Cómo los electores desinteresados podrían decidir las elecciones de 2024

Joseph Pérez, que trabaja en un estacionamiento y fue partidario de Trump en las elecciones de 2020, dice que se ha desvinculado cada vez más de la política, en Las Vegas el 23 de mayo de 2024. (Marshall Scheuttle/The New York Times)
Joseph Pérez, que trabaja en un estacionamiento y fue partidario de Trump en las elecciones de 2020, dice que se ha desvinculado cada vez más de la política, en Las Vegas el 23 de mayo de 2024. (Marshall Scheuttle/The New York Times)

Joe Pérez es exactamente el tipo de votante por el que se pelean el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump: un hispano de 22 años de Las Vegas que creció inclinándose por el Partido Republicano, también apoya el derecho al aborto y se sintió indignado por los alborotadores del Capitolio el 6 de enero de 2021.

Pero Pérez, poco entusiasmado con una revancha Biden-Trump, abrumado por las noticias y desilusionado con la política, está dejando de prestarle atención a lo que sucede a su alrededor.

“Si me preguntas qué está pasando con la contienda presidencial, por ejemplo, o la situación en Gaza o Ucrania o lo que sea, no creo que pueda responder”, comentó Pérez, que apoyó a Trump en 2020 y ahora está intrigado por Robert F. Kennedy Jr. “Ya no intento darle seguimiento a eso”.

En vez de eso, aseguró Pérez, que trabaja en un estacionamiento y espera convertirse en bombero, “solo voy a tener que enfrentar lo que venga, porque no creo que yo vaya a cambiar nada ”.

De hecho, gente como él podría ser muy importante.

Los estadounidenses políticamente desvinculados están emergiendo como uno de los grupos de votantes más impredecibles, complejos y potencialmente influyentes en la carrera de 2024. Están alimentando la actual ventaja de Trump en las encuestas, pero en muchos casos proceden de comunidades de tradición demócrata, lo que da a Biden la oportunidad de recuperar a algunos de ellos, si consigue captar su atención.

No son pocos los acontecimientos que podrían sacudir a los votantes alienados en los próximos cinco meses, empezando por el veredicto del primer juicio penal contra un expresidente en la historia de Estados Unidos, que podría ocurrir esta semana. Aunque muchas de estas personas son históricamente electores poco frecuentes, los que voten podrían influir en una carrera inevitablemente reñida.

Sin embargo, llegar a ellos es un problema. Las campañas electorales operan en un panorama mediático cada vez más fragmentado en el que prospera la desinformación —difundida especialmente por Trump y sus aliados— y los hechos básicos a menudo se ignoran, se cuestionan o se filtran a través de un prisma partidista.

“La gente realmente se ha separado en sus propios callejones sin salida de información”, dijo la exrepresentante Stephanie Murphy, demócrata de Florida. “Es más difícil llegar a la gente ahora de lo que era en elecciones anteriores debido a esa red de información desglosada o descentralizada”.

‘Cuando pierde tu equipo, no lees la sección de deportes’

En unas elecciones presidenciales en las que más del 80 por ciento de los votantes, según una encuesta del Centro de Investigaciones Pew, dicen que desearían que uno o los dos principales candidatos no se presentaran, algunos están optando por prescindir totalmente de las noticias políticas directas.

Esto es evidente en las encuestas sobre actualidad.

Varias encuestas recientes del New York Times, el Siena College y el Philadelphia Inquirer revelaron que casi el veinte por ciento de los votantes de los estados más disputados afirmaban que Biden era el responsable de acabar con el derecho constitucional al aborto, a pesar de que fueron los jueces electos por Trump para la Corte Suprema los que ayudaron a anular la sentencia del caso Roe contra Wade.

Casi la mitad del país cree que la tasa de desempleo está en su nivel más alto en 50 años, según una encuesta de Harris realizada para The Guardian, a pesar de que está cerca de su nivel más bajo en 50 años.

Además, en una encuesta reciente de Politico-Morning Consult, los votantes estaban divididos sobre quién había hecho más para “promover la mejora de las infraestructuras y la creación de empleo”. Biden firmó un proyecto de ley de infraestructuras por valor de un billón de dólares, mientras que Trump fracasó en repetidas ocasiones en su intento de impulsar este tema.

“Cuando pierde tu equipo, no lees la sección de deportes después del partido”, afirmó Ken Goldstein, profesor de Política en la Universidad de San Francisco. “Hay una gran franja del país que piensa que están perdiendo cuando se trata de política, y entonces la manera de lidiar con eso es no prestar atención”.

Los votantes poco informados no son un fenómeno nuevo: algunos estudios históricos que se remontan a casi 80 años han demostrado que el público suele estar desinformado sobre cuestiones clave.

Además, muchos estadounidenses siguen activamente esta contienda.

Una encuesta de Gallup publicada este mes mostraba que el 71 por ciento de los encuestados había reflexionado “bastante” sobre las próximas elecciones presidenciales, en línea con los resultados obtenidos por estas mismas fechas en 2020 y 2008.

‘A la gente aquí todo le cuesta mucho trabajo’

Según los encuestadores, los votantes que prestan menos atención tienden a ser más jóvenes o de clase trabajadora, y es más probable que participen más tarde en la contienda, si es que de hecho lo hacen.

“No es que la política no les importe, sino que tienen otras prioridades”, explicó Whit Ayres, un veterano encuestador republicano. “Convertir a los votantes poco informados que favorecen a tu candidato es una de las principales tareas de los consultores políticos”.

Una encuesta de NBC News realizada el mes pasado reveló que el quince por ciento de los votantes encuestados dijo no seguir de cerca las noticias políticas. Entre esos votantes, Trump tenía una ventaja de 26 puntos porcentuales sobre Biden.

En cambio, entre los votantes que consumen principalmente noticias a través de periódicos, cadenas nacionales y noticias por cable —el 54 por ciento de los encuestados—, Biden ganaba por once puntos.

La ventaja dominante de Trump entre los políticamente desvinculados subraya lo difícil que puede ser para Biden traducir su historial y su visión en un mensaje galvanizador y que llame la atención de estos votantes, algunos de los cuales están firmemente comprometidos con Trump.

No obstante, algunos demócratas también ven una oportunidad.

Señalando temas como el historial de Trump sobre el derecho al aborto o el trabajo de Biden para reducir el costo de la insulina para las personas mayores, añadió: “No hace falta explicarlo mucho. Requiere centrar a la gente, sacudirla, pero no son puntos complejos de transmitir”.

Trump también sigue siendo impopular, y los demócratas apuestan a que se debilitará a medida que más votantes vean recordatorios de lo que les disgustaba de él.

Los republicanos, sin embargo, señalan que la mayoría de los estadounidenses sacaron conclusiones sobre Trump y Biden hace años, y que muchos votantes no siguen de cerca las provocaciones del expresidente.

“Creo que Trump aparece y dice muchas cosas”, comentó Carla Williams, de 50 años, de Detroit.

Sin embargo, Williams, que aseguró estar demasiado ocupada con su trabajo en una fábrica de automóviles y en un hotel como para seguir de cerca las noticias, dijo que lo estaba considerando de todos modos. Culpó a Biden, a quien dijo que apoyó en 2020, por el alto costo de la vida.

“A la gente aquí todo le cuesta mucho trabajo”, dijo. “Todo es caro”.

c.2024 The New York Times Company