La desaparición de California es un riesgo real y puede ocurrir en menos de 30 años

En el año 2022 se produjeron unos 7.490 incendios en California, una cifra elevadísima y que, sin embargo, supuso una reducción de un 3% del promedio de los cinco años anteriores. Al mismo tiempo, el 1 de octubre de ese mismo año, el estado inició su cuarto año de sequía, que ha obligado a restricciones para millones de personas durante un tiempo prolongado

El inicio del 2023 ha traído unas lluvias muy numerosas que han acabado con la sequía. ¿Buenas noticias? No del todo. Al ser tormentas tan virulentas e intensas, han provocado importantes inundaciones, causando daños e incluso fallecimientos.

En California viven unos 40 millones de personas (una población similar a la de todo Canadá) y sus habitantes se han tenido que acostumbrar a lidiar con las graves consecuencias del cambio climático. Incendios, sequías e inundaciones son elementos que van a estar muy presentes en las próximas décadas. Tanto que amenazan la propia existencia del tercer estado más extenso de Estados Unidos, tal y como lo conocemos.

El 2050 es un año marcado en rojo por los científicos. Se considera que estas casi tres décadas hasta ese momento van a suponer un aumento en los riesgos ambientales, especialmente los relacionados con el clima. Se va a caracterizar por el aumento de la sequía y los incendios, las inundaciones, la extinción de especies o las temperaturas tres grados por encima de lo que vivimos hoy en día.

Un escenario extremo que en California ya están viviendo en parte. Y las previsiones para dentro de 27 años no son mejores. Un estudio publicado en la revista Environmental Science & Technology por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles y Berkeley, así como Climate Central, ha ahondado en esta situación.

129 sitios industriales, entre los que se incluyen refinerías de petróleo y gas o plantas de tratamiento de aguas residuales, están en grave peligro de inundarse debido al aumento del nivel del mar. Una cifra que podría aumentar a 423 para finales de siglo.

Esta amenaza no es algo que pueda tomarse a la ligera. Estamos hablando de sitios peligrosos, que trabajan con sustancias muy contaminantes. El hecho de que se inunden provocaría la contaminación de tierra y aire, el envenenamiento de las aguas subterráneas de las comunidades y pondría en serio peligro la supervivencia de numerosas poblaciones.

Concretamente, la investigación señala que la mayoría de estas infraestructuras se encuentran alrededor de grandes áreas urbanas costeras, como es el caso de San Diego, Los Ángeles, San Francisco y Eureka.

Una catástrofe ambiental de estas características pondría en una situación límite a millones de personas, amenazando su propia existencia. Y lo cierto es que a día de hoy es una posibilidad cada vez más real. ¿Pueden terminar siendo inhabitables grandes extensiones de terreno en California?

Es difícil dar una respuesta rotunda ahora mismo, pero sí se puede afirmar que hay un riesgo importante de que ocurra. ¿Estamos a tiempo de evitarlo o al menos mitigarlo?

La realidad es que todavía sí. El nivel del mar va a seguir aumentando, incluso aunque se reduzcan las emisiones, pero con unas emisiones más bajas se puede evitar la inundación de estos sitios tóxicos y de las comunidades que los rodean.

Y en el caso de California puede suponer una grandísima diferencia. Ya está lidiando con inundaciones, incendios y periodos de sequía, pero el futuro se presenta mucho más difícil. 27 años no son muchos, pero para este lugar de Estados Unidos puede significar la existencia o la desaparición.

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