Luego de la polémica que involucró a Kate Middleton, y que terminó con el diagnóstico de cáncer de la princesa de Gales, el Palacio Real busca enviarle tranquilidad al público. De esta forma, el rey Carlos III se mostró en público por primera vez desde que se conoció que él también está transitando un tratamiento por cáncer. El monarca asistió junto a la reina Camila al servicio religioso privado de la iglesia de San Jorge del castillo de Windsor que se realizó con motivo de Pascuas, y saludó a la multitud que lo esperaba.

Pese a haberse retirado de sus deberes públicos para poder dedicarse al tratamiento de su enfermedad -que fue anunciada el pasado 5 de febrero-, el monarca, de 75 años, hizo una sorpresiva aparición para el evento real, lo que en el Reino Unido se considera como una “señal positiva”.

Este acto es uno de los más importantes del calendario y suele reunir a una gran cantidad de miembros de la realeza, pero este año sufrió una serie de particulares cambios. Según anunció la Familia Real en un mensaje, tanto el príncipe Guillermo y la princesa Kate, como sus hijos George, Charlotte y Louis, no asistirán al evento para preservar la salud de la mujer, que fue recientemente sometida a una cirugía abdominal, y se quedarán en la residencia de Anmer Hall, en Norfolk.

De esta forma, la ceremonia será más privada de lo habitual, y contará con la presencia del príncipe Andrés; la princesa Ana; Sarah Ferguson, duquesa de York; y los duques de Edimburgo, Sophie y Eduardo. Por su parte, luego de esta jornada, el Rey se tomará un descanso de Semana Santa para poder descansar mientras continúa su tratamiento.

Según marca la tradición, tras este servicio religioso está previsto que la Familia Real regrese al castillo de Windsor para almorzar cordero asado. Además, a lo largo de todo el país suele realizarse una “búsqueda de huevos de Pascua” para los visitantes de las residencias reales, pero aún no se confirmó si los monarcas participarán de este evento.

El mensaje del Rey

Pese a que esta es la primera vez que se lo ve en público, el rey Carlos III había aparecido brevemente hace pocos días, luego de grabar su primera declaración pública a través de un mensaje a la población por el Jueves Santo. Allí, además de abordar la importancia de los actos de amistad, reiteró su promesa de coronación de “no ser servido sino servir” con “todo mi corazón”.

A favor de poder asistir a la ceremonia de este domingo, Carlos se ausentó al servicio religioso del jueves. En su lugar, asistió la reina Camila, que asumió un mayor compromiso desde que su marido y su nuera se enfermaron.

Pese a esto, los expertos afirman que no hay indicios de que el monarca británico vaya a desaparecer de la escena pública o de que se plantee renunciar a su cargo. De esta forma, Carlos rompió con el protocolo habitual de la realeza al dar a conocer su estado de salud, revelando que iba a someterse a un “procedimiento correctivo” por el agrandamiento de próstata que sufría.