La fuerza de voluntad que tiene ese hombre. Yuli Gurriel es un canto a la perseverancia con los Reales
Como él mismo ha reconocido, Yuli Gurriel llegó algo tarde a las Grandes Ligas.
Lo realizado, sin embargo, por el veterano pelotero es algo digno de elogio. Verlo en su octava postemporada de manera consecutiva a sus 40 años siempre nos lleva a la misma pregunta: ¿qué abría sido de su carrera de haber arribado a más temprana edad?
Más allá de cualquier especulación, lo cierto es que la presencia del cubano con los Reales de Kansas City es un canto a la resistencia porque muchos también se preguntaron cuando comenzó la temporada regular y él no pudo integrar un róster de las Mayores, qué buscaba en las Ligas Menores de los Bravos, donde pasó largos meses en espera de ser llamado.
Eso también pasaba por la mente de su compatriota Daysbel Hernández, convertido hoy en un pilar del bullpen de Atlanta, pero que por entonces compartió con Gurriel los días de incertidumbre en la sucursal de Triple A de la organización georgiana.
“El Yuli es único’’, comentó Hernández.
“La fuerza de voluntad que tiene ese hombre. Siempre llegaba al terreno y siempre haciendo cosas, de aquí para allá. Con 40 años lo pusieron a jugar tercera base y lo hizo como si estuviera jugando en Cuba. Verlo a él es una inspiración para uno, para no rendirse y seguir adelante’’.
Finalmente, esa fuerza de voluntad fue recompensada no solo cuando salió al terreno vestido en el uniforme de Kansas City el 1 de septiembre sino porque lo hizo, por ironías del destino, en la casa de los Astros de Houston, donde viviera sus mejores momentos.
Fue un retorno al mejor béisbol del mundo con muchos recuerdos y grandes emociones, pues antes del inicio del partido en la pizarra gigante del estadio pasaron un video con las imágenes de sus mejores momentos con la franquicia texana, donde sigue brillando su compatriota Yordan Álvarez.
El público presente en las gradas le brindó una sonada ovación cuando el locutor anunció su nombre y el estelar jugador antillano agradeció a todos saludando desde el dugout, como siempre suele hacerlo, con la emoción contenida.
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No podía ser menos para un hombre que ayudó a ganar dos Series Mundiales para los Astros, consiguió un título de bateo en la Liga Americana, obtuvo un Guante de Oro y siempre recibió el cariño de los aficionados por su carácter jovial y su profesionalismo en el terreno.
Gurriel llegó en un momento crucial para unos Reales que terminaron apoderándose de uno de los puestos de comodín de la Liga Americana.
Su urgente llamado a Kansas City se produjo luego de que perdieran al primera base Vinnie Pasquantino debido a una lesión.
Gurriel, quien finalizó la pasada contienda con los Marlins, pero al no recibir ninguna oferta comenzó a buscar nuevas opciones en el invierno antes de unirse a la organización de Atlanta, ahora puede ser una figura importante para los Reales y seguirá haciendo historia como lo hizo el martes cuando conectó su hit número 88 en postemporada para igualar en el 12do puesto junto con David Ortiz.
Estrella en Cuba, en Japón y las Mayores, ya ni vale preguntarse sobre el destino de la carrera de Gurriel en términos temporales. Esa fuerza de voluntad de la que hablaba Hernández será el sello que le acompañe por el resto de sus días.