Con güiros, maracas y tamboras, los Marlins hacen ruido en su Día Inaugural entre esperanzas y dudas

Por primera vez en su historia, los Marlins permitieron que los fanáticos trajeran instrumentos musicales a un Día Inaugural de la temporada regular.

La exitosa experiencia del pasado Clásico Mundial y la Serie del Caribe persuadió al equipo de que güiros, maracas y tamboras le daban un ambiente más festivo al loanDepot park.

Si los volúmenes de las notas se tradujeran en victorias, nadie le ganaría en las Grandes Ligas a Miami, pero el ruido del terreno deberá ser mucho más estruendoso para competir en un panorama mucho más complicado que el de la contienda pasada.

“Siempre una jornada de Día Inaugural es algo especial, es como una especie de día feriado’’, expresó el manager de los peces, Skip Schumaker.

“Tuve la suerte de ver la energía del Clásico y la Serie del Caribe. Va a ser muy bueno tener esos sonidos [de los instrumentos musicales] de nuestro lado’’.

Como suele ocurrir en cada inicio de temporada, la esperanza se mantiene robusta y no se pierde hasta bien entrado el verano, y aunque la organización ha lanzado el mensaje de que esta nueva versión es superior a la anterior, las dudas siguen vigentes.

Sin Jorge Soler, sin Sandy Alcántara, sin Yuli Gurriel o Jon Berti, ¿son estos Marlins del 2024 mejores, peores o iguales a los que en la temporada pasada alcanzaron los playoffs?

La pregunta provoca optimismo entre los jugadores que visten el uniforme del club, pero genera preocupación entre los miles que acudieron este jueves al Día Inaugural de la temporada en el estadio de La Pequeña Habana.

“Francamente no sé qué esperar del equipo’’, apuntó el puertorriqueño Héctor López.

“En realidad no tienen una estrella de magnitud. Van a tener que desarrollar una química colectiva muy fuerte para avanzar tan profundo como en la campaña previa. Por ahora disfrutamos este Día Inaugural y ya habrá tiempo para otras evaluaciones’’.

Cuando se pregunta por el estado del club, cada uno de los miembros respondió de manera positiva, basándose en que gran parte del núcleo anterior todavía se hará presente en la venidera temporada, y que varios peloteros que no han desarrollado todo su potencial pudieran alcanzar un nivel superior en los próximos meses.

Ciertamente, el equipo apunta a que ahora tendrán desde el primer día a dos bates probados como los de Josh Bell y Jake Burger, los cuales llegaron en el verano de la contienda previa y de inmediato tuvieron impacto en la alineación, pero esos jonrones e impulsadas de Soler valen mucho en un parque tan cavernoso como el de La Pequeña Habana.

“Este equipo no se va a cansar, eso lo puedo asegurar porque vamos a jugar hasta el último out’’, apuntó el as de la rotación Jesús Luzardo.

“Haber llegado a los playoffs el año pasado y vivir esa experiencia nos va a ayudar mucho en lo que queremos hacer ahora en el 2024’’.

Salvo la contratación de Tim Anderson, los peces apenas se sumergieron en la agencia libre y muchos aficionados temen que se trata de otro de esos ciclos donde la organización promete dar un paso atrás para luego avanzar, como tanto sucediera en los tiempos de Jeffrey Loria y luego con Bruce Sherman bajo la égida de Derek Jeter.

Sin duda, Miami dio un paso adelante en el 2023 con la mano firme de Kim Ng como gerente general y del manager Skip Schumaker, quien dejó una buena impresión en su debut al timón del club, que finalizó con balance de 84-78 y se aseguró el segundo puesto de comodín del Viejo Circuito, solo para ser barrido en tres juegos por los Filis de Filadelfia.

Schumaker sigue al mando, pero la oficina central sufrió una sacudida enorme con la partida de Ng y la llegada de un nuevo presidente de operaciones de béisbol en Peter Bendix, quien a su vez ha contratado a cuatro asistentes y ha llenado otro números de plazas en varios departamentos que tienen que ver con la búsqueda y desarrollo de talento.

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Pero, ¿y qué hay con los peloteros actualmente firmados en una nómina que ahora mismo es de $96 millones?

¿Se mantendrá Jazz Chisholm lo suficientemente saludable en el jardín central? ¿Se convertirán Sánchez y Bryan de la Cruz en figuras de peso? ¿Será la rotación capaz de minimizar la pérdida de Alcántara a largo plazo y las de Edward Cabrera y Eury Pérez a corto, tras sufrir lesiones en la primavera?

La receptoría es un punto preocupante con Nick Fortes y el recién llegado Christian Bethancourt, pero las opciones en la agencia libre no son muchas y este inicio de temporada contra los Piratas de Pittsburgh augura que ambos compartirán tiempo de juego a partes iguales.

Algo que ayudó mucho a los Marlins en el 2023 fueron las 41 victorias viniendo desde atrás y el balance de 33-14 en juegos definidos por una sola carrera, algo muy difícil de repetir, porque requiere de una fortaleza mental que no siempre se alcanza a lo largo de una temporada.

Aunque la mayoría confía en que con Schumaker -en su segunda temporada- el tema de la “cultura ganadora’’ ocupará un espacio más importante y por encima de cualquier impacto de un jugador en específico, lo cierto es que a la afición le preocupa que este grupo pueda repetir una visita a los playoffs dentro de una división muy potente como el Este de la Nacional.

Temores aparte, el Día Inaugural siguió con ese ritual tradicional de renovación y esperanza que solo el béisbol puede ofrecer, mientras los aficionados se aprestaban a disfrutar del juego sin pensar en lo que puede ocurrir de aquí a dos meses.

“Vamos a confiar en que las cosas van a mejorar o que al menos van a empeorar’’, apreció el cubano José Linares.

“Me hubiera gustado ver aquí a un Jorge Soler, pero lo importante es que el equipo gane o al menos que haga un papel decente. Ellos dicen que van a competir. Vamos a darles el beneficio de la duda’’.