Elección de Johnson subraya que apoyo de conservadores sigue siendo tenue

El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Mike Johnson se juramenta tras ser reelegido al cargo, en el Congreso en Washington, el 3 de enero del 2025. (AP foto/Jacquelyn Martin)

WASHINGTON (AP) — Se suponía que esta vez sería diferente.

Sin embargo, aunque el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, evitó el viernes el largo calvario que su predecesor, Kevin McCarthy, sufrió para convertirse en presidente, su victoria relativamente rápida no fue precisamente un momento de unificación. El tumulto del día dejó al descubierto que Johnson solo retiene un apoyo tenue de los conservadores intransigentes que le dieron sus votos por ahora, pero están listos para destituirlo tal como hicieron con McCarthy si sus demandas no se cumplen.

”¿Va a luchar?”, se preguntó el representante Ralph Norman, un republicano de Carolina del Sur que inicialmente se opuso a Johnson pero finalmente cambió su voto.

Los republicanos están disfrutando del momento mientras toman el control unificado de Washington y se unen en torno al presidente electo Donald Trump. Sin embargo, los elementos que provocaron divisiones en la Cámara en los últimos dos años siguen ahí, excepto que ahora las apuestas son mucho más altas mientras los republicanos intentan cumplir con la agenda de Trump.

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La escala del conflicto venidero fue evidente cuando el Congreso comenzó su nueva sesión el viernes. Los republicanos se enfrentaron entre sí en la televisión y discutieron en el pleno de la Cámara, el recién elegido presidente parecía preocupado, e incluso después de la victoria de Johnson, algunos legisladores republicanos discutieron abiertamente qué podría desencadenar su destitución.

Por un tiempo, parecía que las cosas podrían empeorar aún más.

La Cámara pareció volver a la escena de hace dos años cuando los archiconservadores se negaron a respaldar a Johnson, gesticulando mientras negociaban abiertamente en el pleno. Pero después de una hora de incertidumbre y negociaciones tensas — y Trump llamando desde un campo de golf para dejar claro que apoyaba a Johnson— dos de los tres republicanos que inicialmente negaron a Johnson la presidencia cambiaron sus votos para darle la mayoría que necesitaba.

Norman dijo que no fue tanto Trump que le hizo cambiar de opinión, sino el hecho de que Johnson, mientras se reunía con los disidentes, prometió que efectivamente “lucharía por todo de ahora en adelante”.

Más fácil decirlo que hacerlo.

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Johnson tiene la difícil tarea de liderar una mayoría republicana que será incluso más ajustada que en el último Congreso —potencialmente reducida a un solo voto, una vez que algunos miembros se unan a la administración de Trump.

El año pasado, la escasa mayoría, así como la casi constante desobediencia de su flanco derecho, obligaron a Johnson a depender del apoyo demócrata para aprobar prácticamente cualquier legislación significativa.

Johnson intentó pasar página en su primer discurso después de ganar la maza del presidente, argumentando que los republicanos ahora están empoderados por un “oleaje de estadounidenses” que quieren poner fin al statu quo en Washington.

“El presidente Johnson sostiene que en un ambiente donde tenemos la Casa Blanca y el Senado republicano, que va a poder hacer el trabajo”, dijo el representante republicano por Texas Chip Roy, quien ha sido franco en su crítica a Johnson. “Así que le daremos una oportunidad para ver. Pero necesitamos cumplir. No hay espacio para excusas ahora”.

Para complicar aún más las cosas, incluso si Johnson logra unir a su conferencia en la Cámara, la mayoría de la legislación aún necesitará al menos algún apoyo demócrata en el Senado, donde las reglas de filibusterismo de la cámara impiden que la mayoría de los proyectos de ley avancen a menos que tengan el apoyo de al menos 60 senadores. Los republicanos tendrán una mayoría de 53-47 en el Senado.

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“Tiene un trabajo realmente, realmente difícil”, dijo el líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune, en una entrevista con “Meet the Press” de NBC.

El liderazgo republicano retiró una amenaza para Johnson al hacer más difícil destituir al presidente mediante una llamada moción para vacante. Cualquier moción ahora necesitará al menos nueve miembros del partido mayoritario en lugar de ser activada por un solo legislador. Los demócratas protestaron que los republicanos están protegiendo al presidente de la responsabilidad bipartidista.

Sin embargo, minutos después de que Johnson obtuviera el apoyo necesario para tomar la presidencia, el bloque ultraderechista llamado “Freedom Caucus” publicó una carta firmada por 11 miembros exigiendo que Johnson cumpla metas ambiciosas, incluyendo la implementación de cambios permanentes en la seguridad fronteriza, realizar cortes agresivos en el gasto federal y prohibir a los miembros del Congreso comerciar con acciones.

Los miembros del caucus dijeron que Johnson ahora “debe demostrar que no fallará en promulgar la audaz agenda del presidente Trump”.

Al mismo tiempo, los conservadores también están pidiendo garantías para reducir el déficit federal, así como dar un mayor control sobre lo que se incluye en la legislación. Aunque tales promesas podrían ser difíciles de mantener, Johnson se comprometió a trabajar estrechamente con los miembros del Caucus en la elaboración de la legislación.

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“Los directores del Congreso típicamente no duran mucho”, dijo el representante republicano por Florida Byron Donalds, miembro del caucus. “Diría esto sobre el presidente Johnson: Mientras este sea un proceso impulsado por los miembros, creo que su presidencia será exitosa. Si no es así, va a ser difícil”.

Nueve conservadores inicialmente retuvieron su apoyo a Johnson durante la votación para la presidencia al permanecer en silencio mientras se llamaban sus nombres o votando por alguien más. Fue tomado por muchos como un mensaje no tan sutil de que la moción para vacante sigue en pie, incluso con el cambio de reglas.

La advertencia incluso se le planteó a Johnson durante una reunión sobre la votación del presidente, dijo Norman.

Norman dijo que Johnson respondió: “Mira, si no actúo como digo que voy a actuar y trato de lograr las cosas que están diciendo, sáquenme. De todos modos, nunca pensé que tendría este cargo”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.