El INE y el torpe manejo de sus tiempos que sacó de quicio a todo el país: hicieron lo que quisieron

INE: anuncio de Guadalupe Taddei sobre las elecciones federales de 2024. (Héctor Vivas/Getty Images)
INE: anuncio de Guadalupe Taddei sobre las elecciones federales de 2024. (Héctor Vivas/Getty Images)

El INE volvió a México un manojo de nervios con su indecisión para emitir su mensaje oficial con los resultados del conteo rápido. Primero sería a las 10 de la noche. Luego se recorrió hasta las 11. Media hora más (de hecho, habían establecido las 23:30 horas como el límite máximo). Y no pasaba nada. Finalmente, el mensaje se dio a ocho minutos de que acabara el día. Guadalupe Taddei, consejera presidenta del Instituto, informó que Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, había ganado la presidencia de la República por una ventaja estimada de más de 30 puntos.

Después del anuncio, el país respiró al menos en un aspecto: ya se conocían los resultados después de la larga espera propiciada por el INE. Fue una exasperación que llevó, como era de esperar, a la propagación de diferentes mensajes en la esfera pública. Lo principal eran las quejas por la tardanza, pero también dio pie a conspiraciones y mensajes crípticos, como los hechos por la propia Xóchitl Gálvez, quien invitó a sus seguidores a permanecer atentos y no dormirse, como si sugiriera que la tardanza en los resultados tuviera un efecto negativo para ella.

El resultado fue arrollador y al paso de las horas se abrirán nuevos frentes de conversación que dejen el papel del INE en segundo plano, pero vale la pena tenerlo en cuenta: fue una fiesta desconciertos. Para empezar, debe hacerse una distinción: la labor de los funcionarios de casilla, en todo el país, no pudo haber sido más loable y esmerada. Son humanos y es normal que haya ciertas complicaciones en el conteo de votos. Por lo tanto, el argumento de la tardanza sustentado en la mano humana es comprensible.

Pero el INE en lo que falló fue en dar un plazo para ellos mismos y no cumplirlo. Si notaban que había elementos que nos les permitían dar los resultados a determinada hora, bien podían decirlo desde el principio y no jugar con el tiempo de todo el país, que se mantuvo en vilo sin tener certeza de en qué momento, finalmente, se conocerían los resultados. No habrá faltado quien una vez decepcionado de las dos promesas de horario, se haya ido a hacer cualquier otra cosa y se perdiera el mensaje definitivo.

A lo largo del día, la sensación que transmitió el INE fue esa: la de mucha desorganización. A nivel institucional, todo iba mal desde la penosa acción de Guadalupe Taddei al ir a votar: saltarse la fila en su casilla (alcaldía Benito Juárez). Fue reprendida y abucheada por los demás electores, que le recordaron que llevaban dos horas formados y no era justo que ella se saltara toda la fila valiéndose de su estatus público. Parece una nimiedad, pero no lo es. Al contrario, ¿no debería ser la consejera presidenta la primera persona en demostrar paciencia y civismo en las urnas? Pero bueno, si así se tardó en dar su anuncio, quizá si se formaba, habría sido perdido tiempo y retrasado todavía más su anuncio oficial.