El mural dedicado al perro Scooby que conmovió al niño que era su dueño: "Sus ojitos están bien bonitos"

Scooby recibió un homenaje conmovedor. (Captura de Twitter/@El_Universal_MX)
Scooby recibió un homenaje conmovedor. (Captura de Twitter/@El_Universal_MX)

El asesinato del perro Scooby generó toda una ola de indignación en México. La crueldad con la que el sujeto Sergio N lo lanzó hacia un cazo con aceite, en el municipio de Tecámac, Estado de México, estalló la ira de un país que durante muchos años ha lidiado con el maltrato animal. Y también sirvió para alertar sobre otros casos de violencia contra animales. Los debates no se hicieron esperar y hubo episodios de todo tipo, como el zape que le propinaron a Sergio N tras su detención, y que fue ampliamente aplaudido en redes sociales.

Pero quizá el momento de mayor tristeza posterior a los hechos fue la entrevista al niño Roberto, que era dueño de Scooby, en la que contó su tristeza por no haber podido rescatar a su amigo y llegar tarde. Visiblemente afectado, el infante dijo no poder comprender qué había llevado al sujeto a actuar de esa forma. La ira social estuvo totalmente justificada, pero después de la herida tiene que haber un proceso de sanación para recuperar el maltratado tejido social.

Y eso es lo que ha empezado a hacerse. En este caso la primera piedra para la reconstrucción la ha puesto el artista Fernando Cruz, que decidió pintar un mural en honor a Scooby. La obra fue presentada a Roberto, el mejor amigo que tuvo el pequeño can. En el mural se puede ver una firme representación de Scooby: sus mismos rasgos físicos y el color de su pelaje. Asimismo, en un detalle muy conmovedor, tiene agregados detalles que lo convierten en un ángel. "Nosotros lo hicimos en su honor. Todos llevamos un dolor muy grande, pero sabemos que tú lo llevas más", le dijo el artista al niño en el video documentado por el reportero Isidro Corro de El Universal.

Roberto dijo que el mural le gustó y destacó algunos rasgos: "Me recuerda a él. Sus manchitas, era café con negro. Sus ojitos están bien bonitos", expresó el niño. En respuesta a qué lo había motivado a hacer la obra, Fernando Cruz respondió que sintió dolor por la muerte del perrito y que quería hacer algún aporte para recordar de manera noble a Scooby. "Primero es por sentir empatía hacia nuestros amigos los animales. Y segundo, porque sentimos un dolor muy grande por la forma en la que fue asesinado. Tengo perritos y sé del dolor de perderlos. Es muy chido poder rendir un homenaje", concluyó.

El gesto fue aplaudido en redes sociales y resultó especialmente conmovedor. Son actos que sirven para recuperar algo de fe, en un entorno en el que todo parece ir de mal en peor. Sí, la crueldad del asesino indignó a todo el país, y con justísima razón, pero después viene el momento de reflexionar fríamente. Y entender que no todo está perdido, que hay personas con buen corazón, que son generosas de manera desinteresada y que buscan ayudar de la manera que esté en sus manos. Y este fue el mejor ejemplo posible.

El rostro del niño al ver la pintura de su perrito lo dice todo. Tras días de tristeza y enojo, se le vio feliz, cual si el mural fuera un abrazo al corazón por parte de todas las personas que han sentido el mismo dolor que él siente. Sí, hay que enojarse cuando sea necesario, pero no después hay que encauzar esa energía en tender la mano y apoyar. Este homenaje quedará para siempre y puede ser el primer paso para entender que sí existe la nobleza en una sociedad violentada.

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