El estado de salud del rey Carlos III está rodeado de hermetismo después del anuncio de que tiene cáncer, en medio de una época turbulenta para la Casa Real británica, con Kate Middleton atravesando la misma enfermedad, lo cual provoca una serie de especulaciones y rumores para llenar ese vacío.

El rey fue diagnosticado con cáncer tras una intervención a la que se sometió en enero, según anunció en febrero el palacio de Buckingham. Sin embargo, no precisaron qué tipo de cáncer es (solo dijeron que no es de próstata) ni el tratamiento al que se somete el monarca, aunque se supo que viaja a Londres periódicamente para recibir radioterapia. Su nuera, Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo, se realiza un tratamiento de quimioterapia para un cáncer del que tampoco hay precisiones.

En ambos casos, la Casa Real anunció que solo publicaría comunicados sobre su salud cuando haya novedades sustanciales.

El sitio estadounidense The Daily Beast habló con fuentes vinculadas a la realeza británica para intentar tener una aproximación al estado de salud de Carlos, que si bien no tiene una agenda pública abultada, sí ha hecho apariciones esporádicas, a diferencia de Kate.

Según el sitio, varias personas cercanas al rey dijeron que la salud de Carlos “no está bien” mientras que los planes para su funeral, en la llamada operación “Menai Bridge” (Puente Menai), son actualizados periódicamente y el Palacio elabora un documento con las lecciones aprendidas por la despedida a su madre, Isabel II.

“Por supuesto que está decidido a vencerlo [al cáncer] y le están dando todo. Todo el mundo se mantiene optimista, pero él se encuentra realmente muy mal. Más de lo que dejan entrever”, dijo un “viejo amigo” de la familia real, según The Daily Beast.

Carlos reapareció en público en Pascua, el pasado 31 de marzo, en la que se lo vio riendo pero con las manos temblorosas, y desde entonces tuvo una actividad limitada. Su próximo gran evento será su desfile oficial de cumpleaños, conocido como Trooping the Color, el 15 de junio, en el que el Ministerio de Defensa ha anunciado que estará presente.

Operación Menai Bridge

El documento para la Operación Menai Bridge, que tiene una extensión de cientos de páginas, hace referencia a un puente colgante que une a Gales con la isla de Anglesey. Todos los miembros de la familia real tienen un plan similar; en el caso de Isabel, quien murió en septiembre de 2022, era Operación London Bridge.

“Los planes han sido desempolvados y se mantienen actualizados activamente. No es más de lo que cabría esperar dado que al rey le han diagnosticado cáncer”, dijo una fuente, aunque expertos en realeza aclaran que es habitual actualizar este tipo de documentos.

Una fuente militar repasó que es necesario una detallada planificación para un evento “de esta escala”, en el que participan las guardias reales, el regimiento nacional y las fuerzas de Londres, además del regimiento de Paracaidistas, del que Carlos fue parte, y una amplia operación de seguridad también para los líderes mundiales presentes. Además, mencionó que “la planificación seria del funeral de Carlos comenzó el día después de que enterraron a la reina”.

El coordinador general del funeral es Edward Fitzalan Howard, duque de Norfolk. “Eddie hizo un muy buen trabajo con el funeral de la reina y la coronación [de Carlos]. Sólo tiene 67 años, por lo que seguirá trabajando para Carlos cuando eso suceda”, dijo un amigo.

En declaraciones a Daily Beast, Christopher Andersen, el escritor real más vendido del New York Times, señaló: “No es sólo el rey quien tiene que revisar sus propios planes funerarios. Todos los miembros de la realeza de alto rango lo hacen. Guillermo y Harry eran sólo adolescentes cuando se les pidió que planificaran sus propios funerales. Se les pide que elijan su propia música, flores, oraciones y quién las leerá. A los miembros de la realeza se les recuerda constantemente que cuando mueran, su despedida será un evento importante que acaparará los titulares. No pueden escapar de esta macabra fijación por la muerte”.

“El reinado del rey Carlos será, por definición, corto, pero en este momento nadie sabe cuán corto será. Mientras tanto, la práctica de revisar los planes funerarios no debe utilizarse para tomar esa determinación. Lo que sería de gran ayuda es que el palacio fuera transparente sobre el estado del rey y su pronóstico. Hasta que eso suceda, los chismes y las especulaciones seguirán dando vueltas y abundarán las teorías de conspiración”, agregó.