Elon Musk reforzó su relación especial con Meloni con un tuit que generó fuerte revuelo en Italia

ROMA.– “Estos jueces tienen que irse”. Si ya era conocida la amistad entre Giorgia Meloni y Elon Musk, el hombre más rico del mundo, referente de la ultraderecha global y estrecho aliado de Donald Trump, la sintonía quedó confirmada este martes, cuando el multimillonario hizo un posteo en X (ex Twitter, de la que es dueño) con el que respaldó a la premier italiana en su pulseada contra el poder judicial.

Ayer, en efecto, por segunda vez en pocas semanas un tribunal de Roma dictaminó que un segundo grupo de siete migrantes provenientes de Egipto y Bangladesh que habían recién llegado al controvertido centro para identificación y repatriación construido por el gobierno italiano en Albania, no podían quedarse allí, sino volver de inmediato a la península. Por segunda vez, la decisión se basó en una sentencia de la Corte de Justicia europea sobre países considerados “seguros”, que choca con un decreto recientemente aprobado por el gobierno con el fin de que sus novedosos pero polémicos centros de identificación y repatriación construidos en las localidades de Shengjin y Gjader, Albania, no se queden vacíos, más allá del gasto millonario que significó levantarlos y los cuestionamientos de tipo jurídico y de respeto a los derechos humanos que implican.

Al comentar la noticia de este nuevo revés –posteada en X por Mario Nawfal, un usuario muy activo, con casi 2 millones de seguidores y admirador del magnate sudafricano–, Musk escribió: “Estos jueces tienen que irse”, frase que, como era de esperar, en medio del tira y afloje, creó un gran revuelo en Italia.

El líder de la Liga, Matteo Salvini, vicepremier y desde siempre admirador de Trump, fue el único que salió a respaldar al empresario y ahora brazo derecho del presidente electo norteamericano. “Musk tiene razón: la enésima decisión de los jueces que impide alejar a los clandestinos del territorio italiano no es un revés al gobierno, sino una decisión que pone en peligro la seguridad y la billetera de los italianos”, escribió en Facebook.

Al margen de esto, la aparición tan directa en la siempre conflictiva escena política italiana del también dueño de Tesla, Starlink y SpaceX desató reacciones de todo tipo.

“Estamos desconcertados por esta intervención de parte de un magnate extranjero poderosísimo”, dijo Alessandra Maddalena, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Magistrados. “Aquí ya no está en juego la independencia de la magistratura, sino que se trata de la soberanía del Estado italiano”, clamó.

Ernesto Carbone, miembro del Consejo Superior de la Magistratura, consideró “peligrosas” las palabras de Musk. “Estos nuevos oligarcas que se aprovechan de mundos nuevos (como el espacio, el éter, las redes sociales y las nuevas tecnologías) para controlar la política mundial son un peligro para la democracia”, indicó. “Después de una incursión en la política alemana, hoy el jurista Elon Musk entra de modo violento criticando un poder del Estado. Todo esto es inaceptable, pero sobre todo peligroso”, agregó. Hace unos días Musk también dio que hablar al comentar la crisis política de Alemania y al opinar, siempre en X, su red, que el canciller saliente, Olaf Scholz, “es un estúpido”, definiéndolo un “Narr” (estúpido en alemán).

La intervención de Musk incluso causó escozor en parte del oficialismo. Maurizio Lupi, del partido Nosotros Moderados, pequeña fuerza que sostiene la coalición y señalado por el presidente del Senado, Ignazio La Russa, como el próximo posible candidato de centroderecha a la alcaldía de Milán, en efecto, dijo que fueron “inapropiadas” las palabras del multimillonario, ya que “alimentan un choque con el poder judicial que la mayoría no quiere”. “No hay un conflicto entre los poderes del Estado, entre el gobierno y el poder judicial en su conjunto, simplemente creemos que algunos tribunales han tomado decisiones erradas e instrumentales”, afirmó Lupi.

La oposición de centroizquierda por supuesto puso el grito en el cielo ante la “injerencia” de Musk. “¿Los patriotas Meloni y Salvini defenderán la soberanía italiana de las injerencias del millonario Elon Musk que pide a los jueces de un país soberano de irse? ¿Por qué Musk no se ocupa de sus asuntos?”, se preguntó Riccardo Magi, de +Europa.

Simona Bonafé, del Partido Democrático, el principal de la oposición, directamente denunció una “injerencia inaceptable”: “es grave que Musk se sienta políticamente autorizado a deslegitimizar la autoridad judicial italiana. El gobierno italiano debe reaccionar con firmeza, defendiendo el accionar de los jueces”, aseguró.

Le hizo eco Sandro Gozi, eurodiputado del mismo partido, que en X escribió: “Italia y Europa no toman lecciones de democracia de nadie, mucho menos de Elon Musk, cuyo único objetivo es minar nuestros valores fundamentales, a partir de la independencia de la magistratura. Que vaya a construir sus regímenes en el espacio”.

Angelo Bonelli, de Alianza Verde e Izquierda, también se mostró indignado: “el ataque a los jueces italianos es inaceptable, una injerencia del brazo derecho de Trump que quiere construir una autocracia tecnológica gracias a su imperio económico para debilitar a la democracia”, acusó. “Espero una condena de parte de la premier italiana de las gravísimas palabras de Elon Musk, en defensa de nuestra constitución y magistratura”, agregó.

Se trata de algo más que difícil. Meloni en septiembre pasado hizo de todo para recibir de manos de su amigo Elon el “Global Citizen Award 2024″ que le otorgó en Nueva York el Atlantic Council. En esa ocasión, de riguroso smoking, Musk llenó a Meloni de elogios: dijo que era “una persona que admiro”, “honesta y verdadera”, “aún más linda adentro que afuera”, que “ha hecho un trabajo increíble como premier”. Con un vestido largo, negro, a su turno Meloni, muy orgullosa, destacó la “genialidad preciosa” de Musk, que había sido su invitado de honor a la manifestación de su partido de diciembre pasado. Durante esa noche de gala algunas fotos de Meloni y Musk, sentados a la misma mesa, sonrientes, con miradas cómplices y divertidos, hicieron desencadenar especulaciones de un romance en curso.

“Estaba allí con mi mamá. No hay ninguna relación romántica con la premier Meloni”, desmintió Musk, como siempre, por X.