Desde hace años Florida paga a cazadores para eliminar serpientes pitón... ¿funciona?

La invasión se declara "imparable con las técnicas actuales"

Una gran pitón birmana hembra capturada en los manglares del suroeste de Florida | Imagen Conservancy of Southwest Florida
Una gran pitón birmana hembra capturada en los manglares del suroeste de Florida | Imagen Conservancy of Southwest Florida

En algún momento, seguramente a principios de los ochenta, algún irresponsable dueño de especies exóticas dejó en libertad a algunas de sus intrépidas mascotas en los humedales del Parque Nacional Everglades de Florida. Para la enorme pitón birmana (Python bivittatus), una especie de serpiente originaria de la India, Pakistán, Nepal e Indochina, aquella liberación representó una ventana de oportunidad para hacerse con un entorno favorable y desprevenido. Con sus seis metros de longitud y superando fácilmente los cien kilos de peso, aquellos gigantes asiáticos se encontraron con hábitat repleto de vida y especies indefensas para su inesperada llegada.

En la actualidad, la pitón birmana es la reina de los manglares de Florida. Su expansión ha sido imparable y, “mordisco a mordisco, estos invasores han remodelado el ecosistema por el que se deslizaron hace ya cuarenta años”. Los científicos han encontrado en sus vientres todo tipo de mamíferos, aves y reptiles, así como el casi extinto conejo de los pantanos, cigüeñas, ciervos e incluso caimanes, los poderosos dueños de Everglades antes de su llegada.

Hace unos días un detallado análisis realizado por investigadores del USGS e instituciones asociadas dejaba bien claro el problema: “Tras seis años de preparación, por primera vez, toda la ciencia sobre la ecología de las pitones y las posibles herramientas de control se han consolidado en un solo documento, lo que nos permite identificar lagunas de conocimiento y áreas de investigación importantes para ayudar a informar futuras estrategias de gestión de pitones”.

La conclusión más inquietante del estudio es que “la pitón birmana se ha extendido por todo el sur de Florida y la erradicación de la población en estos hábitats no es posible con las herramientas existentes”. De hecho, los investigadores indican que se encuentran ante “uno de los problemas de gestión de especies invasoras más intratables en todo el mundo”.

Distribución geográfica de los registros de pitones birmanas en el sur de Florida entre 1979 y 2021 |  Imagen Wetland and Aquatic Research Center
Distribución geográfica de los registros de pitones birmanas en el sur de Florida entre 1979 y 2021 | Imagen Wetland and Aquatic Research Center

Los proyectos para restaurar los ecosistemas del Parque Nacional Everglades de Florida han costado miles de millones de dólares en lo que ya se considera como "la restauración ambiental más grande en la historia del mundo". Una buena parte de ese presupuesto ha estado destinada a contratar cazadores especializados que durante los últimos años han intentado acabar con la invasión… sin mucho éxito.

La primera aproximación se realizó hace una década con la celebración de un concurso de caza. Las autoridades patrocinaron un “maratón” una semana de duración y con un premio de 10.000 dólares, con la esperanza de atraer a posibles especialistas en caza de reptiles por todo el mundo. El resultado no tuvo ningún impacto real ya que apenas cazaron 68 pitones durante esos siete días. Sin embargo, sirvió de incentivo para una caza a mayor escala y con cazadores contratados oficialmente para capturar el mayor número posible de pitones.

Es muy difícil precisar la población exacta de pitones en los Everglades aunque las estimaciones más conservadoras ya reconocen que seguramente supera las docenas de miles, evidenciando que la contratación de cazadores desde hace diez años no ha resultado efectiva.

Esta pitón birmana capturada en los Everglades en Florida tenía 122 huevos en desarrollo en su abdomen, rompiendo un récord y estableciendo una nueva marca para la mayor cantidad de huevos que una pitón puede producir en su ciclo de reproducción | imagen The Conservancy of Southwest Florida.
Esta pitón birmana capturada en los Everglades en Florida tenía 122 huevos en desarrollo en su abdomen, rompiendo un récord y estableciendo una nueva marca para la mayor cantidad de huevos que una pitón puede producir en su ciclo de reproducción | imagen The Conservancy of Southwest Florida.

Uno de los principales problemas para controlar esta invasión de pitones birmanas es la dificultad para localizarlas visualmente. El entorno les beneficia y, a pesar de su gran tamaño, el color de su piel, moreno y beige, logra un camuflaje casi perfecto en los manglares subtropicales de Florida. La dificultad del terreno también juega en contra de las batidas, son astutas y no se dejan engañar con ningún tipo de trampa y además ocupan grandes extensiones de pantano prácticamente inaccesible para los humanos. En definitiva, hemos liberado al perfecto superdepredador en un hábitat que le favorece.

No parece haber una solución a corto plazo, al menos con las herramientas convencionales que se han estado utilizando. Ante esta realidad, los propios investigadores del USGS reconocen que están “explorando posibles técnicas novedosas, como por ejemplo el biocontrol genético, que algún día podrían proporcionar una vía hacia la supresión de la población a mayor escala”.

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Referencias científicas y más información:

Jacquelyn Guzy “Comprehensive Review of Burmese Python Science Released” U.S. Geological Survey (2023)

Alex Harris “Florida pays python hunters to clear the Everglades. Ten years later, is it working?” Phys.org

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