Yahoo Noticias Familia campesina que se hizo YouTuber triunfa; ahora podrán comprar un terreno para tener su propia casa
A mediados del mes de mayo, la historia de Nubia y sus hijos, de Colombia, que abrió su canal de YouTube para tratar de generar ingresos para sobrevivir a la pandemia se hizo muy popular en redes sociales. Varios meses después, la familia ya generó ingresos para comparar un terreno y pronto construir su casa.
Nubia Gaona Cárdenas y sus hijos Jaime Alejandro Riveros Gaona y Arley David Gaona Gaona, viven en Chipaque, Cundinamarcae. En sus primeros videos explicaron que no tenían dinero para comparar comida, incluso en uno de ellos, Jaime Alejandro, pide a los espectadores, "Hagamos este video viral para que nadie se tenga ir a acostar sin comer".
Los meses pasaron y la popularidad de su canal, llamado Nubia e hijos, fue aumentado y comenzaron a generar miles de reproducciones y a ganar suscriptores gracias a sus videos donde enseñan trucos para cultivar vegetales y consejos de jardinería.
El nueve de junio recibieron la placa de YouTube por tener 100,000 suscriptores, ahora tienen 717,000, y desde entonces no han parado. Actualmente ya cuentan con 40 videos publicados y el más popular tiene 764,000 reproducciones.
El sitio Statista incluyó el canal de la familia campesina en la lista de los YouTubers más destacados de Latinoamérica en 2020.
Tras su éxito, la familia ya recibió su primer pago por concepto de publicidad el cual, según el medio local Semana, es de 30 millones de pesos colombianos, los cuales son unos 8,651 dólares.
El citado medio mencionó que Nubia invertirá ese dinero para comprar un terreno donde construirá una casa para vivir con sus hijos.
Pero las buenas noticias no terminaron para la familia de campesinos, pues, a principios de diciembre, recibieron la visita del cantante Johnny Rivera y de los influencers ‘Los Montañeros’, quienes les llevaron obsequios, una moto para la mamá y bicicletas para los hijos.
En uno de sus primeros videos, Nubia explicó lo dura que era la vida de los campesinos colombianos, ya que, aunque trabajan mucho en sus cultivos, las ganancias se las quedan los intermediarios. La mujer narró que su esposo había muerto hace dos años, y que antes de eso, se habían asociado con otro hombre para cultivar papás, al final no ganaron nada y perdieron toda su inversión.
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