la violencia jihadista en décadas recientes. Israel permitió que el grupo creciera como contrapeso islamista a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), menos extremista y más secular.

En uno de los primeros y notorios intentos de Israel por desmantelar a Hamas, en 1992, deportó a 415 de sus líderes y aliados, arrojándolos en una zona a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano. Durante los meses previos a su regreso construyeron una alianza con Hezbollah en el Líbano, la milicia respaldada por Irán más poderosa de la región.

Estados Unidos e Israel consideran tanto a Hezbollah como a Hamas organizaciones terroristas.

Una serie de asesinatos de líderes políticos, militares y religiosos de Hamas tampoco logró debilitar al grupo. Ganó el control de Gaza en las elecciones palestinas de 2006, luego expulsó a su rival más moderado, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en un conflicto sangriento al año siguiente.

Israel libró otras tres guerras en Gaza dirigidas contra Hamas entre 2008 y la crisis actual.

Para Israel, el objetivo es primero desmantelar al gobierno, luego dispersar a los combatientes y eliminar a los comandantes y sus subordinados principales. Pero Azzam Tamimi, periodista palestino y miembro de los Hermanos Musulmanes que ha escrito un libro sobre Hamas, explicó que el grupo estaba preparado para eso.

“La cúpula puede desaparecer en cualquier momento porque pueden ser asesinados, arrestados, deportados”, señaló. “Así que desarrollaron este mecanismo de transferencia fácil de comando”.

El humo se eleva durante el bombardeo israelí en las afueras de la ciudad fronteriza de Marwahin, en el sur del Líbano, el 26 de diciembre de 2023, en medio de tensiones transfronterizas mientras continúan los combates entre Israel y militantes de Hamás en la Franja de Gaza.
El humo se eleva durante el bombardeo israelí en las afueras de la ciudad fronteriza de Marwahin, en el sur del Líbano, el 26 de diciembre de 2023, en medio de tensiones transfronterizas mientras continúan los combates entre Israel y militantes de Hamás en la Franja de Gaza. - Créditos: @-

Como Estados Unidos descubrió al intentar aplastar a Al-Qaeda o a los talibanes, las organizaciones tienden a resurgir una vez que se levanta la presión armada. La lucha en Gaza se ha comparado con la campaña para arrebatar Mosul al Estado Islámico (EI) hace menos de una década, pero hay diferencias significativas.

Notablemente, Hamas es autóctono de Gaza: surgió de la frustración con las facciones más convencionales que abandonaron la lucha armada contra la ocupación israelí. Hamas se niega a reconocer a Israel y, según su carta fundacional, está comprometido con su destrucción.

La magnitud de la guerra de Israel probablemente radicalizará a una nueva generación: según el Ministerio de Salud de Gaza, hasta ahora se informa que más de 20.000 gazatíes han sido asesinados.

En el mejor de los casos, Israel probablemente pueda contener a Hamas, según los expertos. Pero incluso si de alguna manera Israel lograra desmantelar al grupo en Gaza, todavía hay ramificaciones en Cisjordania y en el extranjero, en lugares como Líbano y Turquía, que podrían revivirlo.

“La manera correcta de pensar en ello es degradar la organización hasta el punto en que ya no sea una amenaza sostenible”, opinó Marc Polymeropoulos, un exoficial retirado de la CIA especializado en contraterrorismo en Medio Oriente. “No podés tener simplemente una estrategia de matar a todos. Tenés que tener ese escenario para el día después”.

Neil MacFarquhar