El 'brazo armado' de AMLO que hace temblar a los antes poderosos en México

Foto: Archivo Cuartoscuro
Foto: Archivo Cuartoscuro

Todo lo que empieza acaba, es lo que pasa en el caso del dirigente del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, que deberá enfrentar, en la Fiscalía General de la República (FGR), algunas denuncias en su contra, presentadas por sus adversarios dentro del sindicato y para eso renunció.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, confirmó en su conferencia de prensa matutina la información divulgada por el diario Reforma, en la que se afirma que Romero Deschamps es investigado por las autoridades. Comentó que el gobierno federal no intervendría en su renuncia, pero dijo que a su consideración debería hacerlo para enfrentar las denuncias en su contra de manera personal, ante la FGR, como “lo hizo el ministro de la Suprema Corte de Justicia, Eduardo Medina Mora”.

El diario Reforma informó que la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda presentó ante la Fiscalía General de la República, 2 denuncias contra Romero Deschamps, una por enriquecimiento ilícito y otra por lavado de dinero.

La gestión de Romero Deschamps al frente del sindicato petrolero estuvo envuelta en escándalos, pues su forma de vida y la fortuna, que disfruta con su familia, no corresponde al salario de 17 mil 27 pesos que percibe en nómina. Algunos medios han divulgado que “posee un reloj valuado en 7 millones de pesos, sus hijos poseen Ferraris exclusivos y viajan alrededor del mundo en aviones privados.” (Forbes, 15 de octubre de 2019)

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Como parte de su militancia política en el PRI estuvo envuelto en el llamado “Pemexgate”, que fue un desvío millonario de 1,100 millones de pesos desde el sindicato petrolero hacia la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa en el año 2000.

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Carlos Romero Deschamps fue líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros desde 1993, donde se reeligió en cuatro ocasiones, La última de ellas en 2017.

Recientemente sus opositores dentro del sindicato lo denunciaron ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada por delincuencia organizada, lavado de dinero, evasión y defraudación fiscal, además de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita por 150 millones de dólares.

Al interior del Sindicato Petrolero existen actualmente 15 fracciones que se disputan la titularidad de Contrato Colectivo de Trabajo, uno de los más favorecidos por el Estado que le otorga prestaciones por cientos de millones de pesos.

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Según el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Empresas Productivas del Estado, Petróleos Mexicanos y la Gran Alianza Petrolera, Romero Deschamps recibió montos millonarios equivalentes a 2 por ciento de todos los contratos que firma Pemex con empresas privadas (100,000 mdp), desde el inicio de su gestión al frente del STPRM. (Forbes, 15 de octubre de 2019)

La renuncia de Carlos Romero Deschamps al sindicato petrolero supone que deberá de ser relevado, según lo indican los estatutos de esa organización. Al respecto, el presidente López Obrador señaló que serán los propios trabajadores los que decidan con voto libre y secreto quién será dirigente de su sindicato. (Proceso, 15 de octubre de 2019)

La presencia de Carlos Romero Deschamps al frente de uno de los sindicatos más poderosos y claves para la estabilidad política, social y el desarrollo del país, correspondió a una determinación que se tomó desde el poder presidencial que lo puso y lo mantuvo durante 26 años, en un contexto de alternancia en el poder presidencial, pero de permanencia de la corrupción que ha caracterizado al sindicalismo mexicano.

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Siendo cuantiosa la riqueza acumulada y los abusos cometidos por Romero Deschamps, no es lo relevante en su salida del esquema político. Su caída significa la toma del poder y control de esta organización por el presidente López Obrador, que, a pesar de su discurso, “palomeará” al sustituto de quien fue aliado incondicional de sus adversarios.

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La salida de Romero Deschamps lleva el mensaje para los viejos liderazgos sindicales enquistados en las añejas organizaciones de los trabajadores, de que llega a su término el imperio de su dominio, que la “democracia” entrará a los sindicatos y con ella el relevo generacional, en el esquema de nuevos equilibrios políticos que plantea como inevitable e irreversible esta determinación presidencial.

Igual que sucedió en 1989 cuando cayó como líder del Sindicato Petrolero Joaquín Hernández Galicia, La Quina, ahora se envía desde la presidencia de López Obrador el mensaje de que los grupos de presión, obreros, empresariales o sociales, deberán de subordinarse ante el poder del Estado. Y todo, como lo han comprobado ya el exministro Medina Mora y el antes poderoso abogado Juan Collado, mediante el ‘brazo armado’ de la 4T que es la Unidad de Inteligencia Financiera. El control lo tiene el Presidente, para eso trabaja todos los días.