La falta de un líder fuerte, el talón de Aquiles de Europa para lidiar con la nueva era Trump
BERLÍN.- El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría representar una solitaria y peligrosa condena para Europa, que ya está sumida en el estancamiento económico y tiene una guerra activa en su umbral oriental. Los líderes europeos coinciden en que el momento histórico demanda que las dos mayores economías del continente ejerzan un liderazgo fuerte y renovado.
Pero a Francia y a Alemania, que además son los dos países más importantes de la Unión Europea (UE), les está constando responder a ese reclamo. Ellos también son víctimas de las mismas fuerzas políticas que impulsaron la popularidad de Trump entre los conservadores y votantes indecisos en Estados Unidos: la reacción de los consumidores contra el vertiginoso aumento de los precios, la inquietud por el aumento de la inmigración, y una acelerada erosión de la confianza de la gente en la dirigencia política.
La hemorragia de apoyo a los partidos políticos tradicionales es imparable, mientras que el apoyo a los movimientos populistas y nacionalistas, incluidos los antes marginales partidos de ultraderecha, no para de crecer.
President-elect @realDonaldTrump and I agree on wanting to work towards a return to peace in Europe. I personally congratulated him on the phone and said that Germany wants to continue its successful cooperation with the USA.
— Bundeskanzler Olaf Scholz (@Bundeskanzler) November 11, 2024
Tras meses de peleas internas por los impuestos, el gasto público y la manera de resucitar la economía de Alemania, la semana pasada el canciller Olaf Scholz sacudió a su gobierno con el despido de su obstinado ministro de economía. El país parece encaminado a celebrar elecciones anticipadas, que probablemente terminen con Scholz fuera del poder.
En las recientes elecciones regionales alemanas ganaron terreno un partido de ultraderecha y un nuevo partido populista, y la victoria de Trump en Estados Unidos podría potenciar aún más su credibilidad de cara a las próximas elecciones nacionales.
En Francia, tras su calamitosa decisión de convocar elecciones anticipadas, el presidente Emmanuel Macron ha visto debilitarse aún más su poder. Tras esa votación, Francia tardó meses en formar gobierno, la Cámara Baja del Parlamento francés quedó prácticamente paralizada, y el gobierno quedó en manos de una coalición inestable que se aferra al poder arrinconada entre la extrema izquierda y la extrema derecha.
La incertidumbre que reina en París y en Berlín deja un vacío de poder continental que puede envalentonar a Rusia en su guerra en Ucrania y que amenaza con obstaculizar la capacidad de Europa para responder a una guerra comercial global si en 2025 Trump avanza rápidamente con la imposición de fuertes aranceles a las importaciones que ingresan a Estados Unidos.
Es probable que la situación entorpezca aún más los esfuerzos de los mandatarios europeos de forjar una política común para proteger a sus industrias del aumento de las importaciones chinas de bajo costo, incluidos los automóviles eléctricos y otras tecnologías de energía limpia. Y también podría complicar la ya difícil tarea política de aumentar el gasto militar de Europa, que según dirigentes políticos y analistas será más urgente que nunca frente a las intermitentes amenazas de Trump de retirarse de la OTAN o dar de baja las garantías de seguridad de Estados Unidos para sus aliados europeos.
En Europa hay otros gobiernos más estables cuyo papel podría crecer para hacer frente a la crisis, pero que tienen sus propias complicaciones.
Keir Starmer, que hace apenas unos meses fue elegido primer ministro de Gran Bretaña, ya ha sido golpeado por la indignación pública por los regalos que aceptaron él y su esposa. Además, su país ya ni siquiera es parte de la UE.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, es una líder populista que podría forjar una relación estrecha con Trump, o que también podría atenerse a su enfoque relativamente centrista en materia de política exterior y dar apoyo a Ucrania, a contramano de las posiciones del propio Trump.
Los analistas coinciden en que los candidatos naturales para liderar una Europa más independiente y fuerte tendrían que provenir de Berlín o de París, precisamente las dos capitales europeas hoy más convulsionadas.
“El liderazgo franco-alemán está claramente en una crisis, profundizada por el colapso de la coalición alemana y por el ombliguismo de Francia con sus propias divisiones políticas internas”, apunta Alexandra de Hoop Scheffer, presidenta del German Marshall Fund de los Estados Unidos, un grupo de expertos no partidario con sede en París. “Ese es un enorme impedimento tanto en el escenario europeo como internacional.”
Jörn Fleck, director del Centro Europeo del Consejo Atlántico, con sede en Washington, dice que Francia y Alemania están sufriendo “crisis políticas autoinfligidas” justo cuando la victoria de Trump vino a sumar nuevos e importantes motivos de incertidumbre sobre el futuro de Europa.
“Ahora la relación es mucho más complicada, y antes de mejorar, todo podría empeorar rápidamente”, agrega Fleck.
La semana pasada, Macron y Scholz reconocieron los problemas que enfrentan pero ofrecieron pocas pistas de cómo piensan enfrentarlos.
Donald Trump was elected by Americans to defend the interests of Americans.
The question we, as Europeans, must ask ourselves is, are we ready to defend the interests of Europeans? pic.twitter.com/VYYltBZtb4— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 7, 2024
Trump “fue elegido por el pueblo norteamericano y va a defender los intereses del pueblo norteamericano, y eso es bueno y legítimo”, dijo Macron el jueves durante la apertura de una cumbre de líderes europeos en Budapest, Hungría. “La pregunta es si nosotros estamos listos para defender los intereses de los europeos.”
Macron agregó que el mundo está compuesto de herbívoros y de carnívoros, “y si decidimos seguir siendo herbívoros, los carnívoros nos van a ganar.”
I have no intention of leaving Europe as a stage inhabited by herbivores, only for carnivores to come and devour according to their agenda.
As Europeans, we must be clear-sighted, ambitious, and determined about our own agenda—an agenda of sovereignty. pic.twitter.com/nxTHykcnA8— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 7, 2024
Y el jueves frente a los periodistas, Scholz reconoció el mal momento que eligió para liquidar su coalición de gobierno con la expulsión de su ministro de economía, Christian Lindner, que había empezado a socavar la agenda económica del gobierno.
En vez de permanecer en el cargo hasta las elecciones programadas para la segunda mitad del año próximo, Scholz y su coalición probablemente tendrán que enfrentar a los votantes alemanes en marzo, y es probable que Scholz pierda su cargo.
“Habría querido ahorrarles esta difícil decisión que tuve que tomar, especialmente en tiempos como estos, en los que crece la incertidumbre”, dijo Scholz.
Pero agregó que “En Europa debemos estar más unidos que nunca y seguir invirtiendo juntos en nuestra propia seguridad y fortaleza, porque la situación es grave.”
Por Jim Tankersley y Aurelien Breeden
Traducción de Jaime Arrambide