Gremio advierte sobre el "dedo estigmatizante" de Milei y el peligro para la prensa en Rosario

Buenos Aires, 20 mar (EFE).- La Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (Adepa) advirtió este miércoles sobre "el dedo estigmatizante" del presidente del país, Javier Milei, contra los periodistas y el peligro que supone para la prensa la violencia ejercida por el crimen organizado en la ciudad de Rosario.

Estas son algunas de las conclusiones del informe de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, revelado en la 184ª Junta de Directores de la entidad, celebrada este martes y miércoles en Buenos Aires.

En el documento hecho público este miércoles, la agrupación alertó sobre "los daños de la violencia verbal" que sufren los medios y atentan contra la libertad de prensa, especialmente "si las descalificaciones provienen de altos funcionarios públicos".

"No es lo mismo disentir a través del insulto o de argumentos 'ad hominem'. Estas actitudes son más graves, para la preservación de la libertad de expresión y del clima fértil que exige el debate democrático, cuando provienen de lo alto del poder. No hay simetría posible entre un periodista o incluso un medio, por más grande que sea, y el dedo estigmatizante de un presidente", indicó.

El tono agresivo usado en la campaña electoral por Milei, que este martes cumplió 100 días de gestión tras ser investido el 10 de diciembre, se ha mantenido siendo presidente, con algunos intercambios de fuertes mensajes con periodistas o grupos de comunicación, a los que ha puesto en el disparadero de las redes libertarias.

Adepa recordó en su informe que "ha cuestionado públicamente las descalificaciones presidenciales dirigidas a periodistas, en las primeras semanas de este año" y echó la vista atrás para hablar del "período kirchnerista", durante el que "Argentina "experimentó las consecuencias de los agravios presidenciales y de otros altos funcionarios, amplificados por un extraordinario aparato comunicacional gubernamental y paraoficial, complementados por un conjunto de medidas administrativas y legislativas".

El informe resaltó que el uso y abuso del "cómodo canal de las redes sociales" por parte de "gobiernos, políticos y sociedades" lleva a estos a pensar en "un presunto 'diálogo directo' sin preguntas incómodas" del periodismo, que, según la entidad, es el necesario "intermediario entre la ciudadanía y el poder".

En su informe, Adepa dedicó un capítulo muy destacado a las presiones sufridas por los medios en Rosario, la tercera ciudad más poblada de Argentina y en la que en las últimas semanas se recrudeció la violencia asociada al narcotráfico.

Las recientes intimidaciones sufridas por periodistas durante sus coberturas para mostrar "el nivel de expansión de ese cáncer silencioso que amenaza la paz" en esa ciudad de la provincia de Santa Fe, "e incluso la salud institucional de la Nación" fueron objeto de repudio.

El informe recuperó la figura del reportero gráfico José Luis Cabezas, asesinado el 25 de enero de 1997 mientras estaba en plena investigación periodística, para señalar que aquella muerte "trazó un límite que nunca más fue cruzado".

"Desde entonces, no hubo que lamentar el asesinato de ningún otro periodista argentino por ejercer su oficio. Esto nos diferencia de buena parte de los países de nuestra región en los que el asesinato de periodistas es habitual. El aumento feroz de la violencia criminal en Rosario en las últimas semanas nos acerca a esa frontera no traspasada desde hace más de un cuarto de siglo", resumió el texto.

En un país donde el Ejecutivo de Milei decidió, en medio de su política de ajuste económico, suspender la publicidad oficial durante un año y el cierre o la reconversión de los medios públicos, Adepa dedicó un capítulo de su informe a la sustentabilidad de los medios, con una fuerte apuesta por defender los derechos de propiedad.

"La desfinanciación del periodismo conlleva el debilitamiento de una herramienta clave para la democracia en un mundo en el que crecen peligrosamente la polarización y la desinformación", aseveró.

Concepción M. Moreno

(c) Agencia EFE