Los Dolphins tienen un grave problema y no es precisamente la ausencia de un quarterback fiable
El encuentro del lunes en la noche ante los Titans de Tennessee evidenció que el verdadero problema de los Dolphins no es precisamente que no tienen quarterback, sino su mala ejecución ofensiva y en particular las jugadas que se llaman.
Esto señala principalmente a su coordinador ofensivo Frank Smith, pero también a otros coordinadores y llega hasta el entrenador Mike McDaniel.
Si bien la derrota 31-12 ante los Titans es solo un juego, esta significó que el equipo de Miami de poder lograr una marca de 2-2 y meterse en la pelea, pasase a un 1-3 que prácticamente lo saca de los playoffs.
Tennessee llegaba con foja de 0-3 y era el equipo ideal para recuperarse, pero terminó siendo su verdugo y no hay excusas.
La herida es muy profunda y los fanáticos se lo hicieron saber abucheando a su mismo equipo y marchándose en silencio antes de que se cumpliera el tiempo, abochornados por la escena que estaban presenciando.
Ahora no vale eso de que el vestuario está unido, que van a revisar el video para ver qué pasó. A la afición de los Dolphins no le importa eso. Si un entrenador o coordinador no sabe qué pasó el puesto le queda grande.
“Tengo que mirar la cinta. Hubo una tremenda desconexión entre la preparación y la ejecución”, comentó McDaniel.
“La conclusión es que no importa lo que estemos haciendo detrás de escena. En el campo no se traducen los resultados y tenemos que volver a la mesa de trabajo y evaluar de manera muy crítica”.
En la primera mitad Miami apenas consiguió 35 yardas por aire y 60 yardas por tierra y el resultado era 9-3 favorable a los Titans.
Al final consiguieron 78 por vía aérea y 106 por tierra para un total de 184, un verdadero desastre, teniendo a dos de los mejores wide receiver de la NFL como Tyreek Hill y Jaylen Waddle.
Ambos solo tuvieron cuatro recepciones. Hill acumuló 23 yardas y Waddle 36.
Pero a los Dolphins les dio por correr, pese a no poder contar con su mejor running back Raheem Monster, intentándolo una y otra vez a pesar de ver que no alcanzaban ningún éxito.
Miami intentó 30 acarreos frente a solo 22 pases aéreos.
Los Dolphins llevaban nueve cuartos consecutivos sin anotar un touchdown y el lunes, con el juego ya decidido, marcaron uno en el 10mo parcial y así no se puede.
Si no había confianza en el quarterback Tyler Huntley, que no hizo nada, no lo hubieran puesto.
Tim Boyle lo hubiera hecho mejor o incluso Ryan Tannehill si lo hubiesen traído.
Sin embargo, McDaniel increíblemente respaldó el trabajo de Huntley que completó 14 de sus 22 en pases, con 96 yardas y ningún touchdown.
“Creo que Huntley hizo algunas cosas buenas, un par de operaciones y un tiro para Tyreek. En general hizo un buen trabajo”, comentó McDaniel.
“No creo que sus compañeros a su alrededor en ocasiones estuvieran haciendo lo que necesitábamos que hicieran. Creo que se esforzó y fue un competidor en todo momento”.
Miami espera que Skylar Thompson esté ya recuperado para el juego del próximo domingo en casa de los Patriots de New England discutiendo el último lugar de su división.
Por ahora rezan porque Tua Tagovailoa supere lo más pronto posible el protocolo de conmoción cerebral y sea autorizado a jugar, pero si el equipo no gana los siguientes dos encuentros, es mejor que ni lo intente.
McDaniel no quiso sonar las alarmas y ahora es grave la situación. Todo parece llegar tarde y mal y su discurso no cala. Si algo puede revivirlo es comenzar a ser más agresivo en el ataque.
No vale echarle la culpa a la ejecución por parte de los jugadores. Si la jugada no estaba pulida no debió ser llamada, había que buscar otra y no engañar al respetable.
Si esto fue en casa ante los Titans, ¿qué pasará cuando los Dolphins enfrenten a los Bills, a los 49ers, e incluso a los Jets?